Mes de mayo
(día 22), mes de María…
Mes de la
flores, mes de la flor más hermosa…
María, con S.
S. Francisco…
María en La
alegría del Evangelio (Evangelii Gaudium)…
…
Estrella de la nueva
evangelización,
ayúdanos a resplandecer en
el testimonio de la comunión,
del servicio, de la fe
ardiente y generosa,
de la justicia y el amor a
los pobres,
para que la alegría del
Evangelio
llegue a los confines de la
tierra
y ninguna periferia se
prive de su luz…
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La Iglesia y las
tabaibas…
… ante tal avalancha de
peticiones sobre el posicionamiento de la Iglesia ante este tema que nos ocupa,
en lugar de responder individualmente a esos cientos de correos, lo hago como
una entrega más, y así llega a todos. No será -en atención al espacio medio que
ocupo a diario-, una exposición exhaustiva, sino lo más breve posible
(resumida), para no cansar a nadie, así pues:
Dos son las premisas de la
Santa Sede, que la tierra es la casa de todos y tenemos que preservarla, y
así:
El Papa Pablo VI dijo:
“…nadie puede apropiarse, de forma absoluta y
egoísta, del medio ambiente, que no es una res nullius -la
propiedad de nadie-, sino la res omnium -un patrimonio de la Humanidad-, de
suerte que los poseedores -privados o públicos- deben reglamentar su uso,
entiéndase bien, en beneficio de todos; el hombre es, sin duda, la primera y la
más verdadera riqueza de la Tierra…” (1972 a la Conferencia de Estocolmo
sobre Medio Ambiente).
El Papa Juan Pablo II dijo:
“… los Estados deben mostrarse cada vez más solidarios y
complementarios entre sí en promover el desarrollo de
un ambiente natural y social pacífico y saludable. No se puede
pedir, por ejemplo, a los países recientemente industrializados que apliquen a
sus incipientes industrias ciertas normas ambientales restrictivas, si los
Estados industrializados no se las aplican primero a sí mismos. Por su parte,
los países en vías de industrialización no pueden moralmente repetir los errores
cometidos por otros países en el pasado, continuando el deterioro del medio ambiente
con productos contaminantes, deforestación excesiva o explotación ilimitada de
recursos que se agotan…” (1990 en su Mensaje para
la Jornada Mundial de la Paz).
El Papa Benedicto XVI
(abrevio), también se preocupó por el medio ambiente e instó a defender y
respetar la naturaleza. Preocupación ésta, que también comparte el actual Papa,
Francisco, quien trabaja en una encíclica sobre el
tema.
El Padre
Báez.
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