¡Por favor,
léanlo, si son tan amables; vale la pena!
POPURRÍ 620:
En el Año de la Fe (244): La Fe,
tiene sus verdades (no las tuyas [ten las de la fe, y hazlas tuyas, sin más]).
Al habla el historiador (244):
Lo que dice el Doctor en Geografía Wladimiro Rguez.,
lo he dicho yo...
... nosotros en Canarias... no miramos para
el campo...
Lo que dice el Doctor en Geografía Wladimiro Rguez.,
lo he dicho yo...
... el campo, sembrando ilusión y recursos
económicos...
Lo que dice el Doctor en Geografía Wladimiro Rguez.,
lo he dicho yo...
... recursos económicos que optimicen el sector primario...
Lo que dice el Doctor en Geografía Wladimiro Rguez.,
lo he dicho yo...
... el sector primario... lo que es peor, continuamos sin
mover una coma de un marco de leyes que se hicieron a espaldas del sector
agrario...
Lo que dice el Doctor en Geografía Wladimiro Rguez.,
lo he dicho yo...
... sector agrario... prohíben y limitan las actividades
primarias en gran parte de nuestro agro…
Lo que dice el Doctor en Geografía Wladimiro Rguez.,
lo he dicho yo...
... en Canarias sólo cultivamos un raquítico
6%...
Lo que dice el Doctor en Geografía Wladimiro Rguez.,
lo he dicho yo...
... el sector agrario, básico en la historia de la economía...
Lo que dice el Doctor en Geografía Wladimiro Rguez.,
lo he dicho yo...
... aquí se dan situaciones en algunos municipios de las islas en
las que no se encuentra un metro cuadrado de suelo habilitado para actividades
ganaderas...
Lo que dice el Doctor en Geografía Wladimiro Rguez.,
lo he dicho yo...
... se proponen polígonos ganaderos separados de los lugares de
residencia de los ganaderos...
Lo que dice el Doctor en Geografía Wladimiro Rguez.,
lo he dicho yo...
... ¿cómo se puede plantear separar las explotaciones ganaderas
familiares de las viviendas de los ganaderos?...
Lo que dice el Doctor en Geografía Wladimiro Rguez.,
lo he dicho yo...
... por otro lado, los usos tradicionales en la cría y sacrificio
de cerdos en las viviendas del mundo rural también están limitados por nuestras
leyes...
Lo que dice el Doctor en Geografía Wladimiro Rguez.,
lo he dicho yo...
... en esa supuesta planificación del territorio, que ha puesto límites
y declaraciones de uso en cada metro cuadrado de nuestro territorio, el campo se deja sin campesinos, y se convierte nuestro medio rural en algo
para la contemplación o para el cuidado de las especies autóctonas...
Lo que dice el Doctor en Geografía Wladimiro Rguez.,
lo he dicho yo...
... la historia y la tradición del mundo rural la dejamos como
algo del pasado sin darle espacio alguno para que sobreviva...
Lo que dice el Doctor en Geografía Wladimiro Rguez.,
lo he dicho yo...
... nuestro campo y nuestra geografía tienen mucho que decir para
el futuro de esta tierra...
Lo que dice el Doctor en Geografía Wladimiro Rguez.,
lo he dicho yo...
... Canarias, que en teoría es una sociedad más abierta, ahora es
incapaz de plantear soluciones posibles y reales para los problemas de las
islas. Los problemas ambientales hemos de asociarlos con los sociales; el
paro, la lucha contra los incendios, el autoabastecimiento y los aspectos
ambientales son referencias clave...
Lo que dice el Doctor en Geografía Wladimiro Rguez.,
lo he dicho yo...
... otra manera de gestionar los aspectos ambientales, unido a la
manera de producir alimentos y generar puestos de trabajo en esta tierra...
Lo que dice el Doctor en Geografía Wladimiro Rguez.,
lo he dicho yo...
... estamos en la obligación de buscar salidas posibles a los
limitados recursos de esta tierra. Hay mucho por hacer, tanto en nuestro
entorno como para potenciar los factores humanos que han de desarrollarse en
convivencia con nuestra cultura del ayer y nuestro medio natural, con un
modelo sostenible para el futuro de esta tierra...
Lo que dice el Doctor en Geografía Wladimiro Rguez.,
lo he dicho yo...
... esto mismo, con otras palabras, y a
veces con las mismas -parece me ha copiado- lo viene diciendo un servidor (y
con anterioridad, cientos de miles de veces, en: otros escritos, libros,
programas de radio, programas de televisión, etc.), con argumentos muy amplios
y a diario ya 620 veces (los popurrís, y los comentarios). Y uno es, Licenciado
en Historia de la Iglesia (disculpen la aparente falta de modestia).
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“... aguardamos la alegre
esperanza...” (Antífona 1. de Vísperas).
“... que canten de alegría
las naciones...” (Salmo 66).
“... Señor, el rey se alegra
por tu fuerza...” (Salmo 20).
“... tus acciones, Señor, son mi alegría...”
(Salmo 91).
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Denuncio la situación del campo:
Viven en la miseria, teniendo un tesoro en la
tierra, pero no se lo dejan tocar el cabildo, que actúa a través del
miedoambiente y del seprona. Los callos en las manos, son sus señas de
identidad (de los campesinos). Son hijos de padres que fueron a su vez hijos de
padres y éstos de los suyos, desde siempre agricultores y ganaderos, ahora
frente a un stop inhumano y absurdo, por mor de proteger a retamas y tabaibas y
haberles plantado sus tierras de estériles e incendiarios pinos, que nada dan,
sino fuego y pinocha y ésta no es comestible, sino por las llamas. De pieles
oscuras, tostadas por soles de otros tiempos. Viven en el olvido y en la
ignorancia y desconocimiento de los urbanitas, a donde han trasladado el
“sector primario (entre coches y en patios escolares)”. Viven en lo que son sus
propiedades, pero no las pueden cultivar ni atender; han de dejarlas para la
protección. Viven de donde sale la comida y no tienen qué comer, y han de pagar
severas y cuantiosísimas multas si lo intentan (algunos se quitan la vida ante
la imposibilidad de pagar tales cantidades astronómicas, por auténticas
naderías), todo tipificado según leyes de oficinas. Viven escondidos,
apartados, asustados, rodeados de vegetación que no dan comida, y a donde no se
les permite acceder, controlados por el personal administrativo que los vigilan
y acosan. Viven donde antes habían caminos, y ahora impenetrables por retamas y
otras basuras que los obstruyen e imposibilitan el paso, ¡y pobre del que
intente rehabilitarlo, cortando algunas ramas, que le cortan el vuelo, y lo
paralizan para mientras vivan! Viven, sin poder levantar una pared si se cae,
porque intentan que la isla recupere la forma y vegetación del siglo XIV, como
venganza de que se usara la leña para comer y vivir. Viven apartados de oda
decisión y sin vista a los que bien trajeados, lo hacen a costa de ellos (por
las multas que les ponen). Viven con enfermedades (más mentales que físicas), y
con hambre, mucha hambre; pues ya no comen con la dignidad de quienes tenían:
queso, gofio, frutas hortalizas, huevos, carnes, etc., nada de eso se les
permite. Viven en peores condiciones que las que les deparan a los animales que
sí tienen leyes para su bien vivir. Viven perdidos y olvidados, pero están ahí.
Viven de donde han sido expulsados, y se resisten y mantienen, pues ¿a dónde
ir? Han abandonado a la fuerza las tierras. El cabildo los considera como los
peores enemigos de la sociedad y del medio ambiente, para lo cual los controlan
con el miedoambiente y seprona. Viven acusados de plantar y arrancar, de segar
y coger comida para sus animales,, ¡y para ellos!; viven como víctimas de
ningún asesinato, salvo el del propio, cuando ya no aguantan más (se suicidan,
sin que trasciendan estas muertes provocadas). Viven en el mayor de los
desprestigios y desprecios; no son nadies, no cuentan, se les excluyen de
decisiones, no se les consultan, ni se les tienen en cuanta, se prescinden de
ellos, ni escuchan sus reivindicaciones, son reprimidos -sin más-, ignorados,
callados. Viven acusados, de vallar un trozo sembrado para librarlo de los
roedores, y son multado por ellos (y obligados a retira la valla). Son acusados
de delitos, por arrancar tres cerrillos y plantar un olivo; viven sin que nadie
les defiendan; viven en cuevas algunos de ellos, con chozas vacías de antes
llenas de animales y calor; viven sin baño y no se los dejan hacer y siguen
yendo a las tuneras; no les dejan hacer queso, si no convierten antes el chozo
en un quirófano; viven viendo cómo sus
tierras se convierten en cañaverales, sin poder frenar el avance de la invasora planta, que se come el terreno que
antes le daba milo para el gofio y harina para el pan; viven con fuentes secas
por mor de los pinos, que han desaparecido el agua en toda la isla (antes
corría el agua de enero a e enero y fuentes, arroyos, remanientes etc., por
todas partes; viven sin poder limpiar una acequia, y sin poder reparar la
aljibe rota y sin poder hacer un estanque para recoger el agua que no tienen.
Son pobre enanitos, frente a unos gigantes enormes y abusadores que los
machacan. No se pueden enfrentar, contra gente bien armada de leyes y
argumentos infantiles y locos. Viven mezclando al hambre a la miseria y el
dolor. Antes eran visitados por los turistas que se alegraban de verlos, los
fotografiaban, etc., ahora, ¡ni eso! Ahora los visitan a diario y muchas veces
al día el seprona y el miedoambiente y les multan si tienen un pájaro canario
en la jaula, sin documentación. Vivían vendiendo papas, naranjas, castañas...,
ahora no las pueden ni comprar. Viven en una isla dentro de la isla. Viven sin
leyes sensatas. Viven sin el derecho al trabajo -entre otros- teniendo trabajos
que hacer, pero que no los dejan. Un helecho, tiene más derechos que un hombre
en el campo, se les ha despojado del trabajo y los han avocados al hambre, a la
muerte. Se sustentan de miserias. Viven, como si no fueran de la tierra, de la
isla, de la autonomía, sin ajuntaymiento, sin nada. No pueden pisar las tierras que son suyas, devenidas de sus ancestros,
perdiendo costumbres, sabiduría, cultura (agri-cultura), etc. Le
cortan las raíces que les unen a la tierra, al pasado, a lo de siempre, sin
futuro. Viven con miedo, con inseguridades, sufren, padecen abusos, atropellos,
sin dignidad cual perros (los perros viven mejor que ellos: tienen parques,
casas, comidas, etc.), ellos nada de eso. Ya no tienen ni sueños. Ya ni se
rebelan. Viven en la noche, sin luz, a oscuras. Solo tienen la Iglesia (en
parte), que los visita, los..., reciben la comunión, ¿absolución de qué
pecados? En rincones, ya sin sudores. Las lágrimas les afloran con gran
facilidad, y se las quitan de las mejillas, con disimulo. Ya es crónica la
situación. Los de la administración, son implacables, duros, ejecutores,
recaudadores, inmorales. Nadie aboga por ellos. Viven encarcelados en sus
propias casas, de donde ¡no pueden salir, a riesgo de castigos (multas)! Ningún
periodista hace un editorial, comentario, artículo, entrevista, noticia, etc.,
nada sobre el campo; como si no existiera. No existe. Todo lo traen de fuera.
Lo han perdido todo, solo tienen miedo. Es, una vida indigna. Lo han perdido
todo, menos el miedo (que debieran perder). El cabildo es hostil con ellos. Se
han quedado sin trabajo y en condiciones injustas de vida. Indignidad de vida,
no es vida. Viven vilipendiados, sin capacidad crítica, sin derechos. Hablan
con voz baja (miedo). Vivir así es vivir muertos. Es, una realidad más que
cruel. Hombres libres entonces, ahora son pobres víctimas de una democracia
dictatorial, que les dice: “¡o usted sale de la tierra o lo voy a multar!”
Es, como si lo matara (sin dignidad y sin trabajo: muerte es mejor). Hay una
frontera entre el campo y la urbe, se desconoce esta realidad, la callan los
Medios, y ellos (los campesinos) no tienen voz (los que se las pueden dar,
temen represalias). Y es, que el cabildo tiene grandes y muchos intereses fuera
de la isla, a los que ayudan y subvencionan. El campo nos necesita, y un
servidor, está con ellos. Y ellos lo saben. El campo espera una solución, que
nadie se la da. Están olvidados...
El Padre Báez.
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