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Mes de mayo (día 17), mes de María…

Mes de la flores, mes de la flor más hermosa…

María, con S. S. Francisco…

María en La alegría del Evangelio (Evangelii Gaudium)…

… Le rogamos que con su oración maternal nos ayude para que la Iglesia llegue a ser una casa para muchos, una madre para todos los pueblos, y haga posible el nacimiento de un mundo nuevo. Es el Resucitado quien nos dice, con una potencia que nos llena de inmensa confianza y de firmísima esperanza: “Yo hago nuevas todas las cosas” (Ap 21,5). Con María avanzamos confiados hacia esta promesa…

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No a la tabaiba (Continuación 2ª)…

 

… la tabaiba, es ciertamente nociva. El 90 % largo del territorio ya es suyo. ¿Qué nos queda para el cemento y cultivo desaparecido ya? Difícilmente vamos a poder vivir en las islas, cuando al 100 % todo sea tabaibas, ya cercano y galopando hacia esa cifra. Ciego -sin la leche de la tabaiba- hay que estar, para no verlo y medirlo. Baste dar una vuelta a la isla e islas (Tenerife por igual) para verlo claro. Los expertos, siguen plantando tabaibas, como si no hubiera ya bastantes y de sobra. Si no se toma en serio su control y drástica disminución, esto -el que avisa no es traidor- puede acarrear consecuencias imprevisibles. El asunto se presenta devastador, y ya lo empezamos a sufrir. Ninguna conferencia se da sobre el asunto; ningún escrito en algún medio; silencio administrativo y universitario; ningún discurso al respecto, menos algún simposium; ningún protocolo; nada de expertos internacionales; ninguna cumbre sobre el tema tabaibil; ni foro, ni conferencia, etc. El desarrollo sostenible es, ninguno. El cabildo, se ha apropiado indebidamente, de forma absoluta y excluyente del territorio insular a su favor de manera egoísta y recaudatoria, y tienen a su servicio el medio ambiente y al seprona. El cabildo es “dueño” de toda “propiedad” (nadie es ya dueño de lo suyo). Lo compra todo, lo prohíbe todo, todo lo llena de tabaibas (y pinos). Ya no interesa el isleño, sino las tabaibas. Desaparece todo ambiente natural. Se pacifica a la población desviándola al fútbol y al balón cesto (sin dejar atrás un carnaval sin fin). No hay paz, ni salud. La tabaiba omnipresente y absoluta nada aporta a la industria. El deterioro, es ya muy grave, en todos los sentidos, como consecuencias. Las tabaibas, lo contaminan ya todo. Frente a la tabaiba ya solo queda la deforestación, por más que reforesten (ella impide todo otro cultivo o plantación)…

(continuaré).

 

El Padre Báez