Mentiras tabaiberas…
“… apacienta el rebaño, su
mano lo reúne. Lleva en brazos los corderos, cuida de las madres…” (del libro
del profeta Isaías 40, 1-11).
“… un hombre tiene cien
ovejas…” (Jesucristo Mt. 18, 12-14).
“… intriga… rechina… asestan…
para abatir… para asesinar… espía… (del salmo 36).
“… la acequia va llena de
agua, preparas los trigales, riegas los surcos, iguala los terrones, la llovizna
los deja mullidos… las praderas se cubren de rebaños, y los valles se visten de
mieses…” (del salmo 64).
“… apacentaré mis ovejas… las
haré sestear… las apacentaré debidamente…” (del libro de Ezequiel 34,
15-16).
“… devoran a mi pueblo como
pan…” (del salmo 52).
… las de las llamadas políticas activas, por más que
publiquen en el BOE, de donde mama la Consejería de Economía con dineros que les
envían que no benefician a uno de cada tres parados, es decir a cien mil de
brazos cruzados. Lloran los de aquí, pidiendo dinero a Madrid, a saber para qué
de empleo, que mienten como bellacos. Y en ello muchos millones (sobran poner
números), porque es mentira que esos millones desarrollen política activa de
empleo alguno. Repito: ¡es mentira cochina! Piden y quieren dineros que lloran a
Madrid, para regalar dinero por no hacer nada útil a los amiguetes, sin
beneficio para la Comunidad, porque salvo arrancar hierbas, que por natural de
la tierra tiene que hacerlo y por más que las arranquen vuelven de inmediato a
salir, eso no beneficia a nadie salvo que cobra por no hacer sino el tonto, sin
que eso redunde en formación ni en bien para nadie, pues hacen el tonto, sin
más. Fondos millonarios que se tiran sin poner en marcha nada sino la
idiotiazación de la masa. No crean trabajo, ni nada hacen que sea realmente
trabajo, sino un juego y entretenimiento, para que todo siga igual, o peor, sin
otro resultado que cobrar por no hacer nada. Eso sí, se llenan de palabras
huecas como “confederación sectorial de empleo” o leche de cacharro, o
“comunidades autónomas y ministerio de empleo”, que no emplea, pues no
cualifican, ni hay continuación. Fondos que transfieren y como el término indica
caen en un pozo sin fondo. Dineros tirados en nada o para nada, sin resultado
alguno (salvo cobrar por no hacer nada, sino el pato o el tonto: arrancar
hierbas, ¡no te digo! ¡Vaya trabajo en empleo de continuidad!). Y a eso lo
llaman: “empleo, energía y comercio”, dineros para lo que llaman
eufemísticamente “programas”, ¿qué programas?, ¿arrancar hierbas?, ¿eso es un
programa? ¿Por qué no arrancan tabaibas?, ¿eh?, ¿por qué no tabaibas y retamas?,
¡no señor!: arrancan hierbas. ¿Se las echan después a alguna cabra, o la ponen
al sol para pasto? ¡Ah babiecas del carajo! ¡Cómo engañan estos bellacos -por no
decir algo más fuerte-! Miren qué términos: “recursos procedentes del estado”,
para “políticas activas”. ¿No queda claro? Pues, eso: palabras bonitas vacías de
contenido real o efectivo: no plantan nada, sino arrancan hierbas (pero no
tabaibas y retamas y otras basuras, sino hierbas). Es mentira, que arrancando
hierbas, nadie -absolutamente nadie- se forme para emplearse con esos dineros en
muchos millones que caen en saco roto, y seguro van a seguir parados y a esperar
otra vez los llamen para lo mismo, y a peor la enfermedad, pues nada remedian ni
hay progreso ni empleo a continuidad, es un engaña bobos o simplemente mentiras.
Mentira cochina hayan empresas algunas que después contrate a nadie de los que
hayan hecho programas de arrancar hierba, porque si encima lo hacen después los
coge el Seprona o el miedo ambiente y lo que cobraron no les alcanza para la
multa, así que es de demencia y mentira burda y gorda. En resumen: no se forma
nadie, por más millones que se gasten en ello y ellos. Mentiras: cursos para
desempleados que después siguen en el desempleo (¿es un curso arrancar
hierbas?)…
Perdón: se me (o: me se) olvidaba: las hierbas las
arrancan con guantes, y con gorros de albañilería, y con monos (móvil, cigarros,
idas y venidas, hora de la comida, cháchara entre ellos, hacer sus necesidades, etc., etc.) A eso llaman
cursos y programas…
El Padre Báez.
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Este, hasta parece sincero, y no lo
dudo:
Padre
Báez, un buen día... ya empiezo a leer algo de nuevo el tema de las tabaibas que
me había cansado, así es uno de flaco.
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