Policía tabaibera (o la del
miedo ambiente)...
“... obras... dignas de
estudio...” (del salmo 110).
“... peste funesta... peste
que se desliza... epidemia que devasta... malvados... desgracia... plaga...”
(del salmo 90).
“... alborotaron al
pueblo...” (del libro de los Hechos 6, 8-15).
“... se dilata sin
término...” (del salmo 118).
“... mano perversa... puño
criminal y violento... que buscaban mi daño...” (del salmo
70).
“... no dañéis a la
tierra...” (del libro del Apocalipsis 7, 1-17).
“... se hicieron... dignos de
rechazo...” (del comentario de san Beda el Venerable, presbítero, sobre la
primera carta de san Pedro).
... antes agentes;
ahora, ya policía.
Les cuento mis amigos: la cosa sucedió en tantos sitios que resumirlos y
unirlos, no me va a ser posible, ni fácil. Imaginen fue en Tejeda -caso real- o
en cualquier otro sitio igual también, pues de todos los ajuntas y mientos,
tengo noticias (me llaman y me las cuentan), y coinciden al 100 % unas con otras
salvo pequeños matices.
Que pasas por el rosario y tormento de que te dejen
hacer algo en lo tuyo. Pongamos que tienes un terreno a la sombra del Bentayga,
con unos almendros viejos, secos, podridos, sin hojas y sin frutos, y pides mil
permisos para que te los dejen arrancar-cortar-podar-limpiar; al fin -y a duras
penas y mucho tiempo- te dan el permiso, condicionado a muchos artículos, y
números. Luego ya, la leña en el terreno, terreno que quieres reconvertir, con
nueva y distinta plantación, y he ahí, de nuevo la peregrinación de nuevos
permisos, con lo que el segundo año no para y los meses corren y estás a la
distancia de dos años en este proceso, y pides y pides y vuelves a pedir, ahora
permiso para poder limpiar el terreno de la leña seca obtenida de la arrancada,
poda y limpieza pertinente, y la espera camina a ser eterna, después de pedir y
más pedir permiso que nunca llega, y pasan los meses, se acerca el verano (y
camina hacia los tres años) y entonces ya imposible, con lo cual el la larga
espera para poder quemar lo que estorba en el terreno con el permiso pertinente,
no llega, y entonces puede suceder -sucede (sucedió)- algo parecido -o
exactamente esto-, que: llamas telefónicamente -¡la de llamadas hechas, Dios
mío!- a Tafira, donde ellos, y allí te dicen no saben nada de esa solicitud
hecha en Las Palmas de G.C., llamas a La Cumbre y te dicen que eso se hace en La
Cumbre; le dice el interesado que le dijeron que de Tafira pasaba a Las Palmas
de G.C., de Tafira a La Cumbre -te marean-, en La Cumbre te contesta un
señor
-perdón por lo de señor-
que habla en peninsular (porque es peninsular), e insiste enfadadísimo: el
permiso se debe solicitar en La Cumbre, porque es donde corresponde según la
comarca (?) y se mete con este pobre
desgraciado a quien casi -y sin casi- insulta, humilla, reprocha, etc., porque
no ha procedido correctamente y le dice, que la policía -con referencia a los
agentes del miedo ambiente- , y lo reitera hasta tres o más veces, que son la
policía del miedo ambiente (él decía Medio Ambiente), y que dado el nombre del
solicitante, que no aparece entre las solicitudes, y por tanto... y encima, que
no le dé el nombre sino el número de registro, y sin querer -en la conversación,
citó -el que quiere le permitan quemar los almendros cortados-, a Don Carlos
Velázquez, y... ¡en mala hora amigos míos!, porque menos bonito dijo de él: de
todo, y entresaco literalmente -y lo dijo enfurecido- “¡ese
señor no es nadie, solo un simple ingeniero, y el que manda aquí, soy yo; en
miedo ambiente, es la policía...!”,
insiste humildemente el peticionario, y le anima y pide por favor, visite su
terreno y le dé el permiso, que se acerca el verano y ya después, habrá pasado
otro año (con lo que la cosa se estirará a los tres o más), y le dice que él no puede porque ha de hacer un
curso, luego presentar una denuncia , después que... pero mi amigo, con tal de
animar a que le diera el permiso y le hiciera la visita pertinente, le ofrece
-al modo tradicional del campo, y sin mala intención-: “¡venga hombre, por favor, y le regalo un
bienmesabe o mazapán de mi tierra (Tejeda)!”, a lo que ya, no es de
reproducir, los insultos, amenazas, improperios..., que si usted me quiere
comprar, que él no se dejaba coaccionar... que si yo soy peor que la policía,
que... (no sigo). Entonces le pide mande a alguien (¿policía?), y le dijo no
iría él, sino que le mandaría un policía (un agente del miedo), y accede con que
ya le llamarán y añade: “¡los que fueran
no eran más malos que él, porque les gana a todos (¿¡...!?)!”; pasan los
días y la llamada no llega; y cuando al fin llega, es para decirle al
interesado, que no puede ir, porque bla, bla, bla... En fin todo este rosario (y
les ahorro lo que ni se imaginan), y todo por conseguir el permiso para quemar
la poda, limpieza y arranque de almendreros secos, que no llega por más que está
en ello y va para dos años; ¡toda una odisea!, y sin conseguir lo que solicita,
sino esperando, esperando..., se pasa el tiempo. Me dice mi comunicante:
“¿quién
los abaja?, ¡se han subido tanto, que tienen el cargo en las cabezas! Ellos han
conseguido la soledad del campo; no se ve un solo rebaño de nada; todo vacío;
solo muerte y desolación; silencio y tristeza; ¡no se mueva usted, que sale en
la foto!, ¡y multa!; ¡pague el helicóptero y los bomberos!, o, ¡embargo de tu
tierra!; solo queda algún mirlo y los pica-pinos, que no son de esta tierra y
los han introducido ellos mismos”; etc., y digo yo (un servidor): no es este el caso más grave
-que ya iré sacándolos-, sino uno muy, muy mediano, para no alarmar y echar
-hablando de quemar poda- más leña en el fuego. Que son muchas las quejas que a
diario recibo de todas partes de la isla con el mismo argumento, ¡y más y peor!:
de abusos, atropellos, multas, peticiones negadas, acoso, seguimiento, amenazas,
coacciones, etc. La isla está parada; los políticos no se enteran, nada dicen,
miran hacia otros lados; Bravo se cambia, y deja todo esto igual, y no hay quien
eche este tinglado al suelo. Un servidor, les informa -solo- sobre la situación,
para que se sepa, ya que las víctimas, no tienen otros medios, les cierran las
puertas en los distintos Medios, y un servidor callará estos desmanes, cuando
muera o me maten. Pues, no puede uno callar ante este terrorismo de estado, ante
tanto cinismo, robo, desahucio, despojo, arrancan con todo, y este pueblo
aletargado, donde se distrae a la juventud con carreras de coches que sin tener
donde caerse muertos, pierden el culo `por ver pasar rápido a los mismos... y,
¿para qué seguir?
El Padre
Báez.
-------------------------------
Precisamente Don Carlos
Velázquez, días atrás me ponía el siguiente correo que les pego o adjunto; ojalá
él mismo pueda repetir y decir lo mismo algún día, que habré contribuido a que
todo lo anterior algún día desaparezca:
-----Mensaje
original-----
From: Carlos Velázquez Padrón
Sent: Thursday, April 16, 2015 11:58 AM
To: Fernando Báez
Subject: Glifosatos
Querido Padre Báez,
No todo va a ser malo en "Tabaibalandia". A veces el Cabildo tabaibero, como
lo llama usted, hace las cosas derechas. No sé si leyó en la prensa de ayer,
miércoles, que el Cabildo renuncia a echar herbicidas (glifosato) a borde de
carretera. Siéntase co-responsable de esta decisión, porque la suma de
muchas quejas ha conllevado que la Consejería de Carreteras (y personalmente
el Consejero, Carlos Sánchez -a cada uno lo que es de cada uno-) haya
adoptado esta medida. Esto no quita, que haya que estar expectante para
después de las elecciones, para que no incumplan.
Saludos
Carlos
From: Carlos Velázquez Padrón
Sent: Thursday, April 16, 2015 11:58 AM
To: Fernando Báez
Subject: Glifosatos
Querido Padre Báez,
No todo va a ser malo en "Tabaibalandia". A veces el Cabildo tabaibero, como
lo llama usted, hace las cosas derechas. No sé si leyó en la prensa de ayer,
miércoles, que el Cabildo renuncia a echar herbicidas (glifosato) a borde de
carretera. Siéntase co-responsable de esta decisión, porque la suma de
muchas quejas ha conllevado que la Consejería de Carreteras (y personalmente
el Consejero, Carlos Sánchez -a cada uno lo que es de cada uno-) haya
adoptado esta medida. Esto no quita, que haya que estar expectante para
después de las elecciones, para que no incumplan.
Saludos
Carlos
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