flora

La flora tabaibera…

 

“… brotará un renuevo del tronco… un vástago florecerá de su raíz… el cordero… el cabrito, el novillo… la vaca… el buey…” (del libro del profeta Isaías 11, 1-10).

 

“… se han corrompido cometiendo execraciones, no hay quien obre bien… todos se extravían igualmente obstinados, no hay uno que obre bien, ni uno solo… devoran a mi pueblo como pan…” (del salmo 13).

 

“… que no tengan de qué acusarnos…” (de la primera carta de san Pablo  los de Corinto 1, 7b-9).

 

“… me persigue a muerte… empuja… me confina… recuerdo los tiempos antiguos… me falta el aliento…” (del salmo 142).

 

“… estad alerta… vuestro enemigo… ronda buscando..,” (de la primera carta de san Pedro 5, 8-9).

 

… es tan importante, que ella nos da de comer y trabajo, por eso su difusión es total y sin freno. Los investigadores pasan de las papas, el millo y las coles, para ocuparse de tabaibas, retamas y escobones, que son muy ricos fritos, sancochados y hasta crudos.

// Nuestra flora es tan rica y variada que otra cosa no cabe hacer sino protegerla, cuidarla, mimarla, y pasamos de las hortalizas y verduras comestibles, porque con admirar y contemplar la flora protegida y defendida por el miedo y el sepro (el cabildo), somos felices y vivimos contentos por la protección de estas llamadas por los campesinos “basuras”, y son los sabios del campo los que las califican así. // Dado que la cosa es así, que nos enriquece flora tan rica y variada, hay que multiplicarla y no dejar espacio para lo que tradicionalmente nos ha dado de comer: trigo, cebada, papas, centeno, archita, millo, etc., y esto hay que difundirlo para que los campesinos se enteren de una vez y no ataquen a la flora sino que la deje expandirse por sus terrenos y cercados, lomas y terraplenes, barrancos y laderas, todo para la flora, y la comida que nos las traigan de fuera. ¡Toma! // Y es que la cosa de nuestra flora es tan científica, que hay que protegerla a toda costa y cueste lo que cueste, y hay que desaparecer todo atisbo de agricultura que amenaza el espacio requerido de tanta y tan rica flora. ¿Comeremos flores?, pero es que ni eso, la flora no da flores, sino hojas y amargas como chochos y protegidas, por más que fueran dulces, ¿quién se atreve pagar multas por ello? // Para los macacos que nos gobiernan, lo prioritario es conservar la flora, que la cosa humana no interesa, ésta que se muera y nos matan con venenos traídos o importados de fuera. Y así la cosa, los ignorantes campesinos, deben aprender que la flora es primero y principal, y para ello van a aumentar la vigilancia para detener y multar a todo aquel ignorante de flora que la ataque, con multa y cárcel. // Que aquí lo prioritario y más urgente es conservar la flora, que a pesar de su abundancia -ya masiva- hay que repoblar los lugares por donde no se han expandido naturalmente y para ello cercados y cadenas, y todo la isla para la flora, y comer de lo que nos llena de cánceres que nos enferman y matan para que viva la flora y les vengan ayudas que se reparten. ¡Ah canallas! // Flora y más cuentos, con tal que nada se plante de comida en la tierra dada o entregada a la flora. Nos repueblan de flora y de pinos ¡y fuera castañeros, nogales, higueras…! Y toda vez que las cabras son su amenaza, ¡fuera las cabras, que leche y quesos también nos los traen de fuera! // Y nuestra flora, para tres quesos de Guía, que no llegan a mercado (y cogida la flora de noche y a escondidas, para que no te pille el cabildo con sus dos brazos: el miedo y el sepro (medio ambiente y el seprona). // Así que protegida toda la flora, queda desprotegido el habitante de esta isla que comerá las mierdas y basuras del mundo que les traigan, que aquí, damos la tierra a la flora. ¡No te digo! Esto es de… (dígalo usted, ¡coño!).

 

El Padre Báez.

 

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Uno de tantos…

 

No quieren Padre Báez, hoy oír que se puede exportar más tomates, porque hay demanda y así crear unos 10.000 puestos de trabajo; pero no hay sino obstáculos.