miércoles, 10 de julio de 2013

Popurrí 647 y Lo que se preserva en el campo.


POPURRÍ 647:

En el Año de la Fe (271): Existe la vía de la fe.

 

Al habla el historiador (271):

 

Los hay, que la única ayuda que reciben en su hambre y pobreza, es...

... de la Iglesia.


 

Los hay ingenuos ellos, como Cáritas, que espera ayudas de las administraciones...

... ¡que se sienten para que no se cansen de estar de pie esperando!

 

Los hay que buscan trabajo a la desesperada...

... y no se han enterado que el campo está vacío. Y no piden al cabildo que lo abra.

 

Los hay, como el cabildo del gran tabaibal, que...

... fomenta el pleito insular, en lugar de dejar trabajar en el campo.

 

Los hay que deben solucionar los problemas del paro, hambre, crisis, y demás...

... y se las andan peleándose entre ellos (los partidos políticos).

 

Los hay que nos dicen el tiempo que va a haber...

... como si en julio, lloviera, nevara e hiciera frío. Es, ¡qué maravilla de medios de comunicación tenemos!

 

Los hay, que por no poder cultivar sus tierras, se las vende al cabildo...

... que luego va y planta pinos donde antes se plantaba papas.

 

Los hay que cazadores...

... se van a tener que conformar, con coger conejos ciegos. Para eso, sobran perros, escopetas, hurones, permisos, etc.

 

Los hay que haciendo bañadores, creen vamos a salir de la crisis...

... y ya ven, ¡el cabildo les ayuda!

 

Los hay, que como no jueguen al fútbol...

... no verán otro campo donde poder comer.

 

Los hay, que descansan en el campo santo...

... a no ser que les hayan tirado las cenizas por otros campos.

 

¡Los hay que después de muertos...

... cultivan con sus cenizas: pinos, tabaibas, retamas, etc.!

 

Los hay, que aún muertos, sienten nostalgias por el campo...

... que no cultivaron en vida.

 

Los hay que pierden los nervios...

... cuando van a ser multados por los agentes, y..., ¡pasa lo que pasa! De mal, a peor. Pero, es lo que hay.

 

Menos mal, que nos entretienen con la novela de entrega por capítulo diario...

... de un tal Bretón, al que no le encuentran a sus hijos. Los hay que adoctrinan.

 

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“... de alegría perpetua...” (Del responsorio breve de Vísperas).

 

“... la verdadera alegría...” (De la oración en el Oficio de lecturas).

 

“... se alegran las islas..., alegría para los rectos...” (Salmo 96).

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Lo que se preserva en el campo:

 

Precisamente, y no podía ser de otra forma, se preserva la especia más vieja del mundo terráqueo, que porque están en peligro de extinción, aquí el cabildo tabaibero que tenemos no deja de plantarlos desde hace ya más de medio siglo (sesenta años); me refiero a los pinos, que si quiere se lo digo con nombre técnico: una conífera (que nada tiene que ver con los cuernos, o sí, ya lo veremos más adelante). Pues, que toda vez un pino puede vivir hasta 5.000 años, vamos a tener aquí en el gran tabaibal, pinos p´rato. Y es que para esto de las plantas y otros seres amenazados, hay una cosa que se llama y es, la unión internacional para la conservación de la naturaleza (que se ha olvidado de poner en la lista a las cabras), que ha declarado que los pinos corren peligro, por eso el cabildo, para que no desaparezcan está llenando la isla de ellos, hasta donde se plantaba antes papas, trigo o se pastoreaba. Pero, la cosa esa de la unión (formada por 11.000 científicos), dice que la causa de la previsible, probable y presunta desaparición de los pinos, la tiene la agricultura, razón ésta por la que el cabildo con el seprona y el miedoambiente la prohíbe totalmente, para salvar a los pinos, pobrecitos míos, también criaturas del Creador. Pero, si está usted de pie, le ruego se siente, porque le voy a transmitir lo peor de este comentario sobre los pinos, y es, que: la amenaza mayor de los pobrecitos e indefensos pinos, es la de las cabras, razón ésta por la que el ganado guanil (cabras sueltas y libres), se las puede cazar, sin más, y desaparecerlas, antes que ellas acaben con los pinares de los que se alimentan. Eso es lo que dicen los 11.000 y si usted le pregunta a un pastor, si eso es verdad, se reirá a mandíbula batiente de usted y le creerá a usted loco o subnormal, porque no hay cabra en el mundo, que pruebe una ramita de pino, menos el tronco y la raíz, pues sabido es, que ni el fuego acaba con ellos, pues resulta que hay que quitar las cabras, porque son una amenaza para los pinos, y no al revés: los pinos son una amenaza para las cabras, porque envenenador como es el pino, no hay cabra que ni por equivocación coma pino, y antes muere de hambre. Pues, éstas tenemos, que hay que acabar con las cabras, y la pura verdad es, que da usted una vuelta a la redonda, por la isla, la cruza por donde quiera de lado a lado, y no ve una cabra, porque hay que salvar a los pinos de tan depredador animal, que puede eliminar y desaparecer del mapa el árbol más viejo del reino vergel, ya que tiene cientos de millones de años de edad, y hay que mantenerlos de por vida, por respeto a tantos años, y por viejos. Pero, lo triste y penoso es, que el cabildo con toda la universidaddelaspalmasdelgrantabaibal que le asesora, no sabe que el cultivo extensivo del pino, tiene consecuencias trágicas para el mismo pino, ya que debajo de un pino, no crece ni otro pino, tan dañino y mortal es, que en decir de Pepe el de Pavón, así es. Pues el pino, acaba con endemismos que éstos sí que están amenazados, pero memos ellos, ni se enteran, o se hacen los suecos. Pero, lo más grave y terrorífico es, que la plantación total de pinos, está acabando con el menor resquicio de tierra laborable o de cultivo, con lo que o comemos pino-cha, con sopas de resina de pino, o nos morimos de hambre, porque ni cabras, ni huertos, a no ser los de la ciudad y en las escuelas, que son muy ecológicos y atendidos por niños y ancianos nostálgicos de sus vidas en el campo.

 

El Padre Báez.

 

PD.- Explicaba días atrás (el miércoles de la duodécima semana [Mt. 7, 15-20]) el Evangelio de la Misa (en La Breña [Telde]), en el que se decía: “... el árbol que no da fruto bueno se tala y se echa al fuego...” Y una feligresa interrumpe la homilía para preguntarme: “¿Dice usted Padre Báez, que si un árbol no da fruto hay que arrancarlo?” A lo que le contesté: “¡Es lo que dice Jesús en el evangelio de hoy!” Y me responde: “¡Sí, para que me vuelvan a echar otra multa de 25.000,00 porque arranqué un pino, que me molestaba en mi casa!”

 

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