Agricultura por tabaibas…
“… Adán comió del árbol… me
ofreció del fruto y comí… y comí…” (del libro del Génesis 3,
9-15.20).
“… para tomar venganza y
aplicar el castigo… sujetando a los reyes con argollas, a los nobles con esposas
de hierro…” (del salmo 149).
“… los tribunales de
justicia…” (del salmo 121).
“... que comáis el pan de
vuestros sudores...” (del salmo 126).
… es lo que nos han hecho
estos malandrines del carajo. Y pensar, en el floreciente y rico caudal agrícola
donde todo era cultivo, siembras, plantaciones, cosechas y fijo en la tierra
todo el mundo pegado, pues de ella dependía la economía, la vida, el trabajo, la
alegría, y esperanza, todo se ha ido al garete, como logro de un cabildo
malogrado, que solo ha buscado comida y alimentos fuera, para llenar sus arcas a
costa de matar cultivos, agro y campesinado. Todo lo ha llenado de tabaibas, sin
dejar espacio para nada. Y, ¿cómo olvidar aquellos camiones de mi infancia que
bajando de las cumbres (Tejeda, Las Lagunetas, Artenara, etc.), pasaban
rebosando sacos de papas, de coles, de frutas al mercado, fijo un día y al otro
también, y se sembraba y se cultivaba y se vendía y había vida y trabajo, pues
hasta lo más mínimo en cercado estaba plantado y regado, cultivado y cuidado? Se
aprendía desde niño las labores del campo, y hasta con canutos de cañas
jugábamos a vacas en el establo, con cuatro palillos de patas y dos de cuernos,
que era un encanto, y reflejo de lo que se veía y se reproducía en juegos y
luego al cuidado, donde las madres hacían de ganaderas y agrícolas si los
esposos tenían otro trabajo, que no dejaban el primero aunque de noche fuera
añadido lloviera o tronara, con viento y en secano, que la vida era la tierra y
su cuidado, pues de ella dependía la economía y la comida, por eso todos en ella
entregados, que felices se vivía y así lo demostraba los cantos ya fuera del
pastor o del que araba con sus toros enyugados. Felices años de la infancia que
perdidos en años, se fueron también estos trabajos que nos han traído al paro y
al hambre, porque lo que en otros tiempos y siempre así fueron, ya acabaron y
cuyo comienzo tuvo en el último tercio del siglo XX pasado, justo cuando
finalizó o acabó, lo que siempre se hizo, para nada hacer ahora sino tener
hambre y los brazos cruzados, esperando nos traigan de fuera lo que nos arruina
y nos mata, pudiendo sacarlo de la tierra que encima es la más privilegiada por
clima y tierra del mudo, y la tenemos dada o entregada toda a una planta maldita
que nos envenena y mata si quisiéramos tomar su leche, que ningún bien tiene y
todo ella lo llena, con defensa de dos ejércitos al mando y ordeno del cabildo
que vigila nada se plante, ni animal alguno haya sino perros por todos lados,
sin otro animal lechero, que para leche con la de tabaibas tenemos de sobra y
estamos bien servidos, aunque de nada nos sirve porque de ella nada se saca,
sino que seca la tierra a su paso y se extiende como aceite por llanos y
barrancos, cercados que en otros tiempos eran de papas, millo o coles hoy solo
tabaibas tiene. Es decir: después de una época gloriosa, nuestra agricultura de
siempre a nada ha pasado, pues se acabó o se terminó hace ya en torno medio
siglo.
El Padre
Báez.
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En la línea de un
servidor:
… así es, la cesta de la
compra de frutas y verduras frescas y otros alimentos está el doble que en
muchos sitios peninsulares.
La cosa es que ya no es
ESPAÑA... son los nuevos caciques politiqueros y sus funcionarios para chupar
tasas de entrada, y los importadores de siempre forrarse... Y MANTENER UNIFORME
y plano EL PAISAJE AGRO-SOCIAL RURAL (TABAIBAS como Usted dice...) y a comer
cemento, O PETRÓLEO.....
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