POPURRÍ 589:
En el Año de la Fe (213): El arma más
fuerte (junto con el amor), es la Fe.
Mes de María.
13 de mayo.
Ella, con los pastores.
Al habla el historiador (213):
Que no, no se trata de ningún “parto”...
... que se trata de “pacto”. Pero, ¿para qué?
El
Padre Báez.
Si parto...
... que naciera un nuevo gobierno, y muriera
el cabildo. Pero, va a ser más de lo mismo.
Que no quieren emplear a nadie en el sector
primario...
... ¡y es el único que da empleo o
trabajo (con comida incluida). Pero está todo protegido.
Que no dice “golfo”, sino “golf...
... al menos se ve campos verdes. Pero
de césped, que no se come (¡y gasta agua por un tubo! Y todo por un deporte de
caderas y de pelotitas!) ¡Manda güevos!
Los que corren, alaban las bellezas de los
paisajes...
... ¡eso es mentira! Si corren, ¿cómo
van a contemplar paisajes? Pero nos engañan con esto y justifican que el campo
se usa: Sí, para correr.
Y a Las Palmas, ¿no le sobra lo de “Gran
Canaria?...
... ¿acaso se puede uno referir a otra
Las Palmas que no sea esa. Pero, lo hay a los que les gustan las precisiones.
¡Y gastar saliva! ¡No te digo!
Ahora, los políticos, no son políticos, son
sabios, son universitarios, son escritores, son conferenciantes, son muy
ilustrados, son científicos, escriben, y escriben...
... a no ser que tengan “negros” o
“Rodríguez”. Pero, ¡si lo de ellos no es escribir! Por Dios, hombre, que
administren, que gobiernen, y se dejen de escribir y enseñar, dando lecciones
(¡que nadie leen!).
¡Ah, me se olvidaba...
... cuanto más culto sea usted (o seas tú),
menos crisis habrá. Pero, ya sabe, si cultos, tienen que sacar el pasaje y
marcharse fuera.
Para cuidar los montes para que no ardan,
sobran militares, bomberos, el miedoambiente, el seprona, etc...
... solo hace falta pastores. Pero con el
ganado suelto.
Claro, que a los militares, para que no
jueguen a la guerra...
... habría que darles algún trabajillo
que hacer. Pero no cuidar los montes, que eso, lo hacen muy bien las cabras,
las ovejas, los burros, las vacas, etc.
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“... los justos se alegran, gozan en la presencia de
Dios, rebosando de alegría..., alegraos en su presencia...” (Salmo 67).
“... alégrese el cielo, goce la tierra, retumbe el mar
y cuanto lo llena...” (Salmo 95).
“... colma nuestra fe de alegría y de paz, para que,
con la fuerza del Espíritu Santo, desbordemos de esperanza...” (De las
preces de Laudes).
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¿Tiene salida el campo?
El Tabaibal, y en concreto el grantabaibal,
no olvida su pasado, pues éste, está en la memoria; y se recuerda, que medio
siglo atrás, comenzó a ser ocupado por el cabildo, y que con el miedoambiente y
el seprona controlando todo movimiento o acción en el mismo, no solo tiene
hipotecado el futuro, sino que sin riqueza alguna, y por tanto con ninguna industria, en la mente de todos, al cien por
cien, ronda la idea de qué vamos a vivir, si no tenemos que comer, ni dinero
para comprar lo que nos viene o traen de fuera. De dentro, no nos dejan cultivar
ni cuidar un animal, y de fuera, cada vez todo es más caro y más malo.
Manifestación de protesta al respecto, ninguna; sobre otras, todas. Todo
comenzó, con la invasión de los turistas, que comenzó a faltar la comida, poco
a poco y a más, hasta la situación presente. Antes, había trabajo fuera, y se
podía salir, pero ahora, ¿a dónde? Ahora, se vive con miedo (al seprona y al
miedoambiente [al cabildo], y con hambre. Y, actualmente, somos una isla al
desamparo. Y es desconocido, lo que nos espera, aunque se le ven las orejas al
lobo. Talleres, no hay, fábricas, tampoco. Y no, nadie ya lo tiene fácil. De
niños, trabajábamos en el campo, ayudando a nuestros padres en las faenas del
campo (a esto ahora lo llaman “esclavitud infantil”), y alternábamos la
escuela, Instituto o Universidad, según talentos (que no dinero), con las
faenas del campo. El trabajo fue duro; siempre lo fue, y lo es. Ahora, estamos
en la miseria, sin “esclavitud”, sin trabajo, sin comida. Todo el campo, parece
un caos. Tenemos a unos vecinos violentos, que se gozan en denunciarte, porque
antes lo fueron ellos, y en esto se busca la igualdad, con la que el cabido se
está forrando sin piedad. ¡De pena, pero es así, desgraciadamente: hermanos
contra hermanos! Las sombras que nos caen encima, son muy negras, sin luz de
salida. El campesino envejece. La gente vive asustada. La amenaza del cabildo
pende sobre toda cabeza campesina. La despensa, se vacía. Antes, se pasaba la
vida sobre el campo, ahora sentados viendo campos de fútbol en televisión. No,
ya no hay paz en el campo (que le era propia). Y todo esto (¡y más!), a pesar
de la situación estratégica de un terreno y clima, únicos en el mundo.
Turbulento, es el periodo que nos toca vivir. Se vive en el terror a los
soldados del cabildo (miedoambiente y seprona), de no vivir con tranquilidad,
ni seguridad, sino con la incógnita y el suspense. Repito: hombres del campo,
acusados por otros hombres del campo, para ser igualados en multas y
desgracias. Hombres del campo, que colaboran con el enemigo armado (el cabildo
[con su seprona y miedoambiente]), que nos reprime brutalmente, y hace vivir un
trauma permanente. Y pensar, que en otro tiempo (medio siglo atrás, hasta el
presente, si bien a menos), la agricultura, fue –y es y será- el motor
económico número uno en la isla, en el continente, y en el mundo; pero el
terreno más fértil, ha sido arrebatado por el cabildo al pastoreo y al cultivo
o siembra, para plantarlo todo de pinos. Ahí fue, donde nos jugamos el futuro,
cuyo presente es presagio y adelanto de todavía lo pero, y por venir. Vivimos
un muy desgraciado destino; incierto, pero seguro. El campo, se desintegra. Y
ello, que vivíamos de nuestra agricultura y ganadería, hoy nos cuesta milagro,
el sobrevivir. La isla ha sido entregada por España, que la regala. Nos dominan
desde España. El paro, es total, para el isleño; solo trabajan aquí,
extranjeros. De la prosperidad, hemos pasado a la mayor de las pobrezas. No
tenemos gobierno. De la austeridad, estamos pasando a una vida de paupérrimos.
Solo castigan ejemplarmente, al que haga algo en el campo. Obligan así, a que
nadie haga nada. Incierto tenemos todos los días y más el futuro. No se ve la
recuperación por ningún lado sino todo a más y a peor. Algo habrá que
reinventar, más allá de las tabaibas de lo que podamos trabajar y vivir (millo,
papas, vacas, cabras...). Los economistas, solo ven hoteles por hacer y a
esperar las vacas gordas vuelvan pasado el periodo de las flacas (¡y que no se
van a reponer!, pero...). Tenemos el mejor queso del mundo premiado con oros,
pero comemos quesos traídos y venidos, llegados y metidos, del mundo entero (y
es un ejemplo). Nadie sabe cuál puede ser la alternativa. No tenemos ni pesca,
ni agua. La única industria del sol y las olas, no la aprovechan. No se emplea
a nadie; todos se desemplean. Solo piensan en servir (turismo). Y tenemos la
mejor riqueza del mundo; pero están ciegos. Los hay que sueñan con el maldito
petróleo, como la solución y salvación mentirosa. El campesino se halla
humillado, maltratado, castigado. Nadie protege la vulnerabilidad del
campesino. Nadie sabe lo que va a ser el grantabaibal, con el paso del tiempo:
ya vivimos y somos una desgracia; nos queda la mayor, está por venir, y no está
lejos, sino muy cerca. Son muchos los que ponen agua de por medio, se van. Nos
quedamos sin futuro.
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