martes, 23 de diciembre de 2014

cañas

A las tabaibas, le siguen las cañas…

 

“… un toro… medio quintal de harina y un pellejo de vino…” (del segundo libro de Samuel 1, 24-28).

 

“… un animal…” (del salmo 72).

 

“… siembras año por año…” (del salmo 89).

 

“… los cercados…” (del cántico de Isaías 42, 10-16).

 

“… pastoreará…” (del libro del profeta Miqueas 3, 3).

 

“… su tierra en heredad… heredad... da alimento...” (del salmo 135).

 

“… el labrador aguarda paciente el fruto valioso de la tierra…” (de la carta del apóstol Santiago 5, 7-8. 9b).

 

“… la simiente… que…  hemos sembrado hoy, crezca y germine… la cosecha…” (de la oración de Completas del lunes).

 

… que sales a dar una vuelta por esta más que desgraciada isla, abandonada de las manos de los políticos que mal tenemos, que no saben la tierra debe dar la comida a la gente y trabajo a los mismos, que digo, das una vuelta o salida, excursión o de senderismo, en coche o andando y por mor de una necesidad entierro o funeral, que vas y sales y te desplazas por esta isla redonda y no ves sino -aparte de las tabaibas- sino cañas que devoran cercados, cadenas, bocados y fincas y ello primero por orillas y que se adentran y agigantan y se comen el terreno de forma impenetrable y justo donde antes papas, millo, calabaceras, y cuanto de bueno de la tierra salía y ahora el solo cañaveral, junto al tabaibal, que se comen y desaparecen toda tierra cultivable, llenas de carrizos y de leche amarga y envenenadora -protegidísima y multados con miles y millones de euros, por quitar una que molesta al paso o intentando limpiar un pisco de tierra para plantar algo, que da hasta pena y ganas de llorar al ver que hojas de cañas y carrizos eran comida de animales y por ello, como complemento en trastones, en orillas y en peores tierras, que ahora abandonadas éstas o entregadas a la protección de las plantas, se apoderan de toda la finca, terreno o lo que sea y camina por laderas y barrancos, caseríos y orillas de carreteras, que dan hasta miedo, por mor de una chispa, ¡y arde la isla!, y si no, ¡tiempo al tiempo! Y a la fuerza, velocidad y profundidad de sus llamas, a ver quién nos libra de la que está por venir, y todo por robar tierras al campesinado y darlas –o quedárselas- al cabildo protector, que declaradas según distintas denominaciones o clasificaciones, nada te dejan tocar, ni plantar, y a sus anchas, y sin freno crecen y se multiplican tupiendo pasos y entradas a fincas y terrenos, que dados a tabaibas y cañas, seríamos multimillonarios todos, si algún producto o provecho de ambas plantas -y de otras similares (todas ellas basuras en decir del campesino o/y pastor)-, sacaran, pero sin que provecho o bien alguno se siga de su proliferación feroz y emboscando la isla, ya habrá que ir pensando si antes canarias, ahora tabaibal, si no habría que volver a cambiarle el nombre por el cañaveral, porque si al menos fueran cañas dulces, tendríamos la industria del azúcar y otras, pero es que siendo cañas de comida de y para animales, faltando éstos, ¿de qué nos sirven -salvo para el fuego en su día-?, y no quiere uno jugar a profeta de malos auspicios o augurios, sino que viéndolas venir, solo el que avisa no es traidor, y puestos a arrancar hierbitas por las orillas de las carreteras en planes de estudios y planificación de títulos para futuros trabajos, arrancaran tabaibas y cañas, que tampoco, pues haría falta -dado el número incontable en millones de ejemplares- harían falta vuelvan los emigrantes que se marcharon a sus tierras de origen regresen los mismos y otros, pues si el fuego no se las come hay trabajo para muchos, muchísimos y ello en años, pues los carrizos, como las zarzas no son nada fáciles desaparecer, pues cortada la caña, si queda su raíz o carrizos en el subsuelo, cañas y más por venir, al ser podadas o limpiadas, que salen nuevas y con más fuerzas, y ello ningún perito (que no digo perrito), agrónomo e ingeniero vea venir por no contradecir los planes de sus amos (el cabildo), diga ni pío o esta boca es mía, ¡ah desgraciados!

 

El Padre Báez.

 

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 Por mí, encantado; ¿cómo no?, ¡si es un placer!:

 

HOLA PADRE BÁEZ, ¿QUE TAL? ESPERO QUE BIEN.

LE COMENTO: QUE AYER, ESTUVE EN CASA DE UNA DE MIS PRIMAS, EN TIRAJANA, Y HABLANDO... SALIÓ UD A LA PALESTRA, Y ESTA PRIMA ME HA DICHO, QUE SI UD LE PODRÍA IR PARA BENDECIRLE LAS VACAS.

LE COMENTO QUE SI NO PUEDE SER, NO HAY NINGÚN PROBLEMA. ES DECIR: SIN COMPROMISO ALGUNO.

DE PODER SER, YO LE LLEVARÍA MAÑANA O TARDE, CUANDO A UD LE VENGA BIEN, PERO EN LOS DÍAS, LUNES, MARTES MIÉRCOLES, VIERNES O SÁBADOS.

LE RECUERDO: SIN COMPROMISO ALGUNO.

UN CORDIAL SALUDO PADRE BÁEZ

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