(234): PREVENIR LA ARQUEOLOGÍA

    Se trata, de adelantarse, o prevenir (venir antes de), porque de lo contrario, el daño a la arqueología, puede ser irreparable; y ello, cuando se construye, cuando se ara, se derriban montañas, etc., cuando todo esto se hace y más, los yacimientos, están en peligro. Por eso, antes de cualquier proyecto, hay que hacer las prospecciones pertinentes, o sondeos, no sea que, la obra que se va a hacer, pueda afectar al yacimiento.

    Si lo dicho, se tienen en cuenta, es mucho lo que se puede preservar, como es el caso varias veces repetido, en los que se han parado las obras, o no han dado comienzo. Por eso, es necesario, excavar antes, para evitar sorpresas desagradables. Pues, se trata de los bienes que hemos heredado de los guanches –en nuestro caso- y bien valen la pena mantenerlos en su integridad, y en el estado que nos los dejaron, sin romperlos o desaparecerlos, y más cuando en ellos, se esconden o están, nuestras señas de identidad, y en más de un caso, se trata de bienes más que particulares, son bienes de la humanidad o universalidad.

    La gran desgracia espakistaní, es que con 17 comunidades autónomas, cada una tiene a su cargo, de forma diferente estas intervenciones, que a su forma y manera autorizan o no, según qué y quiénes o cuánto, se excave o no. Esto, por lo delicado del asunto, debiera estar centralizado, si bien con los matices que se precise, pero...

    ...y es que, conservar, ha de ser la principal acción a tenerse en cuenta, dado que se evita la desaparición de vestigios que pueden ser primordiales, y aunque no. ¡Cuántos yacimientos han sido materialmente arrasados, y todo por una simple carretera o camino!, sin tener en cuenta, la arqueología es la que nos pone en pista con el ayer.

    Y es que, tratándose del patrimonio, éste no debe ser ni rozado, menos tocado, y muchísimo menos movido. Y es que, sin la arqueología, la cultura quedaría mas que coja, lastimada, en laguna, sin base.

    El padre Báez, que anima a conservar, proteger y difundir nuestro rico patrimonio arqueológico, el mismo que nos colocaría en el primer puesto del mundo a nivel cultural, si lo conocieran fuera de aquí, y aquí mismo.