miércoles, 14 de noviembre de 2012

¿Profesión?...

¿Profesión? R/. ¡Arrancahierba!

Que sales de tu casa, cito en Santa Rita de Cassia, y coges la carretera que te lleva a la autovía hacia el Sur, pero que vas a Telde, y ya de entrada, en la primera rotonda por donde La Rambla, cerca de las gasolineras, un grupo de uniformados de verde y amarillo, con fluorescentes, que están arrancando hierba, en sendas bolsas de plástico, pero son cientos y la madre, todo un ejército, y están fijo en ese parterre central, que si fueran papas, el cercano Mercalaspalmasdegrantabaibal estaría sobrado de estos tubérculos, indispensables en todo plato, de toda mesa que se precie, por más pobre que se sea...

... que sigues tu ruta hacia la Radio matinal (Radio Aventura. Siglo 21 FM 107.8), y a la altura de Las Remudas, nuevos miembros con idénticos uniformes y sin más sobre unas piedras de malpaís entre unos cardones gigantes como castañeros, pero que pudiendo ser olivos son lo dicho, una colección de cardones enramados, que dan pena no fueran árboles frutales, y ahí, precisamente nuevos trabajadores de la hierba arrancando aquí una ramita, allá otra, y más allá otra; que te incorporas a la llamada Avenida del kabildo, que te lleva al centro de la ciudad -en otro tiempo- de los Faycanes (algo así como el Vaticano de los Guanches, en Telde), y arriba donde la fuente que remata la Avenida, encima del césped, nuevos y más miembros vestidos de lo dicho –como los anteriores-, y con el mismo trabajo de arrancar hierbecitas (¡ni que marihuana fuera!)...

... y cuando la otoñada está dando a luz las primeras hierbas -y es lo propio del tiempo-, no bien han alcanzado el tamaño para ser arrancadas, con raíz y tallo, que facilite el arranque, anda un auténtico ejército –y es lo que alcanzo a ver por donde voy-, pues, ¿cuántos más no habrán, por todo lo ancho y largo de la redondez de esta desgraciada isla, en la que en lugar de limpiar cercados para plantar papas o millo (para el gofio), tenemos a miles de trabajadores, que cobran todos juntos un pastón –una millonada-, y que en nada beneficia ni nada producen, toda vez que en el proceso de nacer, crecer, multiplicarse y morir, la hierba como ser vivo, se seca llegado el verano, o antes si dejara de llover, con lo que si siguen las lluvias, a los tres días la hierba mal arrancada, y la por salir, vuelve a llenar de verde o clorofila el suelo, que estos macacos de gobernantes, se empeñan en extirpar, sin más, y solo para tener entretenido a los que dan el trabajo de arrancar hierbas, y ello en parterres, orillas de las carreteras y en jardines...

... ¿pues no vamos a tener hambre, si con ese dinero tirado en bolsas que luego se amontonan como dando a entender al populacho sobre un trabajo que se ha realizado, sin más producto, que dejar todo como estaba, y sin conseguir lo que pretende, pues luchar contra la naturaleza, es el mayor de los absurdos, y no tiene sentido, porque si al menos fuera en verano –que tampoco, porque se deshace- pudiera tener un mínimo de explicación y lógica, pero luchar contra las hierbas todo el otoño que nos aguarda y queda, así todo el invierno y llegar a la primavera arrancando hierba, ¿tienen algún sentido?...

... no ya si tiene sentido, sino ¿quién o quiénes son los cerebros no pensantes, que desde el poder y gobierno, mantienen a este ejército de miles de obreros arrancando hierba que no va a pesebre alguno, ni cabra o vaca alguna se beneficia de ella, sino que embolsada, va a mantenerse semanas y meses en las orillas de las carreteras a la par que la nueva hierba tapa y oculta esas bolsas, pero que ésta es la menor, porque la mayor es:  ¿cómo es que se gasta dinero en algo que no produce nada, sino ruina y nada? ¿Cabe en cabeza alguna, que no limpien un cercado –protegido de hierbas malas- a la par que están más de medio año, arrancando hierba sin más, como si eso nos sacara del hambre y redundara en algún bien público?...

... pues, ¿y nos impiden estos inútiles que mal gobiernan y tiran sueldos en nada, hasta de poder disfrutar de las flores de dichas hierbas, que adornan y complementan jardines, parterres y carreteras, con sus matices de amarillos, lilas, rojos y demás? ¿Es que –acaso- no es hasta un atractivo para los que equivocadamente llaman sector primario (el turismo), al que se le priva de contemplar la flora única y excepcional de estas islas? ¿Pero no hay nadie que asesore y diga a los ciegos que nos desgobiernan que ese es un dinero tirado en nada y para nada, cuando pudiera ser un dinero en sembrar y plantar y erradicar el hambre y dar de paso trabajo-trabajo, y no ese simulacro de trabajo?, pero...

... es que es hasta humillante, ver a señores, hechos y derechos, haciendo un trabajo tan absurdo e infantil, como el de sacar agua de un pozo con un cesto, que solo se le ocurre a algún tonto de remate, ¿no es eso lo que hacen quienes nos gobiernan idiotizando al personal y haciéndonos creer trabajan y redundan en algún bien esos sueldos por no hacer nada productivo, cuando los campos están esperando manos que los cultiven y cuiden, limpien siembren y planten? ¿Por qué no se desvía a ese numerosísimo personal de arrancahierbas, que si fueran al campo a plantar papas, coles, millo o lo que sea, o simplemente limpiar de maleza todo eso que nace libre y se le deja, y no se deja en libertad, la misma hierba según donde esté y es el caso que aquí no hace falta y donde hace falta, no la arrancan; y que arrancada esa hierba a ningún animal alimenta?

¿Es ese un trabajo digno y necesario? ¿Es un trabajo que produzca algo? No es arrancar hoy lo que va a volver a salir mañana y así durante nueve meses?; ¿hay alguien más tonto que nosotros, que hagan lo mismo?, ¿es eso moral y ético, tirar el dinero para nada?, ¿es necesario hacer eso? ¿Y en eso, tantos y todos y el solo y único trabajo? ¿No cabe hacer otra cosa, sino arrancar hierba? ¿Tan faltos están que no saben qué hacer sino tirar el dinero en un entretenimiento, pues eso no es trabajo sino un reírse del trabajador, que gustoso iría a trabajar en algo que produzca: plantar, sembrar, limpiar terrenos, cuidar animales, etc.?

El Padre Báez.

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