sábado, 8 de enero de 2011

(120): NUEVO ATENTADO EN CIERNES.

 
    Ahora, le toca a los militares. La cosa está entre el Ajunta y miento de Telde, y el cabildo (siempre con minúscula). Y son tres los posibles y previsibles atropellos (de menor a mayor importancia): la piña del mar, la batería de defensa y el yacimiento aborigen. Todo ello entre Taliarte y Playa del Hombre, en Melenara.
 
    Y todo ello (unos 20.000 metros cuadrados), por una auténtica ganga: 360.000 € ó 6,000.000,00 de pesetas. Pero, sin € el ejército, y sin € el Ajunta y miento citado, puede que por un tiempo se libre de ser depredado, con más cemento, como por toda aquella zona, donde ni la especie única y escasa; el edificio con galerías, rotondas, y espacios subterráneos; y las cuevas, los restos de viviendas cruciformes, el abundantísimo material (huesos, cerámicas, piedras, conchas, etc.), parece nada de esto, merece un respeto y vale menos de las cifras dadas.
 
    ¡Así defiende Defensa, el patrimonio biológico, histórico y arqueológico! A la zaga le sigue el Ajunta y miento, y queda la sorpresa cabildicia. Tal vez, la de lo histórico y yacimientos, una tal Luz, de nombre, no quiera echar tinieblas sobre tanta riqueza, y compre, para salvar de la desaparición tanta maravilla.
 
    Y toda vez, que aquello, a pesar de tener lo que tiene, han hecho caso omiso, y lo han declarado urbanizable, ¡casas que te pego!, porque no hay otros sitios sin esos valores donde hacer las casas que no necesitamos, toda vez, que sobran y las hay que no se venden ni a la de tres, y por más que las bajen de precio.
 
    A un servidor, le parece, que: hay que preservar, proteger y defender -ya que defensa no lo hace- del Ajunta y del cabildo, la zona; y ello, por las razones dadas, y que repito: es zona arqueológica de gran categoría y valor; por la piña del mar (donde contadas quedan unas poquísimas plantas o ejemplares), y por el valor histórico de la construcción militar.
 
    Parece, que los militares, faltos de dinero, y deseosos de tenerlo, están dispuestos a subastar, y así el que más oferte, se lo queda. Así de sencillo. ¿Cuál será la suerte de dicho enclave, con tres elementos de la máxima categoría? ¿Harán un parque-museo de sitio?, ¿se harán visitas guiadas?, ¿restaurarán el yacimiento (meterán planchas de hierro, según uso y estilo propio)?, ¿pasarán las pesadas máquinas rompeterrenos, excavadoras, tractores, camiones, etc., y mirando al mar, harán nuevos y más apartamentos, sobre cimientos tan valiosos?, ¿lo vallarán, para que nadie pueda ver lo que hacen, y cómo lo desaparecen todo?
 
    Pero: ¿lo vamos a permitir?, ¿se puede vender el patrimonio histórico, biológico y arqueológico?, ¿se puede desaparecer los tres de un plumazo?
 
    ¡Pena de pueblo, que no ama, ni defiende sus raíces, donde radica la esencia y la cultura, la historia y la biología excepcional y única en el mundo, que por un puñado de dinero, estos malandrines -por no decir otra cosa- lo desaparecen, lo eliminan, lo destrozan, saltándose leyes proteccionistas, y castigos por leyes estipulados, pero que dirán carece de valor, que no es importantes, y lo descalificarán, para que reine el maldito cemento, que borrará las huellas de unos edificios bélicos, la planta única y excepcional por exclusiva y reducidísima en número, y se cargarán -como es uso y costumbre- nuestro más preciado legado aborigen: la cultura y la arquitectura guanche, superior (como demuestro en mi libro "ARQUITECTURA GUANCHE") a la de cualquier otra cultura y tiempo!
 
    El Padre Báez, que espera expectante, el resultado de tal subasta, si el Patrimonio Histórico y Arqueológico no lo remedia, como es su deber (si se consumara la hecatombe que se avisa, deben dimitir y pagar con cárcel y multa, los que lo permiten).

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