El bosque de pinos, fruto de la corrupción:
Creo, que la reforestación exclusiva y abusiva de pinos y la desaparición del sector primario, es la mayor de las corrupciones que ha padecido esta desgraciada isla. Y el daño de la misma, alcanza a todos los tabaiberos, que impasibles contemplan la barbarie.
Me da que nuca se ha mirado el asunto, bajo este prisma, y ya es hora de desenmascararlo. Y dado que nos toca a todos y es cosa de unos pocos, debemos actuar. Y es esta, una corruptela, que viene de los años 50 del siglo pasado, y no parece tener freno, y ni mucho menos fin.
Sucede, que en otros lugares esto no es así; que esto está enraizado y mantenido en esta isla de forma y manera permanente y creciente. Y Claro, algún oscuro negocio se esconde detrás de esta práctica que no es normal, y exclusiva. Repito: nos afecta a todos, que sufrimos las consecuencias.
Está a la vista, que esta situación va de la mano con los incendios. Y el negocio continúa. Nada se publica sobre esto, como si no hubiera periodistas de investigación y la cosa sea tabú. Cada vez los pinos ocupan más y más terreno, y al mismo ritmo cada vez perdemos más agricultura y ganadería.
¿Por qué no se entra a investigar todo esto? Me parece no es cosa tan difícil. Que medio ambiente esté al servicio de la causa, causa extrañeza; que en lugar de defender el medio, el medio se estropea cada vez más, sin la acción humana, y con la depredación que suponen los pinos.
¿Hay alguna lógica, que poseyendo billones y billones pinos, de tabaibas, de retamas, si tocas una te castigan con multas cuales si de un crimen se tratara? ¿Cabe en cabeza alguna, que en lugar de plantar árboles frutales, solo nos planten pinos (y basuras), como si ya no hubiera bastante e incluso que haya que arrancarlos?
¿Por qué el cabildo es el dueño al 93 % de pueblos como Artenara, y sigue adueñándose de todos lugares de tierras fértiles, para esterilizarlas? ¿Qué planes ocultos hay que desvelar, para desenmascarar este sucio y ruin negocio que viene desde Franco, y se mantiene en democracia?
Hay un lugar para los pinos: los riscos, peñascos y lugares pétreos, que los convierten en tea; pero no las tierras de pastores, de valles, vegas, laderas, explanadas, llanuras, cercados de siembra y cultivo, etc., que se deshacen haciéndose “gofio”. Esto ya es pasarse de castaño oscuro (sin plantar castaños y nogales, según la sabiduría popular). ¿A qué se debe todo esto?, ¿cuál es la causa?
¿Nadie va a parar este desmadre?, ¿se va a seguir eligiendo presidentes pro-pinos, que vayan a seguir en esa corrupción pura y dura, que significa ese atropello al campo y al campesinado, al que se les desprovee de sus propiedades y se les prohíbe la práctica de la ganadería y de la agricultura, con multas exageradísimas e irracionales? ¿No se presentará un candidato, que diga en su programa los va a arrancar?
La cosa va a más (más plantaciones de pinos). ¿Por qué ese abuso y atropello al campo y al campesino? Casos hay de suicidios por el acoso y sanciones a pobres hombres que nada hacen de particular, sino atender sus tierras e intentar sacar de ellas la comida, cuando sabemos la pinocha no se come.
Pero nada importan estos suicidios medioambientales, ni se da publicidad de ellos, porque llegan incluso a cárceles, con lo que se retrocede –por miedo y pánico- en el orden agrícola y ganadero. Y con ser punible toda esa acción desmedida, fruto de una corrupción establecida, andan libres redoblando su acción criminal de acabar con la tierra, sin que nadie la defienda, ni reclame. Sobre esto: silencio absoluto.
Ante este estado de cosas, solo cabe la actitud de minusvalorar la acción de la política y sus ejércitos para llevar a cabo sus tropelías. La gente desconfía y recela de la clase política, por abusadora e irracional, frente a una verdad de Perogrullo: la tierra nos alimenta (sin embargo, aquí, nos moriríamos de hambre, porque no puedes llegar hasta un árbol frutal, porque está todo asilvestrado, emboscado y protegido). Y nada producimos.
¿Qué estima merece el cabildo, culpable del envenenamiento de la tierra, de la apropiación indebida de tierras, de llenarla toda de basura, de desaparecer el agua (tanto de lluvia como de manantiales y fuentes) y no dejar tocar absolutamente nada? ¿Se justifica su existencia, cuando va en contra de una política que generara alimentación y trabajo, cerrando puertas al campo, convirtiéndolo en un parque extensivo y total?
¿No son culpables de este estado de cosas, todos aquellos que pudiendo alzar su voz en defensa del campesino y la tierra, se callan, por no molestar y hacer la pelota al que es causante de este destrozo, que imposibilita que la tierra dé de comer a futuras generaciones? Aumentan las plantaciones de pinos, decrece las plantaciones de papas.
En el gran tabaibal, están confabulados cabildo-gobierno autonómico-los veintiún ajuntas-los medios de comunicación-la masa-el pueblo-calla la universidad, y un perito agrícola manda y destroza la isla con la permisividad de todos. Ni siquiera en la crisis que nos toca vivir –y que no ha comenzado- frena la plantación de pinos y el “robo” de tierras.
Acabo, como empecé: se me antoja, ahí detrás de todo eso, se esconde la corrupción mayor, que jamás se haya dado, y sin embargo campea a sus anchas. Unos pocos se benefician de esta situación, a la par que muchísimos la padecemos sin decir ni “mu”. Raro, raro todo esto. Ya es hora, esto se pare y se desenmascare.
El Padre Báez.
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