Huerto familiar sin tabaibas…
“… no temas… No temas… los
pobres buscan… plantaré… olivos…” (del libro del profeta Isaías 41,
13-20).
“… los plantaste…” (del salmo
43).
“… y la trasplantaste; le
preparaste el terreno, y echó raíces… y sus brotes…” (del salmo
79).
“… te alimentarías con flor
de harina, te saciarías con miel silvestre…” (del salmo
80).
“... que haya trigo abundante
en los campos... que den fruto... y broten las espigas...” (del salmo
71)
“... el labrador aguarda
paciente el fruto valioso de la tierra, mientras recibe la lluvia temprana y
tardía...” (del apóstol Santiago 5, 7-8. 9b).
… para alimentarnos, es
cuestión indispensable volver al huerto familiar, y a falta de tierra, como en
los años 50, cajas en las azoteas, ventanas, pasillos, patios, etc., con coles
millo, papas, tomates, etc. para no pasar hambre; hay que recuperar y volver a
estas pequeñísimas unidades de explotaciones agrarias de tipología
exclusivamente familiar, olvidándose de la comercialización o venta de lo
cosechado y de extensas áreas de cultivo. Que ellos, sigan a su ritmo, pero
nosotros, no debemos abandonar nuestro pequeño huerto familiar donde de todo,
sea de la característica que sea; el asunto es comer o alimentarnos, y eso está
en nuestras manos hacerlo o no, y elegir el pasar o no hambre. Repito: hay que
recuperar la agricultura familiar. La importancia de la agricultura familiar es
tal, que si cada familia explotara la suya, se acababa la importación de la
agricultura macro de fuera que nos hunde en la pobreza y en el hambre, y de paso
nos mantiene en el paro. Por eso, más que importante es imprescindible volvamos
a ella como única salida del hambre y de la pobreza. Volver y recuperar la
agricultura familiar nos daría la seguridad de la alimentación que estaría
garantizada, y de paso mejoraríamos la nutrición al ser lo que comemos de donde
es nuestro propio barro (o cuerpo), y ello mejoraría hasta -de paso-nuestra
salud. Pero, no acaban con lo dicho las mejoras y beneficios de la agricultura
familiar, es que en ello va el cuidado del medio ambiente como consecuencia que
se deriva al tiempo que -y es otra- se ordena todo según el orden natural según
los propios recursos, pero que aún queda la mayor y es que con ella (la
agricultura familiar) se consigue el tan deseado desarrollo sostenible. Y no se
crea que solo pienso en el medio rural, que hay largos parterres, rotondas,
parques, afueras, al lado, etc., fácilmente convertibles en huertos (aunque no
siempre son los mejores sitios, que por descontado hay laderas, barrancos,
llanuras, lomas, y hasta montañas, a las que el paseo hasta ellas, para cultivar
sería el mejor complemento para la salud. Mucho le satisface a un servidor,
saber que esto mismo -aunque con otras palabras, pero muy parecidas por no decir
iguales aunque sí en el fondo y contenido- es lo que dice la FAO (la
organización de las naciones unidas para la alimentación y la agricultura), que
reconoce la gran ayuda que supone la agricultura familiar para la comunidad
internacional, por la seguridad que supone para la alimentación mundial y ello
porque cuantas más explotaciones familiares hayan y se suman a la producción o
explotación de alimentos o productos agrícolas, es como se gestiona las tierras
a nivel mundial, y es de ahí de donde sale la gran cantidad de alimentos que
consume el mundo, y es así como se garantiza la seguridad alimenticia del mundo,
que de paso se cuida así y con ella y se protege de paso el entorno natural y no
hay otro camino para acabar con la pobreza, o lo que es lo mismo la
subalimentación o la mala nutrición. Volvamos pues a los pequeños huertos
familiares, a estas explotaciones familiares, que tienen su entorno propio en
toda la isla, y no es nada difícil renovar, o innovar una mejor administración
al margen de las grandes macroeconomías, saltándose regímenes jurídicos
asfixiantes de venta y comercios, normativas y leyes, trazabilidad y otros
controles. Avalados por la ONU, la solución y erradicación del hambre está en
las explotaciones familiares, ella es la verdadera agricultura y el único medio
de cambio para obtener y tener segura la alimentación y erradicada del mundo la
pobreza o el hambre que viene a ser lo mismo. Padecer hambre es sinónimo de no
tener agricultura; con ella, con la agricultura -aún en esta dimensión familiar-
es la manera más cierta y segura de salir del hambre y la pobreza, mejorando
como dije antes la calidad y seguridad en la alimentación, se sostiene el
ambiente, se protege la tierra, se garantiza la producción necesaria, aumenta la
producción, se diversifica los medios de vida,
se sale de la pobreza, se sale del hambre, y saldríamos como dice el Papa
Francisco de la inseguridad alimentaria y malnutrición.
El Padre Báez.
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Habrá que pensarlo; es también, una muy buena
idea:
… muy bueno Padre Báez...
escriba un librito a precio popular sobre LA RUINA
TABAIBERA...
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