miércoles, 13 de febrero de 2013

Popurrí 500 y Una bomba en el campo.

POPURRÍ 500
En el Año de la Fe (124): En la Fe, se adelantaron los filósofos a los religiosos (teólogos).

Al habla el historiador (124):

Los que no se retiran, son...
... los políticos, algunos van a morir en la poltrona. Son, más que el Papa. ¡Ya le imitaran!

Ningún político...
... imita al Papa.

Desgraciadamente, los carnavales, ocupan más páginas que lo del Papa...
... y por supuesto el fútbol.

Fútbol y carnaval...
... carnaval y fútbol, son los dos elementos embobecedores e idiotizantes de una sociedad a la que se le come el seso o el coco.

Pasa, como con los perros...
... en lugar de cabras. ¡Qué pena!

Menos mal, como los turistas del mundo vienen a ver nuestro carnaval...
... incluido el de perros y cuerpos pintados (5 participantes), salimos de la crisis.

Por supuesto mientras haya fútbol y carnaval...
... como que el hambre y el paro, y otras miserias, como que no existen. ¡Qué bien!

Seguro, que más de uno, ya ha desayunado con carne, y...
... en Cuaresma, eso no se hace hoy, ni los viernes de estos cuarenta días.

Además, hoy es día de ayuno...
... a ver si se entera más de uno, y lo que deja de comer lo dan a los que no tienen qué comer.

Terminado “oficialmente” el carnaval con hoy miércoles de ceniza...
... a ver si rezamos un poco más, entre otras prácticas religiosas y espirituales.

Por ejemplo...
... leer más y cada día algo del Evangelio (o Biblia).

Un simple recordatorio...
... que nunca viene mal. ¡Digo!

¿Qué se juegan, que...
... quieren un Papa “progresista”? ¡Pobrecillos, no entienden de eclesiología, nada!

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“... devuélveme la alegría de tu salvación...! (Salmo 50).

“... y me alegro con mi Dios..., la alegría que encuentra el marido con su esposa...” (Del cántico de Isaías).

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Una bomba en el campo:

Crece el paro; no dejan cultivar ni cuidar de los animales; las multas hacen que la inestabilidad vaya en aumento, los distintos ejércitos (bomberos, miedo ambiente, seprona, etc.), fuerzan a abandonar la fuente de la comida y del trabajo: el sector primario. El gobierno solo habla de turismo, como si produjeran algo, y mientras la tierra toda reservada para las tabaibas. Son como terroristas buscando al pobre y arriesgado campesino; la isla está dominada por el miedo. Se lucha por poder hacer un surco y poder comer de la tierra, sin que dejen hacerlo. Domina el terror y la miseria. La paciencia del campesino se va colmando, pero la pobreza crece más y más, sin parar, y a más. Crece la incompetencia de una política que prima el cultivo de pinos, cardones, retamas, etc. Todo esto puede estar generando una mezcla de amargura, y violencia, a punto de estallar. Nadie dimite, ni se retira para que entre gente joven en la política; siguen los que nos han traído a esta situación, que mantienen y repiten. Nada hacen para salir de la crisis y el paro, solo hablan de campos de deportes. Del campo-campo, ni media palabra. La prensa y los colectivos (sindicato, universidad, militares, la Iglesia, etc.), nadie dice nada sobre la actividad única que nos sacaría del hambre, el paro, la crisis, etc.). Nos domina el terror y el miedo; los dueños de todo es el cabildo con cercados y fincas vacías llenas de maleza, que compran, para inutilizarlas. Solo buscan comprar tierras, para acabar con la agricultura y ganadería y plantarlo todo de pinos. Todo son leyes ridículas como las de prohibir rehacer una pared de un cercado que se caiga, para que no se vuelva a cultivar en ella, por ejemplo. La prensa no deja de regalar cubiertos para comer, sin comida. El hambre ya se pasea por las casas y se nota en las caras. No tenemos líderes que nos guíen hacia la salida, abriendo el campo y sus cultivos con ganados. Y nadie reclama nada; todos callan y aceptan como sagradas las imposiciones gubernamentales. Nadie libera el campo, cerrado con siete candados, todo vallado, y prohibido vallar si plantas unas lechugas. La dependencia es al cien por cien del exterior, sin que nada produzcamos, ni exportemos, solo carnaval. Nadie media, ni intercede ante la administración un respeto y nos dejen cultivar y pastorear, sin una vigilancia las veinticuatro horas del día-noche. Nadie interviene a favor del campo. El campo puede acabar con la paciencia del aplatanado campesino y surgir lo imprevisible. ¡Tiempo al tiempo! Esto, tienen que estallar de alguna manera. Se está reprimiendo demasiado, y no aguantando más, se pueden cometer locuras, disparates, movimientos...

El Padre Báez.

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