Con tu
clamoroso e impecable escrito "Mirando a las Tabaibas/Cuant@", es una gran
catástrofe y frustración que se estrelle contra el muro del silencio culpable de
esta anonadada población inoculada mortalmente por el virus de la
Endofobia.
En
gran parte por delito de lesa patria de nuestras vergonzantes universidades que
no han querido realizar sesudas tesis doctorales sobre este decaimiento
moral
del pueblo canario
¡Faita,
Faita!
Paco
Díaz.
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Obstáculos de las tabaibas…
… el movimiento por toda la isla/
el cultivo en las distintas propiedades/
el pastoreo o cualquier otra actividad ganadera/
la paz familiar y personal/
las relaciones de vecindad/
la justicia social/
el trabajo en el campo, sea el que sea/
la economía de siempre/
la marcha y el progreso de los pueblos de la isla/
el diálogo con la administración/
la salud de la democracia, al practicar la dictadura/
la unión política y social del pueblo/
el buen entendimiento a ser tan violentos/
la vuelta a la agricultura al no poder tocar una
tabaiba/
el futuro o devenir de la isla/
la Historia al distorsionar su
marcha/
el autoabastecimiento/
la unidad de la población al facilitar la fractura de la
sociedad/
la integración de la juventud/
el cooperativismo/
el derecho al trabajo/
el derecho de propiedad/
la confianza al sospechar del vecino que lo
denunció/
la posibilidad de hacer lo que siempre se ha
hecho/
el continuismo de los mayores, rompiendo nexos de
unión/
etc., etc./
El Padre Báez.
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Una isla ante las tabaibas…
… alguien debiera convocar un encuentro insular para
discutir el sufrimiento que causan las tabaibas, por los constantes atentados
contra el campesinado por parte del cabildo y sus hombres. Hay que abrir un
diálogo y llamar a la población al mismo sin coacción, en libertad y sin miedo a
represalias. Deben dar una apertura a la esperanza y al cambio. De entrada hay
que analizar bien la situación. Hay muchas preguntas en el aire sin respuestas,
por contestar coherentemente. Sea ello sin límites en el tiempo y sin límites en
la participación, donde entre de todos los pueblos y sectores, agrícola y
ganadero [también el pesquero]). Ante tanto silencio y miedo, hay que hablar, y
hablar a la cara y a cara descubierta. El tema central es la violencia que sufre
el sector primario, por parte de la administración tabaibera o tabaiberil a las
que sirven. No se debe mantener ese enfrentamiento o atentado que está costando
mucho dinero y vidas (que no se informan sobre suicidios [está prohibido por
ley]). La situación es de una constante provocación contra gente inocente e
indefensa. Se ha perdido el respeto a los ancianos o mayores, que son tratados
como niños por jovencitos capitalinos uniformados. No se puede permitir se siga
abandonando las tierras ante la prohibición de cultivarlas, por primar a las
tabaibas en ellas. Actúan cuales terroristas, contra gente sencilla y humilde
aterrada. Tanto es el miedo que no se cuenta ni un solo enfrentamiento con los
agentes abusadores y atropelladores. Se vive en permanente estado de sobresalto,
de guerra perdida. Se actúa desde la capital. El cabildo emplea enormes recursos
–que salen del pueblo- para vigilar, controlar, multar, etc. Nadie defiende al
campesino de tantos atropellos e injusticias. El sufrimiento lleva a depresiones
y otras enfermedades (físicas y psíquicas). Al 100 % la población se ha visto
sancionada o multada por algo. Se destruyen fincas, cercados, cadenas, laderas,
llanuras, riscos, barrancos, etc. Somos el lugar más poblado conocido y no se
nos permite cultivar ni cuidar de rebaños. La pobreza alcanza ya a
todos…
El Padre Báez.
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