viernes, 24 de diciembre de 2010

TANTA LUZ, ES COSA DE POCAS LUCES


Recién nacido

    Tan pronto se va el sol se enciende toda la isla.
    Y ello, desde la costa -en redondo- hasta las cumbres, sin dejar un resquicio sin iluminar.
    Y así: luces en todas partes, caminos, carreteras, calles, barrios, urbanizaciones, casas, pueblos, ciudades, puertos, campos deportivos, edificios, etc., etc.
    La isla, vista de noche, parece de día.
    La isla, vista desde las alturas, es un mar de luces.
    Se ilumina la senda donde vive alguien, que se recoge como las gallinas -al irse el sol-, y vive sola, y nadie va ni viene por allí, y está, toda la santa noche, las luces -muchas-, encendidas.
    Pero, lo mismo pasa en general, por todas partes: no ves un alma por el lugar, y hay luces y focos, que deslumbran, y hasta hacen daño a la vista, aún siendo de noche.
    Es a las claras un derroche de dinero.
    Y en tiempos de: hambre, de crisis, de paro, de pobreza..., ¿a qué viene tener toda la isla, toda la noche, todas las noches, encendidas, sin alumbrar a nadie?   
    Ya es raro, ver que los coches llevan las luces encendidas y el 50 % de las carreteras, de noche están iluminadas.
    ¡Nada digamos de puentes y túneles donde las luces, parecen más que de día!
    ¿A dónde va a parar tanto gasto en luz?
    ¿Quién se enriquece con ese super-alumbrado, con todo-todo encendido, sin que alumbre en el 99 % a nadie?; que por 1 % que se beneficie de unas luces en una calle céntrica, se tenga los lugares más apartados, por lomas, montañas, barrancos, lugares deshabitados, escondidos y perdidos en la geografía, los mismos que en crestas o por el litoral, que las carreteras vistas desde lo alto, parecen líneas rectas -o curvas- de luces, sin que se vea pase un coche en horas por ellas...
    Aquí hay una política de idiotas, que no saben de ahorros.
    Esto es dilapidar el dinero.
    Esto, debe ser tercermundista: si llega la noche, ¡a dormir! Y se apagan las luces.
    Bueno es, que algunos sitios estén encendidos, para: señalar, evitar accidentes, robos, etc., pero de ahí a que las luces no alumbren a nadie, y estén encendidas toda la noche y noches, como ya quedó más arriba, no procede.
    Por lo pronto, una reducción se debiera hacer, ¡ya!
    El ahorro, pudiera redundar en los sin techo, o sin plato (más vale comida que luz).
    De paso, se fomentaría la vuelta al reloj biológico (a mayor salud).
    Se pudiera también poner luces inteligentes, y que se apaguen a una hora determinada.
    De lo que no me cabe la menor duda, es que estamos ante un gasto excesivo e innecesario.
    Y, como digo en el título, pocas luces deben tener nuestros políticos (a no ser que tengan comisión [¡y por ello corruptos!]), cuando sin necesidad, y sin alumbrar a nadie, tienen encendida toda la isla, que parece es gratis la energía que ahí se consume.

    El Padre Báez, que aporta ideas en épocas de crisis (además de la vuelta al campo y a la cabra: que el que tenga uno y otra, no se muere de hambre, y es la que está por llegar; y si no, ¡al medir contaremos!).

    P.D.- La única Luz que alumbra, la tienen apagada (Acorán, Yhwh, Jesús).

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