viernes, 12 de diciembre de 2014

huerto familiar

Huerto familiar sin tabaibas…
 
“… no temas… No temas… los pobres buscan… plantaré… olivos…” (del libro del profeta Isaías 41, 13-20).
 
“… los plantaste…” (del salmo 43).
 
“… y la trasplantaste; le preparaste el terreno, y echó raíces… y sus brotes…” (del salmo 79).
 
“… te alimentarías con flor de harina, te saciarías con miel silvestre…” (del salmo 80).
 
“... que haya trigo abundante en los campos... que den fruto... y broten las espigas...” (del salmo 71)
 
“... el labrador aguarda paciente el fruto valioso de la tierra, mientras recibe la lluvia temprana y tardía...” (del apóstol Santiago 5, 7-8. 9b).
 
… para alimentarnos, es cuestión indispensable volver al huerto familiar, y a falta de tierra, como en los años 50, cajas en las azoteas, ventanas, pasillos, patios, etc., con coles millo, papas, tomates, etc. para no pasar hambre; hay que recuperar y volver a estas pequeñísimas unidades de explotaciones agrarias de tipología exclusivamente familiar, olvidándose de la comercialización o venta de lo cosechado y de extensas áreas de cultivo. Que ellos, sigan a su ritmo, pero nosotros, no debemos abandonar nuestro pequeño huerto familiar donde de todo, sea de la característica que sea; el asunto es comer o alimentarnos, y eso está en nuestras manos hacerlo o no, y elegir el pasar o no hambre. Repito: hay que recuperar la agricultura familiar. La importancia de la agricultura familiar es tal, que si cada familia explotara la suya, se acababa la importación de la agricultura macro de fuera que nos hunde en la pobreza y en el hambre, y de paso nos mantiene en el paro. Por eso, más que importante es imprescindible volvamos a ella como única salida del hambre y de la pobreza. Volver y recuperar la agricultura familiar nos daría la seguridad de la alimentación que estaría garantizada, y de paso mejoraríamos la nutrición al ser lo que comemos de donde es nuestro propio barro (o cuerpo), y ello mejoraría hasta -de paso-nuestra salud. Pero, no acaban con lo dicho las mejoras y beneficios de la agricultura familiar, es que en ello va el cuidado del medio ambiente como consecuencia que se deriva al tiempo que -y es otra- se ordena todo según el orden natural según los propios recursos, pero que aún queda la mayor y es que con ella (la agricultura familiar) se consigue el tan deseado desarrollo sostenible. Y no se crea que solo pienso en el medio rural, que hay largos parterres, rotondas, parques, afueras, al lado, etc., fácilmente convertibles en huertos (aunque no siempre son los mejores sitios, que por descontado hay laderas, barrancos, llanuras, lomas, y hasta montañas, a las que el paseo hasta ellas, para cultivar sería el mejor complemento para la salud. Mucho le satisface a un servidor, saber que esto mismo -aunque con otras palabras, pero muy parecidas por no decir iguales aunque sí en el fondo y contenido- es lo que dice la FAO (la organización de las naciones unidas para la alimentación y la agricultura), que reconoce la gran ayuda que supone la agricultura familiar para la comunidad internacional, por la seguridad que supone para la alimentación mundial y ello porque cuantas más explotaciones familiares hayan y se suman a la producción o explotación de alimentos o productos agrícolas, es como se gestiona las tierras a nivel mundial, y es de ahí de donde sale la gran cantidad de alimentos que consume el mundo, y es así como se garantiza la seguridad alimenticia del mundo, que de paso se cuida así y con ella y se protege de paso el entorno natural y no hay otro camino para acabar con la pobreza, o lo que es lo mismo la subalimentación o la mala nutrición. Volvamos pues a los pequeños huertos familiares, a estas explotaciones familiares, que tienen su entorno propio en toda la isla, y no es nada difícil renovar, o innovar una mejor administración al margen de las grandes macroeconomías, saltándose regímenes jurídicos asfixiantes de venta y comercios, normativas y leyes, trazabilidad y otros controles. Avalados por la ONU, la solución y erradicación del hambre está en las explotaciones familiares, ella es la verdadera agricultura y el único medio de cambio para obtener y tener segura la alimentación y erradicada del mundo la pobreza o el hambre que viene a ser lo mismo. Padecer hambre es sinónimo de no tener agricultura; con ella, con la agricultura -aún en esta dimensión familiar- es la manera más cierta y segura de salir del hambre y la pobreza, mejorando como dije antes la calidad y seguridad en la alimentación, se sostiene el ambiente, se protege la tierra, se garantiza la producción necesaria, aumenta la producción, se diversifica los medios de vida,  se sale de la pobreza, se sale del hambre, y saldríamos como dice el Papa Francisco de la inseguridad alimentaria y malnutrición.
 
El Padre Báez.
 
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Habrá que pensarlo; es también, una muy buena idea:
 
… muy bueno Padre Báez... escriba un librito a precio popular sobre LA RUINA TABAIBERA...

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