jueves, 3 de enero de 2013

Popurrí 459 y Echando la vista atrás

POPURRÍ 459:
En el Año de la Fe (83): La Fe, es un combate muchas veces a ganar. Tenemos muchos enemigos.


Al habla el historiador (459):

1) Lo de Don Lorenzo Olarte, es de premio...
... por el caso que ha destapado. Sin embargo...

2) Pues, por ello, el cargo y/o puesto de Don Lorenzo...
... lo perdió.

3) Echen a Don Lorenzo, de su cargo...
... ¿a quien, accidentalmente pondrá Bravo para cubrir su baja si se produjera, y es lo más probable, por ser sincero y decir la verdad (presuntamente)?

4) Al respecto, creo hay unos Estatutos, que...
... contempla esa situación.

5) ¿Y qué dicen esos estatutos...?
... pues: ¡¡que tiene que ser el Sr. Domínguez!!

6) Y ello, a pesar de que Don Lorenzo, lo ha dejado y dicho públicamente bien claro...
... sigue descubriendo continuamente nuevas irregularidades delictivas.

7) ¡Vaya papa caliente tiene Bravo sobre la mesa, por andar con tránsfugas...
... si pone a Domínguez...

8) ¿No sería como aquel que puso al zorro a cuidar las gallinas...?
... o como se dice en nuestra tierra: ¿poner el hurón a cuidar la madriguera?

9) ¡Echó Bravo a Olarte...!
... ¿y pondrá (accidentalmente, como manda los Estatutos) a Domínguez? Veremos.

11) Son cosas que solo pasan en Repúblicas bananeras...
... y en nuestra pisoteada tierra tabaibera.

12) Y, conociendo a Don Lorenzo, estoy seguro, que guarda todavía...
... la sorpresa mayor (por desvelar, pero que lo hará, ¡seguro!)

13) Olarte, no miente (presuntamente)...
... y matan al mensajero. No esperó a lo que dijera la Fiscalía.

14) ¡Se acabó la investigación...
... muerto el perro, se acabó la rabia!

15) El muerto ahora, es Bravo...
... que sigue con un presunto, y ya fuera del partido que representaba.

16) Olarte, uno de los pocos políticos más honesto...
... austero y pobre. No imputado, como tantos o todos.

17) Juan Domínguez, ni dimite...
... ni Bravo lo echa o cesa (lo dimite).

18) La institución cabildicia, queda más que tocada...
... si ya venía mal, ahora a peor.

19) En lugar de premiar a Olarte...
... se le castiga. Un presidente, contra el que fue PRESIDENTE-Pte.

y 20) Precisamente, hoy día 3-1-13, en el Programa “¡Buenos días, Padre!” en Radio Aventura. Siglo 21 (FM 107.8), a las 11,00 horas entrevistaré...
... a Don Lorenzo Olarte Cullen. No se lo debieran perder (se repite a las 20,00 horas).

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“... cantemos..., con alegría...” (Del himno de Vísperas).

“... que se alegren siempre...” (De las preces de Vísperas).

“... acudamos alegres...” (De las preces de Laudes).

“... entonces lo verás, radiante de alegría...” (Del libro del profeta Isaías).

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Echando la vista atrás.

Sí, valoremos nuestra historia más reciente. Hagamos memoria; recordemos. Vayamos más allá del tiempo. Entonces... Acerquémonos y reflexionemos. Había calma y sosiego; puntualidad. Valores. El tiempo ha pasado. Atrás quedan muchas horas, dedicadas a Dios y a los hombres, al trabajo. Todos tenían oficio. Los niños jugaban a ser mayores. Nos criaron con gofio. Había pudor. El poder no estaba corrompido. Había ilusión. La gente tenía dinero. Se vivía en familia. La moral era elevada; el término “corrupción”, no se conocía (ver diccionarios de setenta años atrás [un servidor pasa ya de los 65]). Los niños jugaban (lo repito). En las casas había calor de hermanos. Todo el mundo cuidaba la tierra, y de ella: las papas, los tomates. No había hambre. Casi no había coches, y se caminaba mucho, mucho. En todas las casas había un gallinero.  Se hacía el servicio militar (escuela de valores [un servidor por ser estudiante de teología, estaba dispensado]). El trabajo sobraba. Se compartían: escuela y cabras. Se llamaba de usted, hasta a las madres, y por descontado a toda persona mayor; nunca se estaba entre conversaciones de mayores. Los padres y los maestros enseñaban. Había respeto y educación. Hay muchas anécdotas, imposibles contarlas todas (en este caso: ninguna). Fuimos muy afortunados. Fue, una época maravillosa. Otros, miran hacia atrás, con rencor, con odio: no los entiendo. La “Navidad”, eran dos días (no dos meses como ahora la “navidad”). Casi todo eso: murió. No nos faltó de nada. Por eso, precisamente en mi jubilación, soy muy feliz, y vivo ese júbilo, paz y alegría que emana de un ayer muy hermoso. Sí, pasa el tiempo. Pero el tiempo, no se acaba, sigue. Y es, que aquel niño que fui, sigue dentro de mí.

El Padre Báez.

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