Ayer uno, y hoy otro; ayer, en La Aldea, hoy en Telde (sur); el de ayer y en el noroeste, de manos del cabildo; el de este otro lado de la isla, en manos del Gobierno. Todo esto, me huele mal, muy mal. Me huele a elecciones inmediatas; me huele a competencia, a enfrentamiento. Me huele, que: antes, nada; ahora, de pronto: dos. Dos en uno. Uno del Gobierno, y el otro del cabildo (?). Los dos en campaña; los dos, han hecho ya chapuzas.
Pero, vengamos al que no se haya enterado: que cada día paso por entre un yacimiento o zona arqueológica, al estar atravesado por una carretera, la antigua del sur, que pasa por el puente de Telde, un poco antes, donde pasada La Primavera, aparece Cendro; a mano derecha yendo hacia Lomo Magullo –mi parroquia- hay una casona con escudo de piedra y todo, después de un torreón, donde poco antes en zona arqueológica, recién se hizo con permiso alcaldil, una casa dentro del yacimiento, que por aquella ladera hay restos óseos y otros, y que le van a meter mano (el Gobierno -me imagino el cabildo, que es el responsable con su Luz y demás, los responsables de estos asuntos, le ha pasado una parcela al Gobierno, y allá que van –dicen- a excavar.
Pues, ¡otro parque más! y proyectos de desviar la carretera (¡). Y según la prensa, ¡ya mismo van a comenzar a excavar, a sondear, vallar, corregir, etc... Parece, el Ajunta de Telde, va a colaborar (no se de dónde sacará dinero, ahora). Pues, que como en Telde no hay parques, van a hacer uno en dicha ladera y entorno; dicen que el interés está en los restos de neonatos –si quieren yo les guío y digo dónde están en Acusa, también (por tanto, no es este el único lugar donde –ahora- previsiblemente, pueden aparecer otros.; sí, ya hay precedentes (se de los –naturalmente-, que también ha andado uno, por esos andurriales).
No se olvide que cerca están los Caserones, sin que se conserve un solo “casarón” guanche, pero..., ¡eso es harina de otro costal!, aunque los unirán y llegará al Baladero (que no “Bailadero”, como reza en su entrada). Aunque puede, que todo quede en la limpieza, es decir: quitar las tuneras indias de las que se alimentan los lagartos, y más de uno, va a dejar sin los tunos indios, tan buenos para el riñón, entre otros órganos y aparatos, pues no creo el dinero de para más. Lo malo es que construyan muros escalonados, tipo cercados, para evitar el desrisque de alguien y se cargue lo que quieren encontrar bajo el alquitrán; no se si también quitarán la casa construida no hace mucho dentro del yacimiento y al lado de las cuevas de los guanches, pues bajo sus cimiento, pueden haber neonatos y otros.
En fin tanta prioridad, y tanta premura, y a la par, y en estas fecha, y dos administraciones (una, la propia; la otra, infiltrada). En fin: bombas de humo. ¡Qué pena, nuestra arqueología no sea seria sino de ficción y de enfrentamiento: yo, más que tú (confróntese el comentario nº 134, por favor, y léase entre línea, y péguelo con este [134 BIS]).
El Padre Báez, que no se alegra ante noticias que se pueden cargar nuestros yacimientos o/y zonas arqueológicas, si no hay unión previa, así divididos..., mal, muy mal, y a peor la cosa, por eso como creo dijera el Quijote: mejor, “no menealla”.
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