lunes, 31 de marzo de 2014

sugiero


¿Por qué no una tabaibita?...
 
…, vas a ciertos lugares, sobretodo a oficinas y lugares de trabajo en salas o interiores, y siempre me sorprendió la cursilería de ver una macetita minúscula, con un captus, o similar, y hasta por Navidad, los hay que te traen -te venden- unos cipresitos enanos, y… después de esta introducción, viene mi propuesta: ¿por qué no poner en oficinas, despachos, mostradores, etc., una plantita de tabaiba? Por supuesto, no animo a nadie vaya al campo y arranque ningún ejemplar para tal fin, pues ya saben las consecuencias si te trincan, por eso les sugiero que se busque, se compre (no se si en los viveros las venden), se consiga la semilla, y que plantada por cada interesado, no cometa delito o agresión al reino tabaibero o tabaiberil, y así de paso, contribuirá con la protección o mayor implantación o reproducción de las tabaibas, y dado que la plantita como es propio de la ley biológica, va a crecer, y se hará adulta (o grande), y no cabiendo o cupiendo en la sala, mesa, alto de ropero o estantería, quien la posea y retenga fuera de su ambiente natural, que salga al campo, y allá donde encuentre un hueco, sin arrancar nada -que pudiera estar también protegido- ponga a la plantita, ahora ya crecida, fuera de la maceta, en tierra. ¡Vamos por sugerir que no quede!, y de esta manera y forma contribuimos a la reforestación de tan escasa como endémica planta a punto de desaparecer, a la par que siendo como es la diosa de la forestación en El Tabaibal, como recordatorio y culto, se la tenga también en los hogares (¡eso sí: alejada o fuera del alcance de los niños o menores!).
 
El Padre Báez.

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