¿Por qué no una
tabaibita?...
…, vas a ciertos lugares, sobretodo a oficinas y lugares de trabajo en
salas o interiores, y siempre me sorprendió la cursilería de ver una macetita
minúscula, con un captus, o similar, y hasta por Navidad, los hay que te traen -te
venden- unos cipresitos enanos, y… después de esta introducción, viene mi
propuesta: ¿por qué no poner en oficinas, despachos, mostradores, etc., una
plantita de tabaiba? Por supuesto, no animo a nadie vaya al campo y arranque
ningún ejemplar para tal fin, pues ya saben las consecuencias si te trincan,
por eso les sugiero que se busque, se compre (no se si en los viveros las
venden), se consiga la semilla, y que plantada por cada interesado, no cometa
delito o agresión al reino tabaibero o tabaiberil, y así de paso, contribuirá
con la protección o mayor implantación o reproducción de las tabaibas, y dado
que la plantita como es propio de la ley biológica, va a crecer, y se hará
adulta (o grande), y no cabiendo o cupiendo en la sala, mesa, alto de ropero o
estantería, quien la posea y retenga fuera de su ambiente natural, que salga al
campo, y allá donde encuentre un hueco, sin arrancar nada -que pudiera estar
también protegido- ponga a la plantita, ahora ya crecida, fuera de la maceta,
en tierra. ¡Vamos por sugerir que no quede!, y de esta manera y forma
contribuimos a la reforestación de tan escasa como endémica planta a punto de
desaparecer, a la par que siendo como es la diosa de la forestación en El Tabaibal,
como recordatorio y culto, se la tenga también en los hogares (¡eso sí: alejada
o fuera del alcance de los niños o menores!).
El Padre Báez.
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