viernes, 7 de diciembre de 2012

La pasión ....

La pasión por el campo:


A pesar de ser sacerdote, y no poder dedicarme todo lo que quisiera a la ganadería y agricultura, por haber nacido en ella, y en ella haberme criado, es por lo que necesito proyectar en mis escritos lo que creo firmemente sería la solución de la crisis, del paro, del hambre, y la recuperación de valores, principios, cultura, verdades, ciencias, etc.

Me viene pues, de familia y lo tengo en los genes. Es vocacional, tengo metida en la sangre la agricultura y la ganadería y voy a seguir con ella hasta la muerte. No creo haya otro proyecto, ni turismo, ni tu tía que no sea el de recuperar lo que solo nosotros en toda espakistania y en el resto del mundo hemos perdido: el sector primario, del cual depende la humanidad entera.

Que soy hombre del campo, y no entiendo se pueda vivir sin el mismo. Allí está la mejor memoria de nuestro pasado e historia. El campo enseña la adaptación a todos los papeles, situaciones y sorpresas de la vida. Es lo máximo. Salió así de las manos de Dios, y las citas de todo un año, que les incorporo a los popurrís diarios lo corroboran. Es cosa divina, el campo y sus faenas. El hombre, es más hombre en su medio natural, y hasta es un mundo de fe.

En el campo la lentitud, del que espera nazca lo plantado, se mimetiza en el propio ser. Es un personaje -el campesino-, que va de retirada. Y hay que conectar de nuevo con el campo. Es vida. Lo correcto es el medio ambiente (no hablo del miedo ambiente, que eso es otra cosa y el responsable de la desaparición de toda actividad en el campo, para nuestra desgracia y dependencia). Aquí, en el Tabaibal, no hay familia que no provenga del campo.

El campo, sigue esperando se ocupen de él, para darnos lo mejor de sí mismo, al margen del trabajo y la comida. Pasa, que se está tardando tanto en el regreso, que no va a quedar quien les enseñe el verdadero papel del ganadero o/y agricultor a las generaciones actuales, que tendrán que partir de cero. Tampoco hay escuela que te prepare a ello, si no es el testigo aún vivo en minoría. Son los auténticos documentados y los únicos con los que se puede aprender de todo.

Cierto -y nadie se llame a engaño-, el campo no da descanso. Pero trabajar en el campo, es algo maravilloso, precioso, digno. Es, una experiencia sensacional. Es, el camino que han seguido los siglos que nos han precedido. Por él, pasaron nuestros padres, y los padres de nuestros padres. Sin estudios, se las sabían todas. Es duro, pero satisfactorio. Hermoso. Te da total libertad. Respetas. Conoces. Compartes. Reflexionas... Cada día es una película distinta. Se es actor. Es cultura (agricultura).

Ya es hora de trabajar en algo distinto, para salir de la crisis. Si no, todo va a seguir siendo peor. Esta, puede ser una de las razones para la vuelta. Es rentable. Siempre habrá campesinos, pero que no sean una minoría. Que la crisis haga volver a la gente al campo. Que el Gobierno empuje en esta dirección. Que no muera nuestra cultura. No perezca el campo, que es vida.

El Padre Báez.

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