- ya todo el mundo trabaja
- ya nadie está en paro
- que sobran animales en la ganadería, porque se han comido toda la yerba
- que los campos están a rebosar de papas, de millo, de... hortalizas y frutales, y que ya no importamos nada de fuera
- los turistas que vienen son supermillonarios y nos regalan dinero a tuti plen, sin más, por nuestra cara
- que los albañiles parados, han vuelto a la construcción
- que Cáritas ha desaparecido, porque ya no hay pobres, ni gente sin techo, y con hambre
- que ya no se ve a nadie ejerciendo la mendicidad, porque ya no hay crisis
- que los bancos han devuelto las casas quitadas a sus dueños, porque no podían pagar la hipoteca
- que los bancos ya te prestan todo el dinero que quieras, al bajísimo interés de 0,02 € (¡vamos lo que le cuesta a uno un kilo de calabacines!).
- que ya nadie vive de la pensión del padre o abuelos
- que los cabildos han empezado a cambiar pinos por higueras
- que ya los cabildos no plantan plantas estériles, ni manda a cuadrillas a los barrancos, porque las cabras y las ovejas lo limpian todo
- que ya no se ve a nadie -absolutamente a nadie- manteniendo paredes, sino dándole al curro
- que ya a todo el mudo le sobre dinero
- que el carnaval ya dura como en todo el mundo aquí: tres días
- que los que digan que la crisis sigue: ¡son unos mentirosos!
- que, ¿dónde están esos más de 333.333 parados?, ¿dónde ese 33% de paro?
- los 5,000.000 de espakistaníes, ¡esos también son mentira!
- que ya a todo el mundo le sobra la comida y el dinero, porque todos al 100 % ya tienen trabajo
- el campo, absorbe a todos los parados, y como ya trabajan todos: ¡se acabó la crisis!
- y una prueba de lo que dicen los cabildos es: que ahora ya -terminada la crisis- ellos recaudan un 33,33 % más, por los impuestos por actividades, y esto quiere decir, que dijimos adiós a la crisis.
Pues, mis amigos: ¡estas tenemos! y el que no se consuela, es porque no quiere, porque si algo necesita esta sociedad nuestra son mensajes positivos, nada de negatividad, que puede llevar al populacho a la depresión y al suicidio, por eso, nos venden esta moto: no hay crisis, la crisis ya terminó. ¡Sea usted –¡pobre hombre de Dios (si es creyente), y si no: pobre ateo con dios!- sea usted optimista, y grite conmigo, y repítalo como un sutra o mantra, muchas veces, miles de veces, millones de veces -no haga otra cosa, y solo diga y repita hasta el infinito-: “¡se acabó la crisis, se acabó la crisis, se acabó la crisis...!”
El Padre Báez, que les dice de corazón: el que no se consuela, es porque no quiere. ya sabe: se acabó la crisis (pero conste, que no soy yo -un servidor- quien se lo dice; lo dice: el cabildo [no se si ustedes van comprendiendo, por qué siempre escribo, la palabra cabildo en minúscula]. Sin más...
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