Más que curioso, que en el
cabildo...
... desde el cabildo, por el cabildo, para convencer a
la masa, el cabildo a la hora de hablar de las cabras, no nos pone en mesas,
cátedras, reuniones, conferencias, jornadas, charlas, debates, etc., a los
conocedores de las cabras, es decir a la gente del campo, a los campesinos,
cabreros, pastores, boyeros, etc., como lo más propio, normal y racional, pues
no señor, nada de esto, que por supuesto es lo más lógico y racional,
sino que
para que nos hablen de las cabras, el cabildo acude a su propio personal, es
decir a la voz de sus amos, pero añaden a: profesores, a académicos, a
universitarios, a licenciados, a doctores en mil materias diversas, pero que
dependiendo de un sueldo que les paga él mismo, han de decir lo que quiere el
amo, o les cuesta la calle, con lo que no los expertos, que son los pastores y
similares, sino gente que salvo en foto, no han visto en sus vidas una cabra, ni
las han ordeñado y a veces no saben de las cabras, ni cómo se llaman según sus
colores y otros detalles, como mocha, jardúa, bermeja, etc., nada digamos de sus
características, y en sus supinas ignorancias nos las presentan como devoradoras
de endemismos, y comedoras de pinos, por descontado: robles, fayas, eucaliptos,
cipreses, viñátigos, cedros, etc., etc., sin dejar las sabinas y otras plantas
repelentes y que las cabras en verdad, antes mueren de hambre que prueban nada
de lo citado y más.
El Padre Báez, que, ante tanta patraña acomodada,
comprada, utilizada, uno sale al paso, una y mil veces, y en ello pienso morir,
y no dejaré este tema -lo tengo ya dicho y repito- hasta que no dejen o cesen de
matar nuestras cabras libres, que desde siglos están donde están, nada se comen
endémico porque sencillamente donde ellas, nada de eso -como los pájaros azules-
hay y si tenemos algo autóctono, es gracias a las cabras, que desapareciendo las
mismas, nos quedamos hasta sin lo que es propio de aquí. Y eso es lo que
persigue el cabildo, entregar la tierra a cinco millones de turistas que
previamente fabricarán sus chalets, y convertirán este trozo del paraíso
terrenal, en un lugar pestilente, irrespirable, miserable, donde lo único verde
será el césped de piscinas, y los únicos animales perros por ganados, serpientes
y ardillas, donde antes habían: cabras, vacas, ovejas, conejos, gallinas,
etc.
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Por supuesto, hago mío lo que dice Isidro Santana León;
léanlo, por favor:
Esquizofrenia: zoofobia, necrofilia, pero también canifilia. Hay
mucho dinero, pero no para las necesidades de nuestro mendicante pueblo.
Protegen los perros de caza, extinguen nuestras cabras guaniles, pagando
significativa pella de dinero por ello, y envenenan el medio. Me gustaría saber
cuántas especies han desaparecido con el veneno ilegal usado en el medio y me da
igual, Antonio Morales, si los tuyos estuvieron en la oposición o en el
Gobierno: quien calla es cómplice. Esa práctica de usar venenos ilegales se ha
seguido y, ustedes, tanto jactarse de cuidar la biodiversidad culpando a las
cabras de todo mal, tienen una gran responsabilidad en la desaparición de
especies, por lo que no sé si sería lógico, ético o sensato, contratar una
cuadrilla de matarifes andaluces para erradicar el verdadero mal de nuestro
medio. Juan Carlos Santana, inspector de Medio Ambiente, reconoce en este
periódico el uso de ese veneno. Ahora tratan de hacer selección para mejorar la
raza Podenco canario (al que ya le reconocieron el pedigrí en Almería como perro
suyo) pero no han hecho los estudios genéticos necesarios para proteger nuestro
ganado guanil. No es sospechoso que hayan invitado a Juan Miguel Sánchez,
Presidente de la Asociación Canaria de entidades de Caza, pienso que con
intenciones de que se reproduzca a gran velocidad el conejo, animal mucho más
destrozador de la flora que la cabras (éste se come hasta las raíces) y cómo los
cazadores pasarán por encima de cualquier flora, de las que ustedes dicen
proteger, ya que se meten por todo sitio sin conocimiento botánico ni
sensibilidad. Sabemos que hay un gran negocio en esto de la caza. No es de
extrañar que el Seprona también esté invitado a este evento Bioelectoralista,
pues coadyuvaron mucho a que se mataran nuestras cabras en vez de protegerlas
como era su misión. ¿Es que se han creído ustedes los dueños de Canarias? ¿quién
les da a ustedes patente de corso para deteriorar, alterar la naturaleza de
Canarias y hacer de nuestra tierra un lugar de recreo sólo para extranjeros y
mandarines que se eligen cada cuatro años, supuestamente, para que velen por los
intereses de los canarios y no por los de las minorías privilegiadas y las
empresas de los amigotes? ¿Tienen patente de corso de España S.A.? Asunto de
colonialismo elegir esbirros canarios y advenedizos. Votar es una cuestión de
honor, yo no autorizo tiranos y cualquiera que entre en este sistema
colonialista se convierte en un tirano.
“... los ojos se
me nublan de pesar...”
(salmo
87).
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