acuden a....

Acuden a un perro que necesita...

... urgente cuidado médico (veterinario), respondiendo a una llamada (lo mismo no le hacen a las cabras); un pobre perro que ha estado viviendo abandonado durante varios meses (cabras que viven libres y sanas, y no necesitan nada); el pobre animalito, estaba enfermo, y luchaba por sobrevivir (como mis cabritas por esos riscos, huyendo de los tiros); una pareja de almas buenas, hacen un largo viaje para salvar al perro (de anda-Lucía vienen tiradores contratados por el cabildo para que las maten);

cuando llegan al descampado, como es lógico y natural, el perro se pone nervioso y huye a la caseta donde ha estado últimamente (las cabras que no huyen, caen matadas por estos matacabras genocidas sin nombre, sin sentimientos animalescos); poco a poco el perro se da cuenta le quieren ayudar (a las cabras no hay ayuda posible, sino balas o pólvora); tres horas más tarde el perro está ya en un Centro de Bienestar de Animales (las cabras no te las apañan y entregan a los que las quieren); donde una doctora lo ausculta, lo examina (a las nuestras las dejan tiradas y heridas hasta que mueren); el pobre animalito de Dios, sufre de unas bacterias muy dañinas y además está infectado de hongos (las nuestras, las cabras libres, por ello precisamente, están sanas y horondas); el diagnóstico es hospitalizar al perro, porque debe permanecer en cuarentena para el consiguiente tratamiento continuado (la receta de las nuestras es acabar con ellas, matarlas como si fueran perros, ¡ah perdón!, simplemente matarlas, sin comparación alguna); pasan una, dos, tres, cuatro, cinco, seis semanas (esperamos pasen las elecciones, para que vuelvan los tiros contra las inocentes y libres cabras); el perro de mi relato -es real- está curado, ya es un perro feliz, le ha vuelto la alegría, su espíritu ha resurgido -por poco me sale “resucitó”- (a las nuestras las matan sin más, y porque sí, sin más, repito); si tienen corazón franciscano, comenten este hecho, y sean tan bondadosos, que busquen a quien quiera adoptar a este perro (las cabras no corren igual suerte); y colaboren así a salvar vidas, que es una hermosa misión (siempre que se trate de perros, pero si son cabras, ¡que las maten!).

El Padre Báez, que aún consciente de que las comparaciones son odiosas, les regala este paralelo, para que ustedes mis amigos, juzguen y comparen. Pues, ¡y qué pena, las cabras no fueran perros, y muy otras serían sus vidas, que no carroña para los cuervos (que como saben no existen)!

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Muy buenas preguntas:

Y yo me pregunto: ¿dónde la formación y preparación de los electores, pasados, presentes y futuros?; por eso es difícil quejarnos. ¿Cuándo lograremos una sabia y razonada formación realmente DEMOCRÁTICA?...En el Siglo XXII ?⁉️🙏🏿🐒🐐☔️🐍🕷🤔😳😟🙄🤑😎😡😰🗣👀

Buen Domingo,🌹⚽️🇺🇦🔹🔹🔹

Juan Antonio Santamaría Alonso – Sacerdote.

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“... se han desviado de la senda por donde caminaban sus padres...” (Jueces 2, 6-3,4).