lunes, 29 de diciembre de 2014

crece

Crece el número de tabaibas…
 
“... digan los pastores, respondan las sierras...” (de un himno de Vísperas).
 
… y auto sembrándose las tabaibas, solo crece el hambre. Esta es la amenaza que crece en El Gran Tabaibal (antes llamado Gran Canarias). El cabildo es peor que una secta, en la que crece el sepro y el miedo ambiente, que aterroriza al campesinado o campesinos, pues están sobre ellos cual amenaza real, que caen sobre cualquier y toda acción campestre o campesina que se realice, con multas imposibles de pagar y que se cobran cárceles -prisión- o suicidios; la cosa es de auténtico terrorismo, pero no tiene cabida en los medios de comunicación comprados por ellos, los de arriba, los que mal nos gobiernan y condenan al hambre, al paro a la emigración. De sobra es sabido cómo el cabildo mantiene una guerra sin pausa, ni descanso contra el campo (el campesinado), y cómo poco a poco va ganado esta sucia guerra de echar del campo al campesinado, y quedárselo ellos para plantarlo todo de pinos, y dejar campee a sus anchas las malditas tabaibas. Y así esta consiguiendo (el cabildo) seamos los más pobres del mundo; sin tierras, sin otra salida que ir a Cáritas, y la gente pasando hambre sin poder tocar la tierra. Aumentan los pobres, y somos los más pobres. Se ha insaturado una protección salvaje, bárbara, y nada puedes hacer en la tierra ni con la tierra. Han tomado la isla cual finca de ellos, y han robado las tierras casi todas, y nada plantan sino maleza o basuras. Sencillamente, la gente huye del campo, por todo y nada te multa y nada puedes tocar. Matan la agricultura y la ganadería, y matan al campesino (indirectamente, o lo ponen al pie de la soga o a la orilla de los estanques, dejando viudas e hijos, y encima se quedan con sus tierras, al no poder cobrar las multas, y desaparecido el cabeza de familia, una batalla más ganada. Hay sobre el terreno un grupo verdaderamente terrorista (y no son los campesinos). El cabildo ha invadido el campo, y ya casi todo es suyo. Sobre esto no se habla, todos callan, y solución no hay a un gravísimo problema; los medios callan y guardan silencio sobre todo esto. Dos ejércitos rondan sobre el campo, vigilando y controlando el menor movimiento. Son como terroristas que han tomado el campo, y fuerzan a huir a los campesinos de sus tierras y casas. Son muchos los que huyen del terror desplegado en el campo, donde nada puedes hacer y si haces sea lo que sea te caen con multas más que cuantiosas, imposibles de pagar, y se cobran prisiones o muertes por suicidios, y sobre esto silencio absoluto (lo repito). El campo es aterrorizado, por una vigilancia motorizada y en rancheras que se pasean con prismáticos y vigilan todo movimiento, llenando de terror y miedo a los campesinos, que se encierran en sus casas, y  no se atreven ni a pisar sus propias propiedades. Muchos huyen a la ciudad u otras poblaciones; los que permanecen no viven en paz, sino asombrados, perseguidos, observados. Desaparecen los campesinos, avanzan los del cabildo. Nada ni nadie detiene la labor terrorista del cabildo, con sus dos brazos armados, que multan sin motivo, y de sorpresa a todo campesino, y se da la triste realidad: al presente no hay un solo campesino libre de haber sido multado, sin defensa y solo con la triple opción: pagar, cárcel o suicidio.
 
El Padre Báez.
 
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De agradecer, y más si viene de una mujer:
 
Buenos días Padre!

No siempre puedo leer sus mensajes, y de los que puedo siempre me quedo con algunas verdades. Comparto con usted ciento por ciento lo de nuestra tierra y también el abandono de la misma. Con su permiso voy pillando salmos y otros datos de interés y los mezclo también con mis comentarios.

Todo mi cariño y respeto por siempre.
Dña María Del Pino P.

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