martes, 18 de junio de 2013

Popurrí 625 y Hay que reconstruir el campo.


POPURRÍ 625:

En el Año de la Fe (249): Atacar a la Fe, es tirar piedras sobre mí mismo.

 

Al habla el historiador (249):

 

Vi llorar a gente en el campo...


... de fútbol.

 

Pensé si porque del césped no podían comer...

... y me equivoqué.

 

También pensé en alguna mala noticia...

... por ejemplo, por si se le habría muerto la abuela.

 

La verdad, que lloraba (por lo que se ve en la portada de un periódico)...

... con verdadero dolor.

 

Dos, que lo acompañaban, como que...

... lo consolaban, y daban ánimo.

 

Luego leí lo que venía al pie de la foto, que decía...

... punto y final al ascenso.

 

Más después, más abajo...

... la UD cae derrotada.

 

Y añadía el texto...

... ante el Almería...

 

... y dice adiós a la Primera División...

... y entonces, me quedé perplejo.

 

Un hombre, como un castillo, al que no se le murió la abuela...

... ni porque de esos campos de césped, no pudiera coger papas, sino...

 

... que como niños con perreta, lloran...

... por cosas de goles.

 

Pues, ¡vaya hombres!...

... como mujeres –que dijera el otro- (con perdón).

 

¡Pena de sociedad, que fomenta las lágrimas en campos de fútbol...

... en lugar del sector primario en el campo del campo!

 

Que el turismo hace un daño tremendo...

... entendí dijo Soria.

 

Creo, que también Soria, llamó “sagrados”...

... a los Bancos (¡...!).

 

Con lo cual si comienzo a ver luz...

... al final del túnel.

 

Siempre y cuando cambien...

... campos de césped, por campos de millo.

 

Dicen, que sin cabras...

... esperan apagar los incendios este verano, en el campo de verdad.

 

Que en lugar de cabras...

... van a criar lagartos.

 

He dicho “cabras”...

... no “rubalcabra”.

 

Eso de los mercadillos de los pueblos, está muy bien, cada uno vende lo que produce...

... el de Artenara, vende pinocha.

 

A más carreteras...

... menos campos de papas.

 

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“... los justos se alegran, gozan en la presencia del Dios, rebosando de alegría..., alegraos en su presencia...” (Salmo 67).

 

“... en las pruebas y desgracias (en las iglesias de Macedonia) creció su alegría...” (De la segunda carta del apóstol San Pablo a los Corintios).

 

“... para que tu pueblo se alegre contigo...” (Salmo 84).

 

“... que canten de alegría las naciones...” (Salmo 66).

 

“... que el día que hoy empieza les traiga solaz y alegría...” (De las preces de Laudes).

 

“... comencemos este día con ánimo alegre...! (De la oración de Laudes).

 

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Hay que reconstruir el campo.

 

El gobierno debe meter mano en el campo tabaibero; los partidos políticos deben reunirse y ocuparse de lo único importante: reconstruir el campo (agricultura y ganadería); los ajuntasymientos, si no se ocupan y preocupan del sector primario, están sobrando y han de reagruparse, y reducirse. Todos -también la masa borreguil que formamos el tabaibal-, debe -debemos- implicarse en lo primario, en el sector que lleva dicho nombre y no dar palos al aire. Hay que reconstruir el tejido agrario roto con tantos pinos, retamas y tabaibas; debemos soltar la cabaña y que las distintas cabezas (no las pensantes, sino las rumiantes), devoren las hierbas del campo acabando con la posibilidad de incendio alguno. Sobretodo el sector primario en el campo y no en escuelas infantiles y entre coches -no nos engañen- y volver a la agricultura y ganadería de toda la vida, de toda vida. Hay que intervenir en el campo, y no solo pensando en carreteras, puentes, túneles, trenes, etc., y dejarse de limpiar orillas de carreteras que a los tres días vuelven a tener la misma hierba, y es la basura (arbustos y hierbas malas), de los cercaDOS LAS QUE HAN DE SER LIMPIADAS Y SUSTITUIRLAS POR PAPAS, MILLO, COLES, ETC.  En todo esto, deberíamos tener el apoyo de los militares en lugar de tenerlos pegando tiros en países extraños, que son nuestros y han de devolver lo que cobran y visten, en servicios y en defensa del hambre de esta tierra, cultivando y cuidando animales como en otros tiempos hacían con sus mulos, y caballos. Para lo que indico, ni hace falta dineros, ni ayudas, sino voluntad y ganas de sudar, ensuciándose con el polvo y sudor en y de la tierra. Esto es lo prioritario; todo lo demás es leche cacharro. Hay que meterse en el campo, sin más. Hay que apoyar al sector primero o primario. Esto redundará en la salud del pueblo. Hay que contribuir con la seguridad alimentaria que deviene solo de la tierra o el campo. Hay que desarrollar las potencialidades únicas en el mundo de esta ISLA e islas. Todos deben participar en esta gran tarea.  Todos debemos tomar parte en este asunto vital. No necesitamos dineros, sino azadas, y joses (“hoces”, dicho finamente). Esto, además, proporcionará paz, tranquilidad, sosiego, alegría, independencia, orgullo, etc. Debemos tener asegurado el alimento, de lo contrario dependeremos de lo que nos manden siempre malo y caro de lejos y de fuera. El territorio, no es para el cemento, sino para el cultivo. Nos falta autoridad y gobierno, que vele y se ocupe de lo primero, y no discutir sobre colores políticos. Nuestra lucha ha de ser contra el enemigo del campo. Hay que recuperar la economía de otros tiempos; hay que invertir en el campo: ganancia segura. En el campo hay empleo para todos: jóvenes varones y hembras, mayores, ancianos (y niños aprendices [no esclavos]). Con el trabajo en la agricultura y soltando el ganado se asegura el medio ambiente y sobraría el miedoambiente y por supuesto el seprona. También sobra el cabildo. Que los partidos políticos ofrezcan programas únicos dirigidos al campo, si no: ¡sobran! El gobierno ha de gobernar pensando en exclusividad en el campo, para poder progresar y salir de la crisis, el paro, el hambre, la miseria, etc. Hay que retornar al campo, de donde nunca se debió haber bajado. Las próximas elecciones deben ser con programas solos sobre el sector primario; todo lo demás sobra o deviene sin más. No podemos seguir dependiendo de los internacionales, que nos matan y arruinan. Llegó la hora de la alternancia: cambiar turismo por campo. El cabildo no debe seguir enriqueciéndose con importaciones y con multas a los campesinos. Ya está bien de malversación de fondos en materias y asuntos que nos hunden más cada vez más. Ya está bien de despilfarros en asuntos que el pueblo no solicitan ni necesitan. Toda las fuerzas y energías sobre la tierra, solo el campo. Somos ricos y afortunados en tierras, clima y situación. Debemos aprovecharlas y agradecerlas al Creador, y no reprimir tanta riqueza y maravillas. Hay que ir contra los partidos que ignoran al campo, y botarlos, echarlos del poder para recuperar el campo. Son culpables los políticos ciegos que ignoran el campo, de la crisis, de la situación que vivimos, que teniendo la solución en las manos, la cierran con siete candados (siete islas cerradas, que darían comida al mundo entero)...

 
El Padre Báez.

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