“¡Buenas noches Padre Báez!
¡Va a
tener que organizar una quedada ilegal para soltar cabritos en la cumbre...!”
... como ven, es una sugerencia. Me tientan y me estimulan. Me dan ideas,
que bien se pueden llevar a la práctica, como ésta. A nadie perjudica; nada
malo hay en ello, si vuelan los pájaros que quedan (los azules han
desaparecido, como otras aves y demás fauna), ¿por qué hemos de quitar de
nuestros lejanos horizontes a las cabras?
¿Han oído ustedes los abubidos de los
cabrones (o machos)?, ¿han escuchado ustedes los validos de esas cabras por los
riscos y montañas?, ¿han visto corretear, saltar y brincar, haciendo cabriolas
y retozos a los baifitos junto a sus padres a los que siguen fielmente, sin
cansarse de jugar? Y me parece que es de recibo; es decir una muy buena idea.
Las cabras sueltas, han estado toda la vida. Daño no hacen alguno; son muy
selectivas a la hora de su alimentación, y no se comen los viñatigos, los
acebiños y otras basuras que planta el cabildo. Son alegría a la vista; verlas,
es una gozada. No hay nadie que en coche o caminando se cruce con un rebaño,
que no se pare a contemplarlas, y lo que me piden, pues todo será cuestión de
llevarlo a la práctica, y más que en conjunto, que cada cual vaya criando un
baifito, y cuando ya se defienda solo comiendo, llevarlo al campo, cerca de un
barranco para que beba, y dejarlo; eso sería recuperar las cabras que en su día
mató el cabildo. Lo de ilegal, si te pillan, pero si las tiene matriculadas,
estabuladas, con zarcillos, van y te cogen, por eso..., no digo nada, ¡allá
ustedes, que son mayores! Simplemente, me hago eco de un correo, que alguien me
manda, y que me parece buena idea. Así como se quedan perros asilvestrados, por
esos mundos de Dios, ¿por qué no asilvestrar nuestras cabras? Pongamos que
criamos una baifita, que sería el mejor regalo de Reyes o juguete para un niño
o niña; que el animal se hace poco a poco mayor, y hay dificultades para
tenerlo, ubicarlo, comida, etc., pues, ¿no es la idea que me dan una solución
doble? Se libra uno de ese animal, que ya no se le puede seguir teniendo, a la
par que se incrementa el número de las cabras guaniles, que libres, se irán al
monte, donde su propia naturaleza o instinto las llaman y así resarcimos en
parte el daño que el miedoambiente ha hecho a nuestras cabras, que son como
hermanas y madres nuestras, pues las hemos tenido siempre, y ellas nos han
matado el hambre. Y, lo único que no me parece bien de mi comunicante, cuyo
nombre y origen silencio, es que en lugar de baifitos, me diga cabrito;
cabritos en españa; baifos, desde hace más de dos mil años, desde los guanches,
aquí.
El Padre Báez, muy agradecido a los que me ayudan con sus ideas, pues uno,
por mucho que lo pretenda, no las tiene todas, y de lo que uno oye, escucha,
lee, etc., escribe lo que escribe, y por supuesto, es algo y mucho de
agradecer. Pues, dicho queda. Lo asumo, aunque por lo de ilegal, que cada uno
haga lo que corresponda, según criterio, conciencia, normativa, etc.
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Nota 1.- Esto que sigue fue lo que le escribí, al remitente de
tal idea del principio, adelantándole el comentario:
“G...,
me has dado pie, para escribir lo que sigue, y ya lo sacaré en su momento (es
que tengo muchos escritos, y los voy sacando por orden de fecha al escribirlos,
para que no pierdan actualidad). ¡Bien!, ¡y gracias por el aporte! Un cordial
saludo”.
Nota 2.- Y ésta fue la respuesta, después de haberlo leído, y aunque una cabra adolescente, es una machorra, precisando:
“¡Buenos
días, Padre Báez! Puse cabritos en vez de baifitos
porque para mí un baifito es el
pequeño, que aún necesita de la teta para vivir, y el cabrito es la digamos "cabra
adolescente": ¡jajaja...!, y soltar baifitos me parecía algo prematuro y cruel”.
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