Esta es la morada de las
tabaibas…
… son una desgracia y una maldición, nadie nos defiende
de ellas; por su culpa nos hacen pagar multas; cuando te asaltan un terreno, te
devoran lo que es tuyo, y es tu mayor enemiga y tienen protección; si la tocas,
te caes con todo tu equipo. Varios ejércitos las vigilan, y te hacen temblar de
miedo, si les declaras la guerra, ya jamás estarás tranquilo. No pidas
clemencia, porque no te la van a dar. Las tabaibas habitan en lo tuyo, por
siempre ya; y por los días de tu vida, sabrás lo que son amarguras, contemplando
lo tuyo arruinado. No tienes defensa de nadie, y corres grave peligro si vas a
por una de ellas, por más que te escondan te descubren, porque lo tienen todo
fotografiado, y así te hunden en la miseria, más honda; nunca más levantarás
cabeza, sobre la tabaiba en lo tuyo nada planees, estás cercado y vigilado,
olvídate de esa tierra, sacrifica lo tuyo, y dalo todo al cabildo, y por
perdido. Nadie te escucha, a ninguna puerta llames; no te responden. Si buscas
comida, no lo hagas en lo que es tuyo (o era), Allí, solo leche amarga como
-¡peor!- como los chochos, pero es que no te las dejan ni tocar. Desecha y
abandona tu propiedad, ya fuera comprada o heredada de tus padres. Pásate por
Cáritas a ver si te dan algo, leche de cabra aunque sea de fuera, porque de lo
tuyo, las tabaibas se lo comieron todo (y su leche no se toma o bebe). Ya sabes
que respiran violencia y van a por ti si haces algo en lo tuyo, déjalo todo en
sus manos, ellos son los dueños, y le han entregado lo tuyo a las tabaibas, no
tienes nada. Entrégate en sus manos; nada esperes a cambio, están contra ti y a
favor de ellas. Este es el país de las tabaibas y ¡apártense los humanos! Nadie
te libra; te han tendido una red. Ya puedes gritar, no te lo tienen en cuenta.
Hay centinelas sobre lo tuyo (lo que era tuyo). No esperes nada. Ya, ni rebaños,
ni pastores; todo de tabaibas…
El Padre Báez.
-------------------------------------------------------------------------------
Visita de la
imagen de la Virgen del Pino a Las Palmas de Gran
Canaria. Mis amigos, no
sé si seré el único que no ha ido a la Catedral a visitar a la imagen de Nuestra
Señora la Virgen del Pino, y ello, por dos razones: un servidor, los 67 años que
tiene, no ha habido uno solo que no haya ido a visitarla a Teror en su Fiesta, y
ello en los brazos de mi madre (por promesa) y de la mano de mi padre para no
perderme entre la multitud, el día 8 de septiembre, con lo que cumplo, y porque
en esta bajada, todo me ha parecido un culto impropio para la Señora, que es la
Madre de Dios y es a Éste a quien debemos adoración. Muchos pecados de idolatría
es lo que creo se han cometido. Incluso creo o pienso, muchos de los que la
siguieron en el recorrido, como los que la han visitado en la Catedral, creo
hayan pasado del Sagrario, donde según nuestra fe esté Jesús sacramentado, y
curioso que la imagen de la Virgen, nos muestra a su Hijo en brazos, como
indicándonos que es a él y no a ella a quien debemos adorar y seguir escuchar y
amar. Por supuesto, no tengo nada en contra de los que la siguen, acompañan y
visitan -un servidor, como he dicho, no- porque es que imágenes de Ella, tengo
en casa, bien sea de barro o en estampas y cuadros, y no tengo por qué
desplazarme a ningún lado; por otra parte, en las distintas parroquias tengo
variadas imágenes de la misma y única virgen María, si bien con distintas
advocaciones; y les cuento, me sucedió en una ocasión que un señor me pidió le
cambiara la promesa de ir caminando a ver a la Virgen desde la capital a Teror,
y le dije mejor ni vaya, porque si la Virgen hablara, le diría: ¡quítate
delante, bandido, sinvergüenza, de modo que me tienes en la parroquia, y no vas
a verme allí y a Misa nunca, y vienes a verme tan lejos y sin poder caminar!
Así, que pongamos las cosas en su sitio: que baje, esté y suba la Virgen me da
igual; un servidor la visita todos los años por su Fiesta, y el mes de mayo, se
lo consagro a Ella, lo último que haga antes de dormirme es rezarle la salve, el
Rosario todos los días, y cada vez que voy a mi Parroquia la tengo en el templo,
y la saludo, después de hacerlo a su Hijos, nuestro Dios y Señor Jesucristo,
según nuestra fe, heredada y aceptada libremente; que soy mariano (no de Rajoy,
sino de María, no cabe la menor duda, y así mi devoción diaria, mis Fiestas
según Parroquias, pero esta masa, estos miles y miles, muchos de los cuales
después, ni van a Misa los Domingos (o sábados), teniendo sin esa imagen del
Pino, otras que son sinónimas, o la misma, dado que cambian el nombre según
lugar, y si no voy a la de la Parroquia, ¿la sigo por carreteras y visito en la
Catedral? No, no y mil veces no; y lo peor de todo esto, que me invitan a
almorzar, después de sendas grabaciones para una determinada televisión sobre
arqueología y pastores, y a la hora de tomar el café, me ponen –nos ponen-
sendos sobrecillos de azúcar, con la imagen de la Virgen del Pino, ¡y no, no! me
hizo daño el café, ver a mi Madre, la Virgen en el negocio de una casa de
comidas, entre indiferentes y ateos, rompiendo el sobre, y su bendita estampa al
cubo de la basura, sin que ello suponga, sino un a provechar el acontecimiento y
sacarlo de contexto. Y repito, no que no sea uno mariano (devoto de la Virgen),
sino todo lo contrario, que huyendo de un culto desviado, y con desprecio a Dios
(en el sacramento en los Sagrarios), a éste la espalda y a su madre, las
lágrimas y peticiones, porque oyendo algo de su bajada la pregunta un millón de
veces repetida de pobres periodistas, que no saben otra cosa que preguntar,
sino: “¿y usted que le pide a la
Virgen?”, yo, ¡nada!, sino obedecerle, pues lo único que dijo según el
discípulo que la tuvo en su casa –San Juan-, Ella dijo: “¡hagan lo que Jesús les diga!” Y nada
más. A éste si, a Ella también, pero menos parafernalia, menos fervorines
baratos, y más ir a la raíz, a la base. Ella, para ser imitada: pronta en el
servicio de amor al necesitado, como lo demostró con Isabel, con los novios de
Caná de Galilea, con su Hijo en la cruz, siendo corredentora, pero redentor Él.
Por supuesto, no niego su intercesión, su mediación, y cuanto quieran, pero
primero Dios, y después Ella. Me vale que Ella, sea el camino hacia Él, o el
medio para llegar a Él, pero si me quedo en Ella, sin más, no quiero asociarme a
los que puedan dar una falsa y desviada imagen de lo que hay que hacer con
María: imitarla en su obediencia, en su alegría en Dios, en su fe, en su
pobreza, humildad, pureza, gracia, amor, servicio, etc., etc. Espero no
escandalizar a nadie, sino que en lo que puedo, quiero purificar la verdadera
devoción a María: imitarla, tenerla como intercesora o mediadora, quererla,
reverenciarla, pero nuca adorarla, ¡cuántos de rodillas ante su imagen!,
¡cuántos pidiéndole, cuando es Ella la que nos pide hagamos caso a su Hijo!, y
para ello, la Misa Dominical, donde la honramos y veneramos. En mi parroquia de
Lomo Magullo, y con la advocación de Ntra. Sra. de las Nieves (la misma), cada
sábado al terminar la Misa, le cantamos la Salve, con flores en mayo, con
miradas de amor, con un segundo puesto después de Jesús en el Sagrario. Es
decir, kilómetros acompañándola desde Teror a la capital con ida y vuelta, más
visitas a la Catedral, y después a tu propia parroquia a muchísimo menos
distancia, muchísimo más cerca, y a veces una calle de por medio o un kilómetro
a la redonda y no vienes, ¿y vas y vienes a Teror, más a la Catedral? Seamos
serios, no juguemos con la fe. Busquemos nuestro gozo y alegría en el Señor,
como canta Ella en el Magníficat; como Ella, ayudemos a los necesitados; como
Ella, seamos los siervos de Dios, humildes y sencillos, llenos de amor a todos
sin excepción de ricos y pobres, de blancos y negros, etc. Que nada tengo en
contra de los que la han acompañado y visitado; yo lo hago en mi propia
parroquia y en casa, y hasta me parece bien cada uno haga lo que quiera, y por
eso mismo porque así lo quiero, ni fui, ni voy a la catedral a ver la imagen y
mucho menos subo a Teror como tampoco bajé de allí. No, conmigo la idolatría
–culto a una imagen-, no. Por supuesto, el día del Pino, el 8 de septiembre,
fiel a la tradición, y según aprendí de mis padres, como todos los años estaré
en Teror, no en la romería ofrenda de la víspera, sino el día de la Natividad de
Ntra. Sra. o día del Pino, nuestra Madre, Reina, Señora y Patrona. Más que Ella,
solo Dios, después de Dios Ella. Y en este orden cada uno en su sitio. Sin más
mis amigos, hasta la próxima semana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario