domingo, 10 de febrero de 2013

POPURRÍ 497:
En el Año de la Fe (121): Una frase hecha: “Creo, Señor, pero aumenta mi Fe”.

Al habla el historiador (497):

Al parado tabaibero, no hay que darle dinero...
... sino un cacho tierra y que la cultive. ¡A ver si se enteran de una vez!

Para volver o seguir en el campo...
... no hace falta formación (que los deforma y encima se quedan con dineros de los cursos innecesarios).

No está bien que la fiesta de 4.000 máscaras...
... la tenga que soportar 1,000.000 de personas decentes.

Lo malo o peor del asunto, es que están inculcando el bicho del carnaval...
... a menores, a escolares, con lo cual el futuro va a ser de aunténtico caos.

Incendios a examen...
... soltando el ganado –aún el poco que queda- no habría uno más.

La Luz (el Puerto), solo importa contenedores con comidas y otras...
... pero no exporta, absolutamente nada; los barcos se vuelven vacíos.

En asuntos de ganadería, sigue preocupando más, liberar tortugas...
... que hacer lo mismo con las cabras. ¡Qué pena! Están ciegos.

Ya no hace falta ir tan lejos a apadrinar un niño...
... lo pueden hacer aquí, y darle el desayuno cada día (la única comida).

Pero sobra dinero para forrar todas las carreteras de mallas, cual gallinero gigante e insular...
... y paredes sin venir a cuento con cemento en todas las orillas de las mismas.

Mientras no desaparezca el miedoambiente y el seprona del campo...
... imposible cualquier plan de empleo, pues no hay otro que el campo.

El gobierno calla a La Provincia/Diario las Palmas, con...
... una página en blanco cada sábado de publicidad sin contenido alguno. ¡¡Comprados!!, ¿qué van a decir?

Apoyan por tanto las páginas pornográficas, con invitaciones obscenas...
... de autentico descaro xxx. ¡Vaya gobierno!

Todos hablando del carnaval...
... y nadie de la Cuaresma, que le dio vida y existencia.

También nos comen el coco, con la introducción fija del baloncesto...
... por si con el fútbol había poco.

-----------------------------

“... que tu pueblo se alegre en la paz...” (De las preces de las Vísperas).

“... te ofrecemos, humildemente, dolor, trabajo y alegría...” (Del himno de Completas).

“... has puesto en mi corazón más alegría...” (Salmo 4).

“... la celebración del domingo nos llene con la alegría...” (De la oración de Completas).

“... es domingo; la alegría del mensaje de la Pascua...” (Del himno de Laudes).

“... este es el día en que actuó el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo...” (Salmo 117).

----------------------------------------------------------------------------------------------------------

La nueva “guardia civil” en el campo:

No, no se trata de un nuevo cuerpo de la benemérita, ni una nueva sección de la misma; tampoco, que se haya renovado o actualizado, ni que en el campo tenga ningún cometido -a saber-. Recuerda uno de niño, que aquella guardia civil de tricornio y capa al viento, de estampa muy de otros tiempos, de la que por autentico miedo y terror, todo el mundo huía de ella, y se escondían; de cruzarse con ella por el camino, se cogía una vereda distinta o se daba un rodeo, y hasta se volvía de donde se iba. Tanto era el pánico, que te podían echar por delante, y la amenaza mayor que se oía era: “¡que se lo digo a la guardia civil!”, y era la que dirimía pleitos y daba razón, y también porrazos. Pero, nada de esto es lo que les quería y quiero contar, sin olvidar, que un servidor, niño, y antes de ir a la escuela nacional, ya sabía leer y escribir -¡cosas de las madres de entonces!-, y ellos me requerían para que les firmara el parte en el que se verificaba ante el cabo o sargento, ciertamente habían estado por la zona o lugar, razón ésta por al que nunca les temí, salvo el respeto sin más que inspiran, que lo que les vengo a contar es lo siguiente: cuales guardias civiles de otros tiempos -idos afortunadamente-, tenemos quienes le emulan y hasta le superan en eso de patear –aunque van en coche- los del miedo ambiente, que asustan y dan más miedo, terror y pánico, que los citados, huyendo de ellos en cuanto los atisban y se les mira por si están o asoman, al hacer algo, no sea te sorprendan con la mano en la masa; es decir, cogiendo un puño de hierba para la cabra, plantando algo, limpiando un camino para poder pasar, o levantando una piedra caída de una pared. Terror y pánico (repito) dan estos del nuevo cuerpo cabildicio, que ayudados por una sección de la guardia civil -el seprona-, les hermanan con el pasado y al presente tienen a la gente con el corazón en un puño, dado que la broma de sus multas es algo que clama al cielo –tal es el afán recaudatorio, que por nada, te multan astronómicamente-, sin que la razón y la lógica medie de por medio, toda vez que en la interpretación de leyes y normas, son tan estrictos y al pie de la letra, que a pesar de la de billones y billones de tabaibas –pongo por ejemplo-, que lo copan ya todo, si te rozas por una de ellas, y le retiras o quitas un gajo, ya estás perdido, porque protegida la tabaiba –entre otras hierbas y arbustos -llamados por el vulgo “basuras”-, se te cae el pelo en la cárcel o tienes que vender cuanto tengas para satisfacer las ansias recaudatorias del cabildo, que sin aflojar un punto, y sin atender a alegaciones, se ratifican en lo multado, de forma férrea e inamovible, arruinando y parando el campo –entiéndase el campesinado- que no se atreve a dar un mochazo, a cortar una caña, ni una zarza, por más que se les enreden entre las piernas, por mor y miedo a la que se le puede venir encima de mano de esa “nueva guardia”, que imita la del pasado yendo todavía mucho más lejos que la antecesora, que jamás pudiéramos soñar, les emularan y ganaran en esto de apretar a sus semejantes de forma abusiva y canallesca, pues la primera te podía meter en el cuartelillo, que lo que son éstos, te meten en la cárcel; aquellos, te podían dar una paliza, que lo que son éstos te quita tus propiedades para cobrarse si no les pagas, y te dejan sin nada, y todo por podar un árbol –pongo otro ejemplo-, cuyas ramas te impiden entrar y salir a tu propia casa, y en tu patio sin permiso. Y ¡nada de quemar, por más protección o en bidón metas lo podado previo haberlo partido!, porque la remotísima posibilidad de un incendio donde no hay nada que arda y la manguera de agua al lado, sirva como atenuante, o freno, sino que haberlo hecho sin permiso, es la justificación para una multa descomunal y elevadísima cual si un crimen o asesinato hubieras cometido. Es que sencilla y claramente, el personal campesino, está amedrentado, acobardado, asustado, temeroso, viviendo sin poder vivir, viviendo con el alma en vilo...

El Padre Báez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario