POPURRÍ 442:
En el Año de la Fe (66): ¡A cuántos ha curado la Fe (física y espiritualmente)!
Al habla el historiador (442):
La naturaleza que es sabia, contradice al kabildo...
... que quiere llenarla de pinos a toda costa, y éstos y la basura que plantan se retrotrae a las alturas. A ver si libera tierras de medianías y robadas, a la agricultura, y respeta a la naturaleza.
No, no es de recibo, quieran llenar de bosques, incluso...
... a la orilla del mar, cuando son de alturas, según clima y temperatura. Las medianías y cumbres, también la costa, para el cultivo, y sus bosquecitos, que se secan todos, se vuelven a las alturas.
Mira por dónde la ciencia, comienza a darme la razón...
... los bosques de todo y por todas partes, no proceden. Dinero perdido.
La cosa de emboscar todo, la pagamos muy cara...
... pues no tenemos nada de agroalimentación tabaibera, sino que todo es de fuera.
Lo único que producimos, es artesanía, pero...
... ni se come, y la mayoría también es de fuera; y la de dentro, se ríe del campo.
Ya la agricultura, está abandonada...
... solo quedan residuos minúsculos e insignificantes, porque los bosques se la ha comido.
Y a pesar de ello, mercadillos, por todas partes, pero...
... en cajas del tabaibal, ofertan frutas que son del mundo entero.
Es, que se olvidaron del campo, y lo cambiaron por...
... un turismo, que ha quedado en borrachos, ancianos, enfermos, y gente de moral distinta.
El abandono del campo, traerá al tabaibal, una...
... catástrofe (¡ya está!), que durará muchos años (¡tres décadas!), en recuperarlo de nuevo.
Lo de los brotes verdes, para el 2014, eso...
... es mentira, ni verdes, ni amarillos..., ¡y ni de ningún color!
En todo caso en el 2041, pero en el 2014, eso...
... ni soñarlo; eso es im-po-si-ble.
Las pérdidas del campo, por culpa de unos ineptos en política, cargados de técnicos, pero vacíos de consejeros del ramo...
... nos ha traído a algo irreparable por de pronto. Antes, hay muchos pinos que arrancar. Y la tierra envenenada, tardará mucho en volver a producir.
Por lo pronto, hay que esperar, a que la clase política actual, desaparezca...
... y surja gente del campo, que cojan las riendas de la gobernabilidad, aunque sean analfabetos (pero que sean de los herederos del campo, y lo hayan trabajado y por tanto lo conozca).
Así vea los ojos de Dios, vaticinan, para el tabaibal...
... el mayor número de tierra ocupada será (ya lo es) por la tabaiba, seguida de cardones, luego bosque termoesclerófilo, después bosque termoesclerófilo húmedo, mas después, monteverde seco, seguido de monteverde húmedo, luego monteverde seco-estival, y por último los pinos. Sin embargo lo llenan todo de pinos, y en cuanto a las tabaibas, ya son las más numerosas. No queda donde plantar papas.
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“... un becerro de tu casa..., un cabrito de tus rebaños..., carne de toros..., cabritos...” (Salmo 49).
“... ábrase la tierra y brote..., y... germine...” (Del libro del profeta Isaías):
“... que los montes..., florezcan...” (Salmo 71).
“... el vástago..., será fruto...” (De la lectura breve de Tercia).
“... el suelo echa sus brotes... hace brotar sus semillas...” (De la lectura breve de Nona).
“... forjarán arados..., podaderas...” (Del cántico del profeta Isaías).
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P. D.-
Sindicatos CCOO; UGT; FSOC; U.S.O.; CO.BAS-CANARIAS; CONVERGENCIA SINDICAL CANARIA; S.O.P.C.; SINDICATO ELEVACIÓN; SITOCAN; INDEPENDIENTES DE GUAGUAS; Organizaciones sociales y políticas: Colegio Oficial de Trabajo social de Las palmas; Redesscan; Red Canaria en defensa de los servicios sociales de Canarias; Asociación Canaria de Economía Alternativa; Asociación Café despacio; Alternativa anti militarista.moc; Unidad del Pueblo; Partido Humanista; Canarias x la Izquierda- Sí se puede; Foro social Canario -Coordinadora por la defensa de la Salud y la sanidad pública, el Padre Báez...
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¡¡ Ke disuelvan los kabildos y NO los Hospitales !!
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Otra vez...
... con la alegría en el alma y el cansancio en el cuerpo, vengo a darles información de la magna y magnífica marcha arqueológica que hoy –como habíamos anunciado- acabamos de hacer (por ayer Domingo, el Día del Señor), el mismo que se celebra en el octavo día o día primero; es el caso que ya no sé si ocho coches, si ochenta asistentes, si ochocientos años atrás, vivimos experiencia tan densa y hermosa, como la de adentrarnos haciendo senderismo y a la par, siguiendo la huella de los guanches. Tras ellos, de paso, íbamos dejando atrás, y mirando hacia adelante, adentrándonos en la isla, también en la Historia, guiados por la tierra que se adentra en la piedra, y nos acoge en su seno, por donde los espíritus de aquellos ancestros, y con sus restos a flor de suelo como testigos, ya sean de cerámica, de sus comidas (conchas), sus adornos (la brea), sus huesos, sus usos y costumbres, sus trazados, sus proyectos, sus realizaciones, y en esta ocasión, aunque de paso lo citado, buscábamos torretas (objeto de mi próximo libro [al llegar a casa, me encuentro con el correo, que me dice: pase mañana –por hoy- a recoger algunos ejemplares de mi nueva obra, y a pensar sobre su presentación “La Cueva Guanche”]). Y al soco del viento y en el sol que nos daba de su luz y color, también calor, el almuerzo compartido, y el regreso huyendo de la noche -que es mala compañera-, para dar como fin del recorrido, el hallazgo (ya Julio había descubierto hasta tres goros) de la fortaleza descubierta y por dar a conocer desde donde el control camuflado para sorprender a los intrusos, con corral de enganche o engaño, con la sorpresa nuevamente de sus restos varios –para no repetir- y ya con el alma hinchada, de tantas hipótesis dadas, acerca de casas, cuevas, torretas, hallazgo, etc., en un caminar por grupos, enzarzados en conversaciones mil, con la alegría de volver el próximo Domingo, día 23, para continuar e ir más allá, desde el final de hoy, y así seguir en la indagación de lo nuestro y satisfacer y cumplir con el compromiso de dos salidas cada mes, pero que con motivo de las vacaciones, los más jóvenes del gran grupo, proyecta –con mayores que también lo harán, atravesar la isla partiendo desde el sur (Arinaga), y llegar al norte (Agaete), durmiendo por el camino, en varios días de inspección, y de descubrir madrugadas, estrellas, frutas y fríos. Y no, no cuento más, porque el grupo, quiere guardar ciertas informaciones, precisiones, y descubrimientos, y ponerlos a buen recaudo, esperando tiempos mejores en los que se preserve y cuide -como se merece- lo mejor de nuestro acervo cultural e histórico. Y toda vez que al que realmente le interese estos temas, por más que el grupo crece, admitimos a los nuevos, pero siempre con la discreción y sigilo que exige este cometido que raya lo sagrado. Nada digo de la reiterada observación y datación acerca del lo vacío que está el campo de todo aquello que se pueda comer –y enterándonos, que ya ni papas se pueden plantar, porque te la cogen los ladrones y te dejan los surcos vacíos, como se constató por más de tres casos-, y cómo la tabaiba se enseñorea triunfante y nula, sin beneficio alguno colonizando todo palmo de tierra, sin que se la pueda herir, por miedo a miedo ambiente y ello a pesar de un reboso por todas partes de la omnipresente y absoluta reina del lugar, y tanto que ha cambiado el nombre de la isla, porque otra cosa no hay ni se ve, como se pudo constatar por donde estuvimos y ello desde la orilla de la mar hasta lo más lejano de alturas, y hasta donde la vista nos alcanzaba, en un sin sentido ni razón, de lo que consideramos un absurdo y una locura, que vamos a tener crisis por treinta años, y esa leche no se toma, ni de ella se puede hacer queso. Y hablando del queso, uno de los asistentes llevó del suyo, que hizo la delicia de paladares al saborear lo que como nunca antes se había comido por su exquisitez, pero cabras..., cabras, no vimos ni una.
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