Cuando tantos estudios se hacen -porque somos muy estudiosos-, y me refiero a estudios estadísticos, me pregunto: ¿alguien se ha preocupado en saber y por tanto preguntar a los turistas, si una vez vueltos a su lugar de origen recomiendan a sus familiares y amigos, que también venga al Tabaibal (antes canarias)? Más aún -más fácil de saber-: ¿cuantos de los que vienen una vez, repiten?
Los del turismo, a los que se les llena la boca diciendo ya hemos salido de la crisis, y que somos los más turísticos del mundo (obviando la realidad de guerras y de inestabilidad norteafricana, que son las que los desvían contra la voluntad de ellos, y vienen forzados), continuamente nos soban por las narices la cifras de turistas, pero ¿cuántos visitaron los yacimientos arqueológicos?, ¿vienen turistas jóvenes?, ¿se promociona el turismo arqueológico -los mismos que iban a África a ello-?, ¿no hay impacto turístico debido a los atracos o robos?, ¿no afecta la inseguridad y la violencia?, ¿realmente se recupera el turismo?, ¿no baja el turismo?
¿Cuál es el verdadero perfil del turista que nos visita (un servidor lo sabe, pero no quiere desanimar a estos visionarios quijotescos, que ven turistas en ancianos y enfermos, pobres y borrachos...)? Nos marean con números acerca del incremento, y debe ser que cuentan repetidos, porque la realidad -o los esconden o mienten- es que no se les ve, y si se les ven: solo miran (del verbo “ver”), pero ni gastan, ni compran, a no ser papel higiénico, pues ¡vaya riqueza!
Pues, eso, que sigan comparando cifras respecto a años idos, con si conejos idos nos dieran de comer, ¡y trabajo! En cuanto a “turistas” espakistaníes, ¡ja,ja jaaaaaaaaaa...! ¡Turistas extremeños, y gallegos!, ¡turistas andaluces y manchegos!, ¡turistas de Cuenca y de Ávila!, ¡también catalanes y vascos!, ¡de Asturias y Santander, porque como no tienen playa, pues...! ¡No te digo!: “turistas espakistaníes”, muertos de hambre, y en paro (¡cinco millones contados, sin contar otros tantos y más!), y vienen a sacarnos del hambre y a darnos trabajo: ¡sí, nos dan una “jose” y una asada, y nos señalan la tierra, pero...!
Otra cosa que se debiera estudiar, y darnos el resultado -más allá del número de visitantes-, es preguntarles a pie de avión, cuando se van -para no volver- es que, ¿con qué grado de satisfacción se marchan? Son datos fácilmente constatables: sobre el servicio, cultura mostrada, comida de aquí (¡si de aquí no hay comida...!), etc.
El Padre Báez, que recomienda como atractivo turístico, se muestre: nuestra cultura (arqueología), poblados guanches, grabados guanches, rutas de yacimientos guanches, distintas cuevas guanches, así como la naturaleza guanche sin un solo animal suelto, y llena de retamas y pinos, por los que los turistas se vuelven locos, que todo esto (menos lo último), contribuye al aumento de visitantes turísticos.
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