Esto hace las tabaibas…
“… un árbol plantado… da
fruto en su sazón…” (del salmo 1).
“… hierbabuena… ruda… toda
clase de legumbres…” (Jesucristo Lc 11, 42-46).
“… morir quiero trabajando…”
(santa Teresa de Jesús, del himno de Laudes del 15 de
octubre).
“… oprimen a tu heredad…
abandona su heredad…” (del salmo 93).
… el desplazamiento de los campesinos, que han dejado
vacío el campo, aunque todavía queda un resto pequeño. Tierras abandonadas que
son cogidas por el cabildo (otras veces obligados a dejarlas, por medio de
multas, sanciones, visitas, etc.). El gran tesoro de la tierra, está cayendo en
las manos del cabildo, que las abrasa, y se las queda, sin más. Basta una
declaración de alto valor de no sé qué, para que el dueño no pueda ni entrar en
los suyo, y menos arrancar una basura cualquiera, porque perteneciendo a tan
alta categoría su tierra, deja de ser del dueño. Los que huyen, o abandonan,
dejan sus terrenos, terrenos que el cabildo se apropia. A la tierra, hay que
unir la producción de la misma si se la cultivara; el cabildo no lo hace y
tampoco deja otros lo hagan. Y, el recurso de la tierra (ocupada por las
tabaibas y otras lindezas de basura, verbi gratia retamas, cañas, zarzas,
etc.) es indispensable, y aquí, como si no tuviéramos ni para una maceta, cuando
hay extensiones enormes de tierras buenas, ocupadas por pinos y otras basuras,
que no dan nada, sino pena e indignación. Estas islas fueron la reserva del
mundo, y ahora somos una miseria. Son Historia nuestras exportaciones del
pasado. Con todo, lo más grave es el desplazamiento del campesino, que huye y se
refugia en las afueras de las grandes poblaciones para morir de depresiones. Y
los medios de comunicación, no comunican, se callan comprados por estos esbirros
que nos gobiernan. El campesino hoy, es un nómada sin tierra, desenraizado,
desprotegido, multado, castigado. ¿Quién puede enfrentarse a esos dos grupos
armados de bolígrafo para multar al campesino, por nada y por todo? Se están
suprimiendo los elementos propios de los naturales de esta isla, desapareciendo
las tradiciones y cultura propia. Hoy, el campesino es un nómada. La vida
sedentaria está desapareciendo velozmente en el campo, que le daba la nota
propia de lo natural. Los campesinos son -sin más- marginados. Las tierras
todas, para el cabildo, para pinos, para tabaibas, para… nos quedamos sin
habitantes nativos en y del campo. Se nos quita el derecho de poseer la tierra.
Y así avanza por un lado el desierto, y por la otra parte el bosque asilvestrado
(sur y norte).
El Padre Báez.
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Como anillo al dedo:
Buenas, Padre Báez.
Yo saqué de campo una vez a
un francés, que nos vendía los goros de plástico y también tocó una tabaiba. Al
rato de restregó el ojo y el pobre las pasó canutas, se quedó ciego, a pesar de
ponerle agua abundante y colirio.
Buen fin de semana.
X. (no debo desvelar la autoría, porque viene de arriba,
del mismo cabildo).
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