Respuesta tabaibera
universitaria…
… pues que de tan alta entidad se nos responde acerca de la
imposibilidad de investigar sobre la tabaiba, porque estando como están
protegidas, pudieran ser multados los profesores y alumnos que cogieran
cogiendo tabaibas, pues para ello, necesitan de gran cantidad de ellas, y no
estando desprotegidas, no se atreven ni a tocarlas, y ello, más allá del
peligro que entraña la manipulación de tan mala planta, que daña, hasta sin darse
uno cuenta, aunque para ello, se proveerían de guantes, como manda la tradición
si de laboratorios se trata, pero que los utilizarían hasta en la recolección
de material. Me dicen además, que están convencidos de las virtualidades de la
planta, aún por descubrir, pero dada la prohibición de tocarlas, nada pueden
hacer salvo contemplarlas, que es además, el grado más alto de oración, y que
como para entrar y pasar por ella (la universidad) hay que ser discípulo de Marx
y de Nietzsche, ateos (fíjense que a sus muertos, en las esquelas mortuorias, no
les ponen ni la cruz, ¡mucho menos el “descanse en paz”!), y lo otro, que a lo
mejor, contemplando la belleza de dicha planta, a lo mejor llegan hasta al
Creador, que la puso en la tierra, para que los hombres obtuvieran
rentabilidad, cosa que solo hace el cabildo, dándole la vuelta al asunto, pues
es bien general, y sin embargo, nadie se puede beneficiar de ella, salvo los
dichos. Pues, que seguirán estudiando chacalotes muertos traídos por las olas a
las playas o costas, porque el interior, todo de tabaiba, es otro mar, profundo
y peligroso, y que solo pueden investigar sobre el campo unos pájaros azules
(que son grises), y que vuelan sobre los pinos, y a tal fin el terreno que deja
libre las tabaibas, lo llenan de pinos. ¡Es lo que hay y tenemos!
El Padre Báez.
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