Agricultura o tabaibas...
“... si grande fue la siembra
en vuestra huerta, frondosa es la cosecha que le diste...” (del himno de las II
Vísperas del común de vírgenes).
“... irrisión y burla...
vergüenza... insultos... todo esto nos viene encima... nuestra desgracia y
opresión...” (del salmo 43).
“... recuerdo los tiempos
antiguos... tierra reseca...” (del salmo 142).
“... preparando... la
tierra... hace brotar... alimento...” (del salmo
146).
“... comerás del fruto de tu
trabajo...” (del salmo 127).
“... los montes
desaparecieron... por el daño... el daño... terrible...” (del libro del
Apocalipsis 15, 5-16. 23).
... he ahí el dilema. Ya volviera a estar la agricultura
y lo rural de moda como ocurre así en otros lugares del mundo. Es, ¡que no se
enteran! Y es que no hay política de desarrollo alguno, sin volver al sector
primario. Eso, o no salimos del paro, de la crisis, del hambre...
Y razón de
peso y la número uno: los precios de la materia prima y de los mismos productos.
Y ello a pesar de la demanda de productos del campo, que sumada a la cada vez
más escasa economía de estos recursos y el impacto negativo de las tabaibas, que
desemboca en una pobreza mayor -aún en el campo- y en acelerado galopaje. Ya son
muchos los años de abandono de la agricultura y de la ganadería (pero
centrémonos en la agricultura). Agricultura y todo lo que sea campo o rural.
Está a la vista la larga enfermedad política de odio u aversión a todo lo que
suene a agricultura (vean sus programas, donde no aparece sino banalidades -si
es que aparece- para justificarse, pero nada operativo ni compromiso alguno al
respecto en serio, cogiendo el toro por
los cuernos). No se olvide jamás, que consejeros de agricultura tanto en el
gobierno como en el cabildo han sido y son simples maestros de escuela (Demetrio
y Francisco Santana), sin referencias personales al sector primario al cual
defienden o defendieron desde la mayor de las ignorancias. Sin agricultura no
hay desarrollo posible, por más siglas con referencias a la misma donde no hay
ni un solo agricultor, por más que analfabetos son sabios en su profesión
(agri-cultura). El tema como bien se
sabe no es motivo de discusión alguna (caso cerrado) en la sociedad, ni en Medio
alguno. Echamos de menos una buena política al respecto (nula). No hay política
agraria a pesar de los cargos al respecto (solo figuran, sin más). A lo sumo, la
han reducido a lo urbano (¡nada más antinatural e impropio!), huertos entre
gases y humos de todos los automóviles. Y todo ello frente a la centralidad de
la agricultura para el desarrollo en el mundo, fuera de aquí. Se abandonó, lo
que es desde el principio (la agricultura), desde hace ya más de medio siglo.
Sin agricultura, no hay crecimiento económico posible (ahí tenemos la creciente
crisis, y va a más, cuanto más se tarde en regresar al campo, a cultivar);
ninguna seguridad alimentaria tenemos importándolo todo, sin saber
procedimientos, tratos, química, etc., en ello empleado, que nos enferma,
degenera, esteriliza, mata, arruina...; avanza o aumenta la pobreza también en
el campo; en nada se ayuda a contrarrestar el impacto de las tabaibas y otras
basuras (zarzas, cañas, helechos, retamas, etc.); riesgos grandes de posibles y
devastadores incendios que afectarán a viviendas y vidas; y ante tanta cerrazón
la demanda del pueblo (pero la clase política hace oídos sordos). La agricultura
es, pues, la respuesta a tanta demanda social. Crece la demanda de alimentos
(¡si lo sabré como cura acompañante de Cáritas del Arciprestazgo de Telde-Sur!).
Tenemos los recursos naturales únicos en el mundo, y que no son aprovechados (“¡si esto fuera del Japón, comería el mudo
entero de lo que se produjera aquí!”, eso me dijo un japonés en La Pluma
Roja de FRANSARI). Nada producimos para la industria, ¡que esta es otra! Desafío
éste que no contempla ningún partido de los que aspiran a gobernar, ni los que
lo hacen, sea en ajuntas y mientos, cabildo u otras áreas del poder. No se
gobierna para la agricultura, ni se la enfoca al bien común, su razón de ser. Y
ello (repito) a pesar de las condiciones únicas de clima, tierra, lugar en el
mundo, etc. La política agraria, aquí no es que sea débil es que no existe: no
hay desarrollo de la misma, salvo las repetidas tabaibas; no miran al presente,
y menos al futuro (esto es gravísimo); no se vislumbra cambio alguno frente a
este enorme y gravísimo proceso, en donde todo sigue igual y a peor, cada vez
peor. Las instituciones, tienen parada y prohibida la agricultura (vigilan nada
se haga y si algo se hace se multa irremediablemente); con la vuelta a la
agricultura, disminuiría la pobreza, el paro, la crisis (ejemplos hay de ello en
la India y en China): con la agricultura, se reduce y desaparece la pobreza y el
paro. O cambian los políticos y la política, o esto va al desastre total (se
avecina la desestabilización social). La agricultura es la última del vagón y no
se la presta atención alguna. Dos datos: la supresión del ministerio de
agricultura de Zapatero, y el residuo agrícola en algunos (pocos) huertos
familiares. Políticos e instituciones tienen la agricultura cerrada, vetada,
prohibida, castigada, multan al que la practique (bis)... Esto tiene -debe- que cambiar. Hay
que insistir reiteradamente en este tema o asunto (los Medios callan y silencian
el tema). Solo se necesita: permitan volver al campo, sin más (sin que el
seprona y el miedo ambiente [el cabildo] esté vigilando y multando). Con ello
volvería la economía; estaríamos más sanos; habría trabajo; etc. La política y
su gobierno deben -tienen que- cambiar. Esto de la agricultura tiene que
descentralizarse y liberarse; hace falta diálogo entre campesinos y las
instituciones, ¡ya!; hay que escuchar a los mayores que quedan sobre la
agricultura, y no a los cursos, cursillos, charlas y otros come-cocos desde la
granja cabildicia, los hombres del campo son sabios; el campesinado debe
presionar, sin miedo a represalias y castigos; tomar la realidad agraria de
forma profesional (recuérdese al policía miedoambiental que prohibía segar la
rama de papas, porque era flora protegida); debemos comenzar a producir, ¡ya es
hora!; debemos producir de todo y no depender de nada ni de nadie, que aquí es
posible dada la riqueza de nuestro suelo; el peor cáncer de la agricultura son
los políticos y ellos mismos lo favorecen (al cáncer) con productos importados
de los que nada sabemos acerca de su cultivo, tratamiento, química, etc.;
mientras la isla esté copada de tabaibas (y pinos) por todas partes, y estando
protegidas -las tabaibas- no se las puede tocar, nada se podrá hacer de
agricultura; y la pena es, que ante este tema sea un sacerdote -un servidor-
quien se ocupe de ello, y no como correspondería a: políticos, funcionarios,
académicos, actores locales, grupos sociales, etc. Y, es este un campo en el que
si no entra el campesino avezado, no se dará ni un paso adelante (agricultura de
oficinas no es agricultura, sino una burla y un absurdo). Como bien saben,
políticos hay cuya mayor preocupación es la de duplicar el carnaval y sacarlo al
verano... pero nada, nada de agricultura...
El Padre Báez.
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Toda vez “no hay
dos sin tres”:
Estimado Padre Báez: Me ha contagiado con sus reiterados y ricos correos
electrónicos, en defensa del agro canario, con lo que ello significa
(Recuperación del sector primario); por cierto, mejor sería su activación para
el conjunto de todos los residentes en estas ínsulas ancladas en el Océano
Atlántico. Hoy me quiero referir, en este caso, al que ha redactado narrando las
promesas de un aspirante "Que-vedo" (NC), que pretende llegar a regir los
destinos de la corporación municipal de Las Palmas de Gran Canaria; me ha
parecido un político afín al grupo de nuevas tendencias; es decir, como esos
otros políticos de la península ibérica, que para pedir el voto a sus
congéneres, no han tenido mejor ocurrencia, que la de optar a pedírselo, con
sus cuerpos al aire (Antes lo hiciera el Sr. A. Rivera -líder de Ciudadanos en
2006 (1); al que, ahora, le ha salido un imitador en el pueblo de
Meruelo-Cantabria,un tal L. A. Nicolás (que no el pequeño) del PSOE
(2). En fin; así nos va, con lo que padece este pueblo, algunos
candidatos políticos de corto o escaso entendederas creyendo que el pueblo, en
su conjunto, está compuesto de ignaros. No en vano, se dice que la ignorancia
resulta rematadamente atrevida, añado, y muy cara. Sí esa es la forma que,
algunos, entienden les resulta útil para pedir el voto a sus conciudadanos,
Dios, o el universo, nos amparen sí alguno de esos, llegaren a tener poder
político entre sus manos.
En fin, recuerdo la paremía (refrán), muy apropiada al
caso, que reza: "En el país de los ciegos, cualquier
tuerto es rey"
CONCLUSIÓN: Los ciudadanos sensatos deben pensarse, muy bien, a
quién van a confiar su voto. De lo contrario, a todos, mal nos
irá.
(1) Consultar noticia,
con imagen, por todos, elpais.com, digital de 16 de septiembre de 2006,
(2) Consultar noticia,
con imagen incluida, en el rotativo digital, por todos, Libertad Digital de 24
de abril de 2015.
Reciba un cordial y atento
saludo; Dios le ampare, para que pueda continuar despertando conciencias. (Juan
F. Ramírez)
Nota.- Don Juan Francisco Ramírez, es
abogado.
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