seguimos

Mes de mayo (día 16), mes de María…

Mes de la flores, mes de la flor más hermosa…

María, con S. S. Francisco…

María en La alegría del Evangelio (Evangelii Gaudium)…

… Es la mujer orante y trabajadora en Nazaret, y también es nuestra Señora de la prontitud, la que sale de su pueblo para auxiliar a los demás “sin demora” (Lc 1,39). Esta dinámica de justicia y ternura, de contemplar y caminar hacia los demás, es lo que hace de ella un modelo eclesial para la evangelización…

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De la tabaiba (Continuación 1ª)…

 

… las tabaibas, nos están agrediendo seriamente el territorio, y tanto que nos lo destruyen, dada la superprotección a la que las tienen sometidas. Todo ello como ya sabemos, por intereses creados, y nos lo hacen tragar como una cosa normal, y ante ellas el hombre no importa, estamos doblegados a las mismas. Gobiernos y cabildos las prefieren a ellas, antes que a nosotros. Se trata de un gravísimo atentado contra el medioambiente, ¡y tan tranquilos!, ¡no pasa nada! Nada les digo de lo que me tratan por defendernos de su peligrosidad -con estos escritos- y consecuencias en el tiempo. ¡Ya lo veremos! Pero, para entonces, será tarde, y no habrá remedio. Nos gobierna Bélgica. Fuera, deciden nuestro presente y futuro. Imposible sea más calamitoso (sin agricultura, ni ganadería gracias a las tabaibas). Que la tabaiba vaya de mar a cumbre, es sencillamente nocivo para los isleños. El terreno antes rico en variedad de cultivos, ha pasado a estéril, donde ya ni restringida ni limitada la tabaiba, cualquier otra plantación o siembra es imposible. Solo quedan unos miserables invernaderos, negativos en su producción por exceso de química y sombra. Ninguna actividad humana tradicional es ya posible. El impacto de la tabaiba es de tal magnitud, que impide cualquier actividad. Por culpa de las tabaibas nada se puede hacer. Los expertos las defienden. No saben lo que dicen (o saben demasiado). De mantener la protección de la tabaiba, esto como decía de España Alfonso Guerra, no la va a conocer ni la madre que la parió (a estas islas). Ante tal cambio, sorprende el silencio de los ecologistas. Se privilegia la reforestación y la expansión total de la tabaiba. Llevan a escolares a plantarlas sin ton ni son, y sin más (mentalizándolos desde pequeños en su defensa). Ni siquiera se recurre a la sobrevivencia, sino que en su expansión y colonización (de las tabaibas), nos hacen eternos dependientes del exterior, sin otra producción que no sea la leche de tabaiba, todavía sin saber su utilidad o aplicación…

(continuaré).

 

El Padre Báez.