Los ancianos y las tabaibas…
… cuando un anciano, en su juventud y madurez, veía una tabaiba en lo
suyo, la arrancaba sin más, cual mala hierba que es. Esa es la verdadera
sabiduría. Vivían de lo que daba la tierra, y la tabaiba, no les daba nada.
Ahora sufren viendo cómo no pueden arrancarlas y si lo hacen les ponen multas
por ello, y ya nada comen de la tierra, porque las tabaibas lo llenan todo.
Ahora, solo tienen miedo. Antes, tenían comida (¡y trabajo!). Más que miedo, tienen
terror psicológico; ahora enferman por comidas malas traídas de fuera. Ahora andan en la miseria. Ni
siquiera luchan por recuperar sus cultivos y ganadería, con cercados llenos de
tabaibas y vacías sus alpendres. Son portadores de un legado incalculable, y no
les hacen caso. Tienen “técnicos” los del cabildo. No hay relevo generacional.
Y trabajaron duro, para despedregar las tierras, ahora comidas por las
tabaibas, donde otrora el trigo, cebada, avena, archita… los tienen reprimidos,
drogados…, los han eliminado. Los enferman, los matan. Atentan contra la salud
de esta pobre gente cuales cobayas. No se recuperan las tierras robadas por las
tabaibas. No se educa en la tradición. No se respeta la sabiduría de los
ancianos. Con los ancianos sobran los cursos del cabildo y los libros de
agricultura. Se cargan nuestra Historia. Desaparece nuestra cultura, y nos
dejan sin nada. Ellos (los ancianos) no son libros, son enciclopedias, y sin
embargo, ¡maldito el caso que se les hacen!, y muriendo, se llevan a la tumba
siglos de experiencias y ciencias, y no tratan de rescatar, ni mantener nada,
sino proteger y defender a la maldita y envenenadora tabaiba que a algunos sí
que les dan de comer por las multas que ponen por tocarlas, y no respetarlas.
El Padre Báez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario