Con tanta protección, lo único que se consigue, es menos producción, o el acabose de la producción. Sucede que: lo están llenando todo de: planes, de paisajes, de espacio, de ordenación, de especial, de cumbres, de natural, de consejería, de medio, de ambiente, de boletines, de oficial, de comisión, de territorio, de servicio, de direcciones, de parques, de procesos, de ecología, de focos, de ejecutivo, de geomorfología, de diversidad, de valor cultural (¡ja,ja,ja,...!), de disposición, de hectáreas, de áreas, de conjuntos, de elementos singulares, de... de protección, en definitivas, donde no se puede dar un mochazo, ni segar un puño pá la cabra, porque te caen multas como lluvia. Es decir, cada vez, más acotado el campo, el campo retrocediendo, el campo desapareciendo: todo protegido. Y ahora, a ese espacio cada vez menos para la agricultura, el agricultor analfabeto de toda la vida, sabio en su cultura: la agricultura, ahora se le exige un cuaderno de campo, para complicarle más la vida si cabe, por parte de la consejería de agricultura y ganadería, y como no lo lleve a raja tabla, le va a caer el peso de la ley con multas que tendrá que vender la tierra para pagarlas, ¡o se las quitan, para cobrarse!
Y es el caso que, han de registrar cuanta operación haga en su cultivo -igual con el rebaño- que tendrá que contratar a un administrativo de los muchos que hay en paro, aunque la tierra no dé ni para pagarle. Pues, veamos: el pobre hombre del campo, va a tener que leer mucho, sin saber, para rellenar el cuaderno, o guía a través del cual, le van a llover las multas (total, que muchos dejarán de cultivar y cuidar del ganado, para librarse del cuaderno, porque es la horca que los van a matar; ya que: se trata de un documento que pretende enseñar al campesino lo que ya sabe mejor que nadie; les explica la cantidad de veneno que puede manipular, sin hacer daño a nadie (un servidor, dicho sea de paso, tienen el carné de manipulador de fitosanitario); cómo protegerse del agua (¡ja,ja, ja,...!); cómo proteger el suelo (¡mira a quién van a enseñar!); sobre la salud; cómo ser más rentables; etc. Total, un paso más, para maniatar y acabar con la agricultura y la ganadería (¡al medir contaremos!); pues, pretenden ayudar a saber cómo cultivar y cómo cuidar al ganado (¡irrisorio usted, de burla!).
El hombre del campo, va a saber ahora: cuál es el ciclo productivo; planificar la producción, analizar los costes, estudiar a los intermediarios, ¡y otras leches! En realidad, el cuaderno es un arma mortífera, ya que el hombre del campo ha de registrar, todo-todo lo que haga y contabilizar todo-todo: surcos, canteros, machos (no cabrunos o cápricos, sino por donde va el agua o surco mayor), sacos, unidades, fechas, horas, minutos, etc., una burocracia, casi universitaria, para un pobre patán -con cariño-, que hace lo que hizo su padre, su abuelo, su bisabuelo, su tatarabuelo, su..., desde el siglo V ó IV antes de Cristo.
Y mientras, en algunos centros escolares, en lugar de estudiar y aprender, tienen huertos escolares, para tener comida ecológica, cuidados y atendidos por los escolares (agricultura que luego les prohibirán practicar),sin darse cuenta: la tierra está envenenada, el agua está envenenada, la semilla es trasgénica, y a todo esto, llaman "ecológico". Lo del abuelo, en la cumbre, según tradición y generaciones pasadas de muchos siglos, ¡eso no vale!, ¡¡Cuaderno al canto, y multas que te esperan!!
Lo que no te protegen es el patrimonio arqueológico, que está a merced, de cualquier depredador, y con señales exactas dónde está todo, para que lo desaparezcan (porque un pueblo, al que no se le ha enseñado a conocer y respetar su cultura, ¿qué cabe esperar que haga(pero esto, es "harina de otro costal"; solo que salió por asociación de ideas)?
El Padre Báez, que hoy les muestra una hoya llena de retamas protegidas, y que antes era la huerta más productiva que se pueda pensar. Pues ahí les dejo, con un ejemplo de la protección (se pondrá todo amarillo, y ¿comeremos retamas? Obsérvese de paso, cómo los pinos amenazantes, crestean las partes altas, y cómo avanzan sobre el terreno, en otro tiempo pastoril (ganadero y agrícola), pues: ¡¡viva el cabildo!!
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