¿Cabras o ardillas?...
... que fue en 1980, cuando a un legionario, se le
escaparon una pareja de ardillas, que había traído del desierto africano, y con
una rapidez inaudita, se multiplicaron de tal forma y manera que endemismo
alguno no va a quedar en Fuerteventura (¡fuerte desgracia amigos!), y ¡mira que
ha llovido ya 36 años de aquel fatal desenlace!, que estos roedores mil veces
más dañinos que las cabras -que no lo son en absoluto-, vacía de toda flora la
pobre, larga y seca isla de Unamuno.
Y se equivocó un periódico local (de aquí),
cuando en sendos días dos, nos dan la noticia falsa y mentirosa, de la matanza a
tiros en Betancuria emulando la acción terrorista del cabildo de aquí, el del
Gran Tabaibal (antes Gran Canaria), que en lugar de emprenderla a cañonazos
limpios, a tiro o con matarratas a las ardillas, matan a las inocentes, pobres y
madres cabras, que además son el símbolo y representación de la isla majorera.
Pues se equivocó la prensa, porque tarde han acudido allí contra lo foráneo,
para matar lo autóctono, como aquí, que ni siquiera lo han intentado con el
también foráneo rabogato, comida que ningún animal (ni camello, ni burro, ni
cabra ni caballo se lo come y nos come todo terreno cultivable en otros tiempos,
que compite con las tabaibas y los tenemos hasta en las orillas de las
carreteras entre el asfalto y los andenes). Pues que se equivocaron los de la
prensa, y debieron informar correctamente que iban a emprenderla a fuego limpio
con las ardillas, en lugar de con las cabras, las mismas que hay que fomentar,
aumentar, y defender (según mandato expreso de Europa y que desobedecen con
camelos y falacias), como a la que nos dio la vida y parte de la Historia.
Cabras en Fuerteventura a rifles, ¡ni una! Y aquí, veremos, porque comienza a
andar el “COLECTIVO SALVEMOS LAS CABRAS”;
que luchará hasta conseguirlo, cueste lo que cueste.
El Padre Báez, que nunca creyó lo de Fuerteventura, y
así quedó manifestado en intervención radiofónica de Onda Canarias, emisora que
se escucha en medio Tenerife, y en medio Gran Tabaibal (antes Gran Canaria), al
estar situada en zona intermedia entre ambas islas hermanas, donde tampoco matan
a los muflones, por más que foráneos, como los almendros en decir de de la
socialista Guacimara, que los quería arrancar, ¿sería para joder (perdón,
fastidiar) a la vecina Tejeda, con su mazapán, alcaldesa que fue de
Artenara?
NOTA: Como mi alma la quiero para Dios, no me apropio de lo
ajeno; pues fue Juan José Espino, quien por teléfono me dijo lo de ¿por qué no
matan a las ardillas, en lugar de las cabras en (Betancuria: cabras que ya
encontró en 1402 Pedro de Bethencourt -de donde le viene el nombre-, cuando
llegó a estas islas) Fuerteventura? E inspirado en ello, escribí lo de más
arriba. A cada uno lo suyo.
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“... un rebaño
para el abismo...”
(salmo
48).
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