¡Esa
es la diferencia!...
... que para los perros hacen falta bolsas para
recogerles la mierda, y para las cabras no; la de los primeros como la pises te
huele la casa, el coche o allá donde vayas a peste inaguantable, mientras que
las cagarrutas además de ser abono para la tierra, es perfume, que agrada.
Pues, que para los chuchos, o perralla, cínicos en griego y canes en latín,
para estos -que para los guanches eran “perros malditos pal infierno”-, y
figura del mal o diablo, para estos digo, bolsas para sus mierdas (o heces, dicho finamente), que también se
puede usar la cursilería de excrementos,
que a pesar de que distribuyan miles de esas bolsas de cagadas de perros, o
para recoger las cagadas de los perros o lo que es lo mismo su mierda, digo,
que a pesar de ello, nadie nos libra de aceras, escaleras, paseos, jardines,
campos, carreteras, etc., de tan mala impresión como esos moñigos asquerosos y
pestilentes, que por más bolsas se repartan para tal fin higienista, es
imposible vernos libres de tanta caca o porquería. Con bolsa recoge-mierda-de-perros, no se limpia
nada; se limpia todo, cuando el perro solo cuide al rebaño, guíe a un ciego o
sea terapia para un enfermo, lo cual indica que esta sociedad está enferma,
desquiciada, y en lugar de una cabra que le dé leche y queso, necesita del mal
olor de un perro. Esta sociedad, está mal, muy mal. Y ya más que demencia es
esquizofrenia, gente de cargos importantes en ajuntas y mientos, se dediquen a
repartir bolsas recoge-mierdas y concejales hayan que en lugar de fomentar
cabras, aumente la tenencia y propicie la perralla o perruna que nos mata a
virus y a malos olores. A no ser que estos del miento y ajunta, vean en el
negocio de multar a los perros por cagar sin bolsa, que las multas les llenen
la bolsa no de mierda, sino de euros. ¡Ah, que son astutos, y sus almas las
lleva el diablo! Pues ya ven ustedes mis amigos, cómo está el entorno o
panorama, que sus perros cagan y si se escapan de la multa nos llenan de mierda
por todas partes; así que usted, mire por dónde pisa. Y, que si fuera mierda de
cabras, usted tenía abono para sus macetas y huerto, pero..., las cabras no
serían objeto de multas, y he ahí la razón por las que no las estimulan y
fomentan, sino al contrario como bien sabemos, el cabrón -por cabrero- cabildo las
matan.
El Padre Báez, que sí, tuvo perros y en mi infancia
y juventud, y hasta de mayor en casa siempre vi y tuvimos perros, pero para
cuidar a las cabras, la casa, la ropa tendida, etc., pero ¡jamás entró uno de
puertas adentro! Y entonces y lugar su mierda se camuflaba entre la de las cabras,
sin problema alguno, ¡esa fue la diferencia!
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“... recuerdo otros tiempos...”
(salmo 41). / “... he proclamado..., no he
cerrado los labios..., he contado...” (salmo 39). / “... cabalga victorioso por la verdad...” (salmo 44).
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p.d.-
¿Y usted, no tiene bobaliconamente, un juguete que regalar? Pues otra actividad
social falsamente caritativa no hay por todas partes. Y uno se pregunta: ¿y
tantísimos niños hay sin juguetes? Y más: ¿ya no se juega con lo que se mea
(haciendo hoyitos en el suelo? Y la pregunta del millón: ¿por qué no regalar a
los niños un baifito (en lugar de un perro)? Tal vez, se haya olvidado: el
mejor regalo es un hermanito con quien jugar sin juguetes. Esta sociedad está
desquiciada, ha puesto su acento en regalar juguetes, ¿y por qué no comida? Y,
etc., etc.
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