La desaparición de las
cabras...
... afectará gravemente a nuestra salud. Pues, no es lo
mismo tomar leche-leche, que tomar agua blanca de polvos, que simulan la leche.
Sabido es, la cabra suplió en más de un caso a la leche materna criando gente
sana, saludable, fuerte.
Cuando dejemos de tomar esta leche, la de las cabras,
surgirá todo lo contrario; habrán personas enfermas, débiles, desnutridas... Y
es que matar las cabras, es acabar con la salud, con la Historia, con la
tradición... Si acaban con las cabras, ¿con qué las van a suplir?, ¿con aguas
blancas de polvos blancos? Una razón más y tal vez la más importante, para
salvar las cabras, como se quiere salvar unos pájaros azules -que no existen (y
si existieran, no dan leche)-. Así que, matar a las que se las conocen como “las
vacas de los pobres (las cabras)”, es acabar todos yendo al médico, por
problemas de digestión, cánceres, infecciones, etc., etc. Que son las cabras las
mejores farmacias y las que mantienen a los doctores (a los médicos), lejos. Nos
matan las cabras y aumentarán los pacientes en los pasillos de los hospitales,
esperando camas libres, y llenando cementerios antes de tiempo; y por
descontado, arruinando al Estado o a la Seguridad o Sanidad, o como se le llame
a ese ministerio u organización de la salud. Sin cabras, esto será como la
peste, una plaga, un mal sin remedio. De ahí, que pasando el tiempo -y ya no
estemos aquí los que estamos- gentes vendrán detrás de nosotros, que
rehabilitarán los rebaños o ganados sueltos de cabras, y sobre todo las libres,
que son las más sanas, la reserva de las que tabuladas o en explotaciones -como
les gustan decir (jamás escuché a un pastor o a gente del campo tales
expresiones), en lugar de decir: las que están en corrales, chozas, cuevas, etc.
encerradas, castigadas a comer basuras que le traen de fuera, teniendo un vergel
de primera calidad en hierbas y granos, que les prohíben -en este tiempo- comer
a nuestras cabras, que enferman y mueren por lo que comen de fuera, que les
traen de ¡Dios sabe dónde!, con: químicas, vísceras, basuras,
etc.
El Padre Báez, que se adelanta a lo que va a suceder
cuando nos hayamos quedado sin las cabras, proceso que avanza lenta y
progresivamente, empujado por un cabildo ignorante, incapaz de ver o adivinar
las consecuencias en la población, faltando las que son garantes de bienestar en
la salud, al margen de la economía, trabajo, psicología etc., etc.. E
impunemente por la justicia y distintos colectivos: las
matan.
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Es lo que hay, ¡lo siento!, pero ni blasfemo, ni
insulto, ni miento, simplemente uso el diccionario, y en ello: el lenguaje del
pueblo (seguro que de abuela tan joven y moderna, debe ser una broma [los
políticos y otros, escandalizan más: por ejemplo los que gritan:
¡¡¡Goooooolllllll, gollllll, gooooooooolllll!!!):
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“... en aquel
tiempo dijo Jesús: no juzguéis y no os juzgarán... ¿por qué te fijas en la mota
que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo?
Hipócrita: sácate primero la viga del ojo; entonces verá claro y podrás sacar la
mota del ojo de tu hermano...” (Mt 2,
1-5).
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