Cuando Dios creó la
tabaiba, pensó en el infierno…
… si el infierno es el
lugar donde radica, se sitúa y está todo el mal, sin bien alguno, aquí en la
tierra, tienen razón los que dicen el infierno está o comienza, porque la puerta
del infierno, no creo sea mejor que el resultado de masticar tabaiba, o que su
leche te caiga en tus ojos, verás entonces si es o no verdad lo que hoy te digo.
Pero, ¿acaso hay algo peor que la dicha plantita, plantota o plantaza? Pero, ¡si
parece el diablo tiene parte con ella! Pero, si es que no hay nada que le supere
en maldad, porque hasta las fieras se amansan. Pero, ¿y quién le cambia el
sabor, y vuelve benéfica o salutífera a la tabaiba? Y, si el poder lo tiene el
diablo, y sus secuaces lo reciben, ¿no andarán protegiendo por afinidad lo que
les es representativo? Porque, si hay o no fuego en el infierno, eso habrá que
verlo o interpretarlo, pero fuego -y sin llamas- si tu gaznate prueba el sabor
de una tabaiba, fuego que no hay bombero alguno que te lo apague, así como que
la plantita, plantata o plantaza en cuestión, lo maldice todo, como les es
propio si tenemos en cuenta su relación con lo satánico o infernal. Sabía y sabe
Dios, que de esa planta nada bueno se iba a seguir, y precisamente, por eso, los
que sin Dios andan por la vida aceptan y defienden lo que por afinidad les es
congénito. Es decir: tabaiba e infierno, no se llevan paja y media, porque quien
lo dude que le de una chupadita a la primera tabaiba que se encuentre, cosa nada
difícil dada su proliferación y superabundancia. No, no tiene viso alguno de
celestial la tabaiba; todo lo contrario, según acabamos de exponer. Razón ésta,
por la que probando en la tierra la suerte que les espera a algunos -tal vez-
bueno sería una conversión o cambio de rumbo en la vida, y como la tabaiba, no
sigamos sembrando maldad en el mundo, asemejémonos a cualquier otra planta
frutal o fructífera, y dejemos la tabaiba ¡pal mojón de los
infiernos!
El Padre
Báez.
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