Triste final, si al acabar el
mandato...
... legislatura, gobernanza, presidencia o como le
quieran llamar, el resultado, no es el de otros regentes de épocas pasadas a los
que se les atribuyen sus buenas obras en bien de la humanidad, población o su
gente. Pues que viene este encabezamiento por el cabildo, que gracias a Dios
terminará ya pronto (cada vez les quedan menos: un par de años), y a la hora de
referirnos a sus obras, solo se podrá decir, en cuyo periodo se dio muerte, por
matanza forzada a las cabras libres.
Si de esta forma y manera va (o van) a
pasar a la historia -con letra pequeña-, el ca-brito y el ca-morales (les
recuerdo que la palabra, sílaba, término “ca” significa o viene de casa, lo
cual quiere decir familia con ese apellido, de donde se procede o desciende, que
de estos dos mandamases -denigran sus apellidos y afecta a los suyos-, solo se
pueda decir: mandaron acabar con las mejores cabras del mundo (las libres), es
como para borrarlos del mapa, del tiempo, de la Historia, porque no dejan de ser
una mancha sucia, sin nombre, cuya pestilencia -las de las cabras (también)
putrefactas sin guirres ni cuervos u otras alimañas que se las comieran,
envolvían el ambiente infestando los lugares y a la pobre gente, ya escasa, por
esos pagos de Dios (perdón a los ateos, por citar a Dios, en el que no creen,
porque creen en hombres hechos dioses, o en ellos mismos subidos a tal
“divinidad”), por donde algún senderista, deportista, corredor, o del propio
miedoambiente y seprona, respirando tales olores y
microbios...
El Padre Báez, que -repito- si después de la legislatura
de los citados, hubiera que decir algo de él o ellos, y sea esto:
“... en su gobernanza dictatorial, se dedicaron a traer anda-luces, para que nos
mataran nuestras cabras mejores...”, que de otros, obras y defensas;
pero de éste (estos dos): destrucción y muerte de cabras (retroceso). D. e, p.,
si es que pueden y tienen conciencia de y para ello, cosa que
dudo.
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De la última grabación y que saldrá el próximo miércoles
(de hoy en ocho días), lo que me dice uno de los seis que fuimos: Don Jacinto
S.:
¡Buenos días, Padre
Báez!
En la excursión-grabación a Tamadaba, el pasado día 13, el veterano senderista David y servidor, observábamos la presencia de tederas frondosísimas, colegias inmensas, archita, colleja y otras hierbas intactas; llegando a la conclusión que: por allí, en mucho tiempo, no habían pasado las cabras, porque estos vegetales son comida deliciosa para ellas. El Padre Báez, con la vehemencia que le caracteriza, comentaba. "¡ni una, ni una!” Tampoco vimos rastro caprino alguno en el Cagarrutal (que por algo se llama así).
El famoso ganado guanil,
probablemente, ha encontrado un mejor hábitat en los lugares en que actualmente
está, ¿por instinto natural o, arrinconados
allí?
Hay que reconocer que los técnicos de
Medioambiente han conseguido que el pinar se reproduzca por sí mismo, ya no se
necesita hacerlo con plantas del Vivero, aunque ahora traen: brezos, cedros,
codesos, etc. Por todo esto, comentaba, que no entendía la razón de no haber
respetado los castañares (de los que -aún- se aprecian restos), tampoco
nogaledas (o nocedales), incluso encinas y robles -por allí sobrevive alguno
mortecino-. Pero..., ¡con el Santísimo Cabildo hemos topado, amigo
Fernando!
Saludos. Hasta otra
ocasión.
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