¡Qué buenos ría, que los avances científicos y técnicos, que caminan hacia el futuro y a más, sean aplicados a la arqueología, parea más y mejor conocer el pasado. Tecnología punta para conocer el ayer. No deberíamos quedarnos atrás, respecto a otros, que sí aplican a la arqueología estos avances.
Y esto, ha de ser lo primero en cultura, y antes que cualquier otra cosa; es trascendental, pues ha de pasar a las generaciones por venir, y las del presente, pueden ver y conocer mejor el ayer. sabe un servidor, que es posible entrar y bajar a cuevas subterráneas de los guanches, y andar por sus túneles y pasillos, observado los detalles más nimios. hablo, de las videoguías. Ellas son, la mejor ayuda que pueda tener un visitante cualquiera a nuestros yacimientos y para ello, echar mano de la técnica más puntera. es apasionante, pisar las huellas de aquellos que hacen siglos, pasaron por aquí, y poder ver sus obras, en lo más minucioso, y ver y hacer sus casas, sus cosas, no es futurible, sino realidad si hubiera voluntad e interés por lo más preciado que tenemos.
Por supuesto, no debemos quedarnos atrás, y avanzar al ritmo que marca el tiempo. Con esto, conseguiremos una mayor divulgación de nuestro patrimonio. Por tanto, debemos dinamizar audiovisualmente nuestros yacimientos. Se le pida la ayuda pertinente a la universidad. Y que se impliquen los de la cultura.
Que los vídeos acompañen a los visitantes y puedan ver detalles, y se cuente la Historia (vista desde aquí, como hizo un servidor con su obra: “Alma Guanche [siglo XV]”), y los mil detalles del material, y cuanto pueda ser de interés enseñar. Todo sea pasar por el iPod y las gafas para cinemizar, y ver mejor, lo que pudiera pasar desaparecido. Tampoco será cuestión de despreciar páginas web y hasta el canal You Tube.
De esta manera y forma, pondremos en circulación la difusión de nuestro patrimonio histórico y arqueológico, mostrando nuestros yacimientos. Lógicamente, para ello habría que hacer traducciones a distintos idiomas, como es menester.
El Padre Báez, que sugiera –en esta ocasión- pongamos nuestros vestigios en la nueva tecnología, aprovechando y dando trabajo a los universitarios de informática, para que digitalicen todo este asunto que nos ocupa y preocupa.
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