La Agricultura tabaibera…
“no es lo que está roto
Dios
Ni el campo que él ha
creado;
Lo que está roto es el
hombre
Que no ve a Dios en su
campo…” (del himno de la Hora intermedia del martes
III).
“… las ovejas de tu rebaño…”
(del salmo 73).
“... que
comáis el pan con vuestros sudores...” (del salmo 126).
“... empuja mi
vida al sepulcro... mi aliento desfallece... recuerdo los tiempos antiguos...”
(del salmo 142).
… es la que se dedica, como hace el cabildo con mil y un
curso, cursillos, charlas, conferencias de lo más variopinto y diverso, pero,
¡nada de agricultura-agricultura!, que es la de poner a los candidatos, no
sentados en sillones blancos de plástico, sino detrás de un anciano, para que
aprendan en una hora lo que en un curso, y en día lo que en dos años, en la
Granja cabildicia u otros centros afines de la entidad. Porque vamos a ver, que
se pasen el año (no santo, que son aconfesionales), dándonos la tabarra con
divulgación agrícola-ganadera, ¡es una tomadura de pelo, y una justificación del
sueldo, pagando a profesores traídos de argentina o del coño de sus madres; que
es el caso, que esto no llega a naide, porque, boletines aparte ¿quién
coño los lee?, y que te especifiquen quiénes pueden ser los beneficiarios, están
ya cerrando puertas, y para ello, subvenciones, convocatorias, inscripciones,
asistencia a los rollos (no de cristiandad), y presente usted primero la
solicitud, y luego espera a ver si lo aceptan, ¡un coñazo de padre y señor mío!
Con lo fácil que es invitar a cuantos quieran contemplar, ver y aprender viendo
cómo lo hace el hombre del campo, que no entiende de pampas, ni de grandes
extensiones castellanas, sino de piscos de tierras, laderas, barranquillos,
huertos, cercados, cadenas, ribanzos, bocados, etc., etc. donde hace maravillas
y el milagro de paredes robando a la inclinación preciosas obras de arquitectura
rural; pues de esto nada, sino más cursos, cursillos, charlas y conferencias,
pero para cada espécimen vegetal, ya sean de la
misma familia, pero que especialistas del ramo (de árbol) propio, te dan
clases, y demostraciones prácticas, cual si nuestros mayores nada supieran y
nada nos hayan traído de la tradición milenaria que llevan a cuestas, y que
muriendo se lo llevan todo a la tierra, y nos quedamos aprendiendo inglés,
contabilidad, trazabilidad, y otras leches (incluida la de las tabaibas). Pues,
éstas tenemos. Cada día el cabildo desde el área del ramo y animales, nos mandan
por correo electrónico (los ancianos del campo, ¿tienen ordenadores?), las mil
chorradas que se les ocurre para llenar el expediente y justificar gastos en
viajes, hotel, restaurantes, etc., etc. a gente venida de fuera para dar clase a
los de dentro como si expertos en lo nuestro fuera. Todavía recuerdo a aquel
profesor, que comenzó la clase así: ¡Si
vos tenés un huerto..., tenés un arból..., y no lo podás..., no lo injertás...,
vos…! Me fui del aula…, porque a ver qué coño sabe un argentino del
tabaibal, ¿aplicar métodos de la pampa en estas tierras e islas? De vergüenza
usted, porque si al menos se hubiera guardado el acento, y los tiempos verbales,
tal vez, uno hubiera seguido, pero no, no…, me hacía
daño.
El Padre Báez.
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Por mí que no quede; queda dicho, y ello, gracias a Xan
Amenti:
He tenido
el placer de escuchar su intervención en el programa de colectivo Burbuja, la
cual me ha interesado bastante.
En la que
se ve que usted es una persona que se interesa por el bienestar de su comunidad,
y en el que usted llama la atención sobre un hecho que se viene repitiendo en el
mundo: el que la oligarquía atenta contra la soberanía alimentaria de los
pueblos para así volverlos dependientes, vulnerables y por tanto dominables y
manipulables.
En este
sentido esperemos y confiemos que la concienciación que las personas como usted
generen un creciente despertar que revierta la
situación.
Después de
esta exposición le voy a hacer una sugerencia respecto a los temas que usted
habló.
La
sugerencia es que hay una forma de agricultura sana y ecológica que es la
trofobosis de Jairo Restrepo, tiene un vídeo en you tube muy interesante y puede
bajar algunos de sus libros. Resumiendo un poco, en dicha agricultura sostiene
que las plagas de insectos que tienen las plantas y los cultivos no son sus
enemigos si no más bien indicadores (ellos los llaman mensajeros) que indican
carencias que tienen las plantas (resultando que el hecho de fumigarlos no hace
más que aumentarlos) según la plaga recomiendan suplir esas carencias con
aportes minerales, vitaminas, etc.
Una vez
resuelta esa carencia la plaga desaparece pues los insectos no se sienten
atraídos por el reclamo carencial de la planta, entre los aportes para suplir
esas carencias indican piedras volcánicas, de las cuales en su tierra hay en
abundancia.
Ignoro si
los agricultores ancestrales de su tierra las han utilizado o las siguen
utilizando, por ello la primera sugerencia es llamarles la atención sobre el
tema pues dado su amor y pasión por la tierra pudiera serle de interés, asimismo
dado el auge que se espera de la agricultura ecológica, a alguno de sus
allegados podría interesarle montar una empresa o una cooperativa para la
producción y comercialización de piedras volcánicas para uso agrícola a nivel:
local, nacional e internacional.
Un
saludo.
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