Como dice el refrán: "no hay mal, que por bien no venga", y un servidor, lo aplica a la implicación de las instituciones a la hora de conservar y difundir el legado de los yacimientos arqueológicos en la isla; que por mor de no tener dinero, pues la cosa está parada, con lo que salimos ganando, toda vez, que de actuar, a costa de los yacimientos, se los cargarían, haciendo o edificando centros museísticos, parques arqueológicos, restaurantes arqueológicos, venta de chucherías arqueológicas, etc., etc., como nos tienen acostumbrados, como podemos ver -un servidor no la ha visto- en la Cueva Rayada de Gáldar. Que van y vienen estos geógrafos, historiadores y especialistas arqueólogos a diseñar junto a, al lado de, sobre el, en el yacimiento en cuestión, un parque o un museo, que cuesta muchísimo dinero -¡y eso es lo de menos!- y que lo peor de todo es, que modifican y cambian, no solo el yacimiento, sino su entorno y el paisaje, y encima van y nos dicen que así, se lucha contra el paro, creando puestos de trabajo -"¡cógelo cuco!"-.
Así que, afortunadamente, la crisis ha pasado factura, y -dicen- no tienen dinero -¡gracias a Dios!-. Que, amigos míos todos, son aproximadamente cinco siglos antes de Cristo, lo que se oculta en esos nuestros yacimientos, y en ello, hay muchísima historia por desvelar posterior a Cristo, y si sigue en manos de estos depredadores, lo borran todo, y lo desaparecen todo. De ahí, la exigencia imperiosa, para que hayan personas serias y capacitadas, para dirigir excavaciones -pero mejor, como decía, creo el Quijote: "... no meneallo...". Lo que sí se puede hacer es, que den a conocer los yacimientos, como un servidor hiciera en Televals, durante dos años, mostrando cada semana, un yacimiento durante 90 minutos; que nos los den a conocer, antes que visitarlos. Porque es grande la pena -que uno siente- que tanta sabiduría, tanto arte, tanta arquitectura, y tanto y tanto de nuestros antepasados tengamos, y quede encerrado ¡Dios sabe dónde!, sin difundir lo propio, sino lo mismo y peor de otros, y de fuera, teniendo nosotros aquí, material y yacimientos, que serían la envidia de todos, si los conocieran. Difundir nuestra cultura, nuestras raíces, nuestro legado (¡que para algo tenemos hasta una tele autonómica!).
El Padre Báez, que da gracias a Dios, por la situación económica actual que impide excavar yacimientos, con lo que así, sí que los conservamos y preservamos.
NOTA.- Obsérvese en la foto, entre las tabaibas (plantas protegidas, por su escaso número de ejemplares), el brazo de una casa en forma de cruz (como todas las de los guanches, y ello tanto en superficie, como en cuevas), totalmente desprotegida (como casi todo el patrimonio arqueológico).
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