POPURRÍ 580:
En el Año de la Fe (204): Tendré que dar cuenta de la Fe, al fin de mi vida.
Mes de María.
4 de mayo.
Ella, cual sol que irradia luz.
Al habla el historiador (204):
La verdadera cruz de mayo, de junio, de julio, de...
... es el paro. ¡Y pesa, que mata!
Pero gracias al campo, la sobrellevamos...
... “¿campo”? ¡Campos de fútbol!
Que si fuera el otro...
... ¡otro gallo nos cantaría!
Y dicen podemos comerciar con África...
... Sí pero, ¿con qué, con tabaibas?
La Graciosa, se prepara, para...
... tener también su propio Cabildo. ¡Si es desgracia ésta!
A ver si las ofrendas de las ronerías, aprenden de los hindúes, y llevan...
... arroz, azúcar, aceite, gofio, leche, lentejas, pasta, galletas, zumos y ambrosías.
A ver si las ofrendas de las ronerías, se dejan de traer hortalizas y frutas podridas, que les dan los del Mercalaspalmasdelgrantabaibal...
... ¡y encima quieren publicidad!
En su día Don Francisco Franco, para sacar a Fuerteventura del hambre (años 50-67)...
... propuso ensayar con cultivos y reforestar con árboles frutales.
Ahora también...
... tabaibas y cardones (¡dan –ambos- leche!).
El egoísmo del cabildo...
... permite la injusticia de perseguir al campesino.
Usted, si no habla de Mourinho...
... ¿de qué habla, si se puede saber?
Los maratones de los soldados...
... una razón de peso, para desaparecerlos. ¿Por qué no regeneran el campo con cultivo y ganadería en lugar de correr y hacer deporte?
¿Se justifica la existencia de los militares...
... por y para organizar carreritas y mostrar musculitos?
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“... tú que enviaste a tu Hijo a sembrar la semilla de la palabra, danos también a nosotros sembrar tu semilla con nuestro trabajo, para que, alegres, demos fruto con nuestra perseverancia...” (De las preces de Vísperas).
“... dad gracias al Señor, invocad su nombre, dad a conocer sus hazañas a los pueblos. Cantad al son de instrumentos, hablad de sus maravillas, gloriaos de su nombre santo, que se alegren los que buscan al Señor...” (Salmo 104).
“... sacó a su pueblo cargado de oro y plata, y entre sus tribus nadie tropezaba; los egipcios se alegraron de su marcha, porque los había sobrecogido el terror..., sacó a su pueblo con alegría...” (Oficio de lectura [Salmo 104]).
“... toda nuestra vida presente debe discurrir en alabanza de Dios, porque en ella consistirá la alegría sempiterna de la vida futura..., nuestra alabanza incluye la alegría..., nos alegramos por la esperanza..., el futuro, en el que gozaremos de la seguridad y alegría perpetua...” (De los comentarios de san Agustín, obispo, sobre los salmos).
“... vuestra tristeza. Se convertirá en alegría. Aleluya. El mundo estará alegre, vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza. Se convertirá...” (Responsorio de la segunda lectura del Oficio de lectura).
“... aclamad al Señor, tierra entera, servid al Señor con alegría, entrad en su presencia con vítores...” (Salmo 99).
“... tú que concedes paz y alegría a todos los que creen en ti, danos el vivir como hijos de la luz mientras nos alegramos de tu victoria...” (De las preces de Laudes).
“... bendigo al Señor en todo momento, su alabanza está siempre en su boca; mi alma se gloría en el Señor: que los humildes lo escuchen y se alegren...” (Salmo 33).
Esperanza en el campo:
Si la tierra que es fértil suscitara jóvenes campesinos, que se decidieran a cultivarla; si no faltaran jóvenes que dieran el paso a la agricultura (y los dejaran trabajar en ella), habría esperanza para el campo. Si brotaran gente joven, que con ánimo y alegría, se dedicaran a la tierra y a la cría de animales; si los cuidaran y los pusieran junto a los pocos ancianos que nos quedan en el campo, para que aprendan lo que no está en os libros, tendríamos esperanza. Hay que ayudar a los jóvenes a que vengan a la tierra. Hay que comprometerlos y que se comprometan con la tierra. La tierra llama; no falten respuestas. La tierra busca gente que se una a ella. Muchos de los que nos han precedido se dieron totalmente a ella (a la tierra). Se trata de prestar un servicio a los pobres, a sí mismos, a la sociedad, al mundo. Necesitamos jóvenes en la tierra, con la tierra. De ahí saldrá el fruto: la comida, el trabajo, la alegría..., Hay que tomar el relevo a esos viejos agricultores y ganaderos que se retiran; hay que coger el testigo, y seguir adelante. Se sabe es una entrega fatigosa, pero muy satisfactoria, rentable, agradecida, generosa..., el campo, necesita nuevas generaciones; sean ellos los brotes verdes. La tierra, sigue dando de comer y trabajo. Es urgente poner en cultivo la tierra, para autofinanciarnos y vivir sin dependencia. El campo educa, enseña. Los graneros están vacíos, y tenemos la tierra más fértil del mundo. De la tierra depende el sustento de tantos (no de otras tierras, sino de la nuestra). La tierra, hace crecer en distintos niveles (ciencia, crecimiento como persona, espiritualidad, etc.). La tierra espera que se les entreguen totalmente, de cuerpo y mente. La tierra, es sagrada, y a veces hay que descalzarse en ella, por respeto y amor a la misma. Hay que estudiar la tierra; hay que experimentarla, trabajarla. Hay que zambullirse en la tierra, conocerla. Eso sí, para que todo esto sea posible, el miedoambiente debe dar un paso atrás, y desaparecer el seprona. Que el cabildo no multe sino que premie –o sin premio- dejen trabajar en el campo, como así siempre fue. Entonces, sí habría un fuerte signo de esperanza para y en el campo.
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