Don Antonio Cubillo, uno de mis Maestros. Está por publicarse, la obra de los yacimientos de los guanches. Ganas no le faltan a uno, cuya vida ha girado en torno a los conjuntos arqueológicos de Gran Canaria y más allá de esta isla (¡cómo recuerdo, la búsqueda de la cultura romana, mora, y otras en espakistania, cuando estudiante en mi juventud; aquí desde antes de ir fuera a estudiar; y vuelto -hasta el presente-, otra cosa no he hecho mejor!). Han sido medio siglo de investigación, de estudio, de observación, de...
Me he llenado, de lo mejor que nos dejaron los guanches, y ello, porque desde pequeño, mi padre (José Báez Vera, de Arteara [de junto a la necrópolis, los caserones, etc.]), me inculcó el amor a nuestra tradición y cultura. Cierto y verdad es, que uno ha escrito y publicado varios libros sobre los guanches, y en ello no paro; también tengo mucho sin publicar. Pero, tengo analizado e interpretado todo aquello que los arqueólogos dicen ignorar o desconocer, y que ni siquiera se atreven a opinar o a hacer y dar una hipótesis. La documentación es tan amplia, que no es fácil resumirla, pero está ahí. Trabajos, que son primicias, y he tocado temas por primera vez como es la filosofía guanche, entre otras materias vírgenes. He releído las Crónicas, y hay elementos que dicen todo lo contrario de lo que se nos ha dicho y mal sabemos. Descubro verdades y mentiras sobre los guanches, y echo abajo trabajos anteriores, que se limitan a repetir unos lo que otros diciendo todos lo mismo, copiándose unos de los otros, sin avanzar un ápice, todos haciendo historia desde fuera, y con datos que no son los de esta parte y lado. Son muchos los lugares que se desconocen, y que uno –por suerte y sigilo o secreto- sabe y tiene fuentes exclusivas, que me dan pie para análisis nuevos y distintos, que desmienten investigaciones y trabajos anteriores.
No olvide el lector de estos mis comentarios, que el tema de los guanches, hay que afrontarlo, desde: la historia, el terreno, la ideología, los yacimientos (más allá de las medidas a las que son tan aficionados, los que no ven sino un metro para darnos centímetros por un tubo y marearnos sin más sobre el hallazgo). Y sépase, que hay más por descubrir, que lo descubierto; y ello en yacimientos como en enfoques nuevos.
Hasta ahora, todo ha sido superficial y repetido; sin bajar a profundidades (solo han echado pesadas planchas de hierro sobre nuestros yacimientos, como quienes pretenden ocultar y tapar lo que dicen y gritan los mismos, y lo oxidan y estropean todo). Nadie ha dicho, que un estilo de construcción es mantenido por más de mil años, sin que haya cambio (porque mejorar lo que se hacía es imposible, pues llegaron a la perfección que desconocen).
Una urbanización y arquitectura, que nunca antes fue estudiada (ver mi obra: “ARQUITECTURA GUANCHE”), algo consolidado, que no admite variación a pesar de pasar el tiempo. Y todo tan perfecto al igual una simple pared, como el edificio mayor construido, siguiendo todos las mismas reglas de ejecución impecable. No hay evolución, ni estancamiento: se ha llegado a la perfección, al culmen, al no hay más ni mejor. Es otro el dinamismo guanche.
El Padre Báez, que quiere dar a conocer la clave de las estructuras guanches, y tiempo al tiempo, en ello andamos.
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