Entre el glifosato y las
tabaibas, acaban con el sector primario (¡y hasta con el
humano!)…
“... huyes... te echas
atrás...” (del salmo 113 A).
“... dijo Jesús: No tengáis
miedo...” (de la tercera antífona de Vísperas de la Octava [Domingo de
Pascua]).
“... unos soberbios... una
banda de insolentes... atentan contra... (la) vida...” (del salmo
85)
“... esta generación
perversa...” (de los Hechos de los apóstoles 2,
36-41).
“... carneros... bueyes y
cabras...” (del salmo 65).
.
Esto es, lo que me dice el
buen y mejor amigo José Ramón
Moreno, de Moya, que responde por “el campesino” y tras
Tamarán:
“Estimado
amigo Padre Báez:
La verdad
es que no me ha sido nada fácil escribir estos renglones, esto exige un estudio
más profundo y un nivel superior al mío para hacer un buen trabajo, ya usted
verá -si tiene tiempo- y le puede sacar más provecho a esto que le envío.
Entiendo que ahí hay materia para varios artículos o comentarios suyos; con ese
ánimo se los envío”.
Pues, en base a tan amplia
información, hago resumen -aunque el mismo José Ramón, pudiera hacerlos y hasta
mejor que un servidor-, dada su sensibilidad con todo aquello que suponga una
injusticia, atropello, abuso, etc.
Monsato (la multinacional
transgénica -incluido el glifosato- es el origen de deformaciones genéticas,
incluido el cáncer entre muchas otras a todos los niveles [hortalizas, frutas,
animales y personas]) ayudada por los gobiernos asesinos y que corruptos nos mal
gobiernan, entregándoles nuestra madre tierra al glifosato -y otros venenos- que
nos enferman y matan.
Para nuestra mayor
desgracia la prensa local (loca o esquizofrénica, vendida al poder), bendice y
ensalza a Monsato y a su glifosato, defendiendo con ello el crimen, y ello con
la colaboración del cabildo que lo ampara y extiende por todas las orillas de
las carreteras de la isla. Y así, a la par que persigue a todo campesino, para
rematarlo, les pulveriza las orillas de las carreteras por donde el tránsito
humano y paso del ganado, dándose con ello el crimen de los pastores y la
desaparición de sus ganados, siendo ésta la única ayuda que el campesino recibe
del cabildo: la muerte de ellos y de sus ya más que escasas
ovejas.
Ante tales atropellos del
cabildo, el hombre del campo se encuentra en la indignación y la impotencia ante
los que los quieren exterminar, sin más. Y así, los asociados al cabildo (la
prensa o medios de comunicación), nada dicen, pues son colaboracionistas, o
dejen de percibir publicidad y órdenes que cumplen ciegamente, callando y
silenciando así al protagonista de sus acciones criminales: el campo y el
campesinado.
Algunos ejemplos sin más:
Te reforestan la montaña de Arucas -y mil otros lugares- , y te la dejan secar,
como todo el paripé de lo que hacen para engañar al personal y echarse buenos
fajos de dineros a los bolsillos que no son investigados ni por justicia ni por
policía alguna, quedando impunes y libres.
El mayor enemigo del campo
grantabaiberil, es decir el cabildo perseguidor del campo y del campesinado que
desgraciadamente sufrimos, es el primero en no cumplir la normativa de los
distintos ajuntasymientos que prohíben las fumigaciones con glifosato, actuando
dictatorialmente y saltándose a la torera cualquier norma que contradiga sus
sucios negocios y pérfidas acciones (a todos los
niveles).
Los que investigan contra
el cáncer, saben y dicen -no se les hace caso- que el glifosato daña por igual
el ADN y a las células (produciéndoles cáncer), pues a pesar de ello, nos
fumigan o acaban.
Y a pesar que en la mayor
parte de europa (la que nos manda proteger las tabaibas, y el cabildo sí que les
obedece), no utilizan el glifosato, se abren (cuales prostitutas) al TTIP
norteamericano, donde el glifosato es de los menos dañinos comparado con lo que
nos van a echar encima, saltándose toda normativa preventiva y prohibitiva de
prácticas asesinas y criminales contra personas y
tierras.
Afortunadamente hay ya
algunos nombres propios que han saltado tímidamente a los medios, como el de un
tal Palomo de segundo apellido, de nombre Rafael (como mi difunto padre), y
González por su padre, que adueñado de su Fitonovo empresarial hizo cuanto le
vino en gana y más en la más que dañada: ¡Anda, Lucía! (¿me entienden,
no?). Pues que la valiente jueza Mercedes Alaya, ha
frenado.
Sin nombre, que pretendan
acabar con los pobres del campo ¡a fumigaciones a diestro y siniestro (ambas
orillas de las carreteras, por donde la gente y el ganado)!, y por si era poco
todos se vendan a la Monsanto para que todo sea transgénico y explosivo
exterminador. Y así “Umbrella” sombra en latín, (haciendo
mención a su intención fundacional) es el nombre de quien -como corporación- va
a destruir: con armas, “medicinas”, alimentos, etc., cuanto se le ponga por
delante: el mundo y la humanidad.
Curioso haya dinero para
estas prácticas innombrables, y no para el sufrido y escaso campesinado. Pues ya
vemos y sabemos a quién ayuda el cabildo y similar gobierno. Para estos
energúmenos solo existen campos de fútbol, desde donde idiotizar a toda la
población (mujeres, hombres, jóvenes y niños), donde como en cloacas echan los
millones de euros, de donde maman, estafan, desvían, etc., y donde ésta, más que
mafiosa y estafadora clase política se embolsan lo que debiera ir a otros campos
(los de cultivo y ganadería), pero nos engañan con la cantera futbolera cuando después se
surten del carísimo negocio deportivo mundial; pues ¡ni eso!: todos los campos
abandonados.
Que sabido es, si
destinaran el dinero que gastan en lo dicho y más, en el campo: se acabaría con
el paro, con la importación, con el robo, con la enfermedad, con… pero como es
lógico -para ellos- se les acabaría el buen vivir, vivir del cuento, vivir de
matar, vivir de robar, vivir de la corrupción, vivir de… de no dejar
vivir.
El Padre
Báez.
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A veces, me da vergüenza poner ciertos correos, pues creo
exageran, que con ser cierto lo que dicen, pero...
Felicidades Padre Báez,
nuevamente por su lucha incansable y loable labor en pro del desarrollo
holístico y dignificación de las personas.
(G. A. G. M.).
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