En terreno de cultivo,
tabaibas y un eucalipto…
“… como sueña el hambriento que come, y se despierta con el
estómago vacío…” (del libro de Isaías
29, 1-8).
“… el suelo echa sus brotes, como un jardín hace brotar sus
semillas…” (del libro de Isaías 61, 11).
…
tenemos la mejor tierra del mundo, la que mejor cosechas de lo que sea da, y
ello como para tupir o hundir mercados (propios y extraños), pero no… que de
plantar de todo o de lo que se quiera, ya con el solo hecho ese se crearían
miles de puestos de trabajos para gente que saldrían del paro de inmediato. Pero
se empeñan en que la tierra no se toque, y estos granujas -por tratarlos con
delicadeza- nos traen todo lo que comemos de fuera, en toneladas y millones de
kilos que nos empobrecen y enferman.
Basta con echar una mirada al puerto de la oscuridad (¡perdón!, quise decir: de la luz), para ver montañas, calles,
murallas, bloques, etc. de millones de contenedores que nos arruinan y matan
(los engordan a ellos, a los políticos que mal nos gobiernan [gobierno, cabildo,
ajuntas, comercios, etc.]), con papas y otras hortalizas, que nos paran y nos envenenan. Nada
tendríamos que importar si tuviéramos una política agraria y ganadera propia,
como sucede en Madeiras, donde no se ve un solo barco en sus muelles llevándoles
basura, que ellos comen de lo que producen, e igual debiera suceder aquí, como
fue hasta hace medio siglo atrás, pero le dieron por el turismo y la
construcción, se abandonó el campo, se ha repoblado de basuras protegidas, y
ahora no te lo dejan ni tocar; mientras otra cosa no hacemos sino importar,
importar, importar… y los tabaiberos (antes canarios), de brazos cruzados –no
rezando, sino viendo fútbol y balón cesto del cabildo que así nos entretienen en
lugar de permitir el cultivo y la ganadería-, el pueblo en paro, y sin
perspectiva de salir del mismo, sino a más y a peor. Y, si algún atrevido o
desesperado, le da por plantar algo (comprando la carísima semilla), ya sean
papas o cualquier otra verdura u hortaliza, ¡o se la come él solito y su familia
a reventar, o la tiene que tirar, y a veces ni vale la pena sacarlas de la
tierra o cogerlas, dado el precio con el que tiene que competir, porque es que
traen toneladas sin cuento de eso mismo a precios casi regalados, con lo que la
ruina y el no volver a intentarlo. Y es que si en lugar de importarlo todo, lo
plantáramos todo, tendríamos mejores alimentos y a los parados trabajando
(mataríamos dos
pájaros de un tiro, pero nos matan antes a hambre y veneno). Y crece el paro. Y
ahí está nuestra tierra, comida por las tabaibas y ¡hasta eucaliptos (véase de
nuevo la foto, pertenece al Barranco de Azuaje en Moya, pero la isla toda está
así), y justo ahí se cultivaba papas y otros productos, y árboles otros muy
diversos, y no precisamente eucaliptos invasores protegidos, al igual que las
malditas y amargas tabaibas. Nótese en la foto, la acequia del terreno, y cómo
por el barranco el agua se va al mar, y no precisamente a aljibe, estanque,
presa o depósito alguno (luego la sacarán del mar, otra vez, pero ahora con sal
que envenenará la tierra por siempre). Y es que nisi quieran son capaces de dar
al turista un paisaje digno, con alimentación, sino con basuras protegidas. Y
los millones que vienen de fuera en ayudas para que las madres arranquen hierbas
de las orillas de las carreteras -sus hijos en edad de trabajar en casa con 25 o
30 años- y luego bolsas verdes en cunetas tres meses con un fondito de hierba
arrancada y vuelta a nacer de inmediato, sin que redunde en bien alguno ese
dispendio multimillonario, bien repartido entre ellos mismo buscando votos. Y
eso sí, algunos cursos, pero ningún sabio del campo enseñando, sino ingenieros y
técnicos engañabobos, que los mandan al paro según acaben sus clases, en lugar
de ponerlos con los pocos ancianos que nos quedan, para que aprendan de verdad y
se auto-empleen en tantas tierras vacías y abandonadas, y solo entregadas la maleza y basura, pero mientras tengan todo
protegido, nada se podrá hacer. Pues si alguien desesperado se arriesga a
plantar algo -pongamos que papas- se arruina, no se las quieren ni pueden
vender, porque les tupen el mercado con papas de fuera, mucho más baratas, y
este desgraciado arruinado, porque hasta la semilla que compró lo arruinó por lo
caras que eran, encima. Y las ayudas nunca le llegan al que planta sino al que
importa; ¡encima, el dinero para los de fuera por traernos comida basura y
envenenada! ¿Es así como vamos a salir del paro, de la crisis, del hambre? Vamos
a más de todo eso y a peor, nos engañan con salidas pero muy a largo plazo, pero
solo unos pocos. El sector primario, crea empleo, si el sepro, el miedo y el
cabildo lo permitieran, pero como los tres que son uno (como Dios), te vean
tocar la tierra, te tocó la lotería, porque la multa no va a ser moco de pavo,
sino que te puede costar -como a tantos ya- la vida por suicidio, al no poder
pagar astronómicas cifras por intentar comer de la tierra o tener unas
gallinitas (¡no ya una cabra, que esos son asuntos mayores!). Es decir, nada
producimos y todo lo que comemos viene de fuera. Las tabaibas –que dan leche,
pero ni se toma ni se hace queso con ellas-, ni las toque. El queso, ¿de qué
cabras, ovejas o rebaños, cuando no se ve un animal en la redonda isla que nos
toca mal vivir? Vuelva a ver la foto y vea lo que cosechamos: tabaibas y
eucaliptos. No nos crean empleo en la tierra, y comemos
química…
El Padre
Báez.
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Si añado algo, lo estropeo.
Es de José Ramón Moreno (Tamarán):
Buenas Noches:
Padre Báez, Procure hacer un
hueco un fin de semana y se viene al barranco de Azueje y verá, los terrenos
que fueron labrados a pico y pala por nuestros ancestros, grandes parcelas que
estaban plantadas de preciosas plataneras y otras hortalizas, ahora están abandonadas, llenas de
tabaibas, porque el maldito kabildo, mejor dicho la mafia política que
ocupan los kabildos le han hecho la vida imposible a los agricultores y ahora
las tabaibas son una especie autóctona protegida...
Llueve y se pierden millones de metros cúbicos
de agua en el mar y no se recoge para poder cultivar la tierra, para que podamos
producir nuestros alimentos y vivir con un poco de dignidad… Porque primero
están los negocios sucios de "los pobrecitos" que controlan lo
que entra por el
muelle...
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